Se le rieron, ¿pero ahora?

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    Hace tres o cuatro semanas escuché que Ron Paul había viajado al estudio de Tucker Carlson para lo que seguramente sería un episodio en el que “Ron Paul tenía razón”.

    Quince minutos de esa entrevista fueron publicados en X [Twitter], y el resto sólo está disponible para los suscriptores de la red de Tucker.

    Cuando hablé en el Rally for the Republic del Dr. Paul en 2008, fue Tucker quien me presentó -y a los demás oradores. No era el Tucker que es hoy, pero fue maestro de ceremonias en un evento celebrado al otro lado de las Ciudades Gemelas, desde donde el execrable John McCain estaba en proceso de ser nominado.

    En ese momento, era común que la gente -especialmente los republicanos, que estaban acostumbrados a que los arengaran con lemas, lo que el Dr. Paul evitaba como la peste- llamaran “loco” al Dr. Paul.

    Dijo que la política exterior del gobierno de Estados Unidos era costosa, contraproducente (¡eso es obvio!) y absolutamente malvada, y que debía ser descartada. Y como todas las cosas horribles de la vida estadounidense, era sostenida por una base bipartidista corrupta.

    Criticó a la Reserva Federal, a la que nadie debía mencionar en una elección presidencial -y, obedientemente, nadie lo había hecho durante 100 años. Esto enloqueció a los policías de la opinión aprobada: ¡vaya, sólo un chiflado criticaría a la Reserva Federal, que fue creada para darnos una economía estable!

    Sí, la gente -incluidos los republicanos- dijo realmente ese absurdo. (Ya se sabe cómo es refutar eso, si se ha leído mi libro gratuito Our Enemy: the Fed).

    El resto del campo republicano apenas podía nombrar un sacapuntas federal que hubieran cortado, por lo que cuando se encontraron con alguien que realmente tenía la intención de hacer lo que los temas de conversación republicanos pretendían hacer, nadie podía calcularlo. ¡Debe estar loco!

    Medios, redes e individuos de derecha supuestamente fingieron que la preocupación por la economía en 2008 era un tema de conversación de izquierda, destinado a perjudicar a George W. Bush.

    El 1 de Septiembre de 2008, Herman Cain dijo que la economía estaba bien. Ésto es lo que sucedió durante las siguientes dos semanas:

    • Fannie Mae y Freddie Mac fueron absorbidas por el gobierno de Estados Unidos (7 de Septiembre);
    • Merrill Lynch fue vendida al Bank of America;
    • Lehman Brothers se declaró en quiebra;
    • La Reserva Federal rescató a AIG;
    • Washington Mutual fue vendida a JP MorganChase;
    • El Secretario del Tesoro Henry Paulson Jr. dijo que la economía estaba tan mal, que debían gastarse inmediatamente U$S 700.000 millones en rescates; de lo contrario, advirtió Ben Bernanke, “es posible que no tengamos economía el Lunes”.

    En 2001, en la Cámara de Representantes, Ron Paul había dicho: van a sustituir la burbuja de las puntocom por una burbuja inmobiliaria, y al posponer la crisis ahora, van a empeorarla más adelante. Precisamente eso fue lo que pasó.

    Nadie quería escucharlo, porque querían escuchar: “¡Claro, esos liberales odian a Estados Unidos!”

    Después del covid, algunas personas que llamaban loco a Ron Paul comenzaron a despertar. Sus candidatos habían caído en la trampa de Fauci y el covid. Pero el Dr. Paul no lo hizo. Y tampoco su hijo Rand. Ahora, aquí está Tucker presentando al Grande.

    Espere, advertencia: cualquiera que repita como loro la propaganda de la CIA y los epítetos del régimen -por ejemplo, si no se está de acuerdo con la política de Ucrania, se es un “títere de Putin”-, sencillamente debería saltarse ésto. No quiere oírlo. No puedo creer que alguien que me suscriba pueda repetir por un segundo frases tontas como “amante de Putin”, o cualquier otra cosa. Hacen ésto en cada conflicto, y la mayoría de la gente queda atrapada en ello. Bueno, mis suscriptores no -al menos, eso creo.

    Y entonces, ésto:

    Sea honesto. ¿Estábamos prestando mucha atención a Ucrania en 2014? No. La mayoría de la gente, no. Y como resultado, sin siquiera saberlo, este país fue arrastrado a uno de los conflictos fundamentales de la historia moderna, en grave desventaja para nosotros. La pregunta es, ¿cómo lo logró Ron Paul, ex congresista de Texas? ¿Cómo fue que acertó? ¿Cómo sabe eso? ¿Por qué supo prestar atención a Ucrania; y no sólo a Ucrania, sino también a la política monetaria, al estado de nuestra economía, al estado de nuestro país, al estado de Occidente? ¿Cómo lo supo antes que el resto de nosotros? Tal vez porque sus principios no han cambiado en aproximadamente 60 años, por lo que pensamos que sería buena idea compartir algo de tiempo, para permitirle una vuelta de la victoria bien merecida, pero también para sondear un poco sobre cómo es que vió cosas que nadie más vió.

    Y luego, ésto:

    Justo estaba diciendo que en uno de sus discursos, hace probablemente 20 años (nunca lo había oído hablar antes), habló sobre la Reserva Federal. Y recuerdo haber pensado, qué tema más raro, qué esotérico. yo no sabía nada sobre eso. Pensé que sólo a los locos les importaba. Pero, repito, yo ignoraba por completo la política monetaria en aquel momento, y me sorprendió lo mucho que le gustara a la multitud. Estaban completamente sintonizados. Pensaron que era realmente importante. ¿Por qué hace 20 años la persona media tenía una mejor idea de eso que yo, a quien le pagaron por seguir el asunto?

    El Dr. Paul cumple 89 años este año, y todavía está ahí afuera hablando con cualquiera que quiera escucharlo. Pero, sinceramente, la Reserva Federal es tan terrible e indefendible como él dice y, sin embargo, me pregunto cuántas personas de nuestro lado pueden realmente defender esa posición. Le sorprenderá -incluso con lo hastiados que ya estamos- ver hasta qué punto la verdad es exactamente opuesta a lo que escuchamos las 24 horas del día.

    La Reserva Federal es el alma del imperio. Siguiendo el espíritu de Andrew Jackson: matemos al monstruo.

     

     

     

     

    Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko

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