Aveces me sorprende la agresividad con la que los partidarios de Israel se esfuerzan por reprimir las críticas. Luego recuerdo que esta gente también apoya el asesinato masivo de niños; intentar quitarme el derecho a la libertad de expresión es uno de sus objetivos menos malvados. No debería sorprenderme.
Vi a alguien comentando en línea lo absurdo que es que grupos musicales que denuncian las atrocidades de Israel, estén empezando a formar alianzas para contrarrestar la campaña que busca silenciarlos y destruir sus carreras, afirmando que no debería ser necesario formar una alianza para oponerse a un genocidio en curso. Y es cierto, no debería ser necesario. Pero tampoco debería sorprendernos que quienes creen que está bien bombardear hospitales, intenten cancelar a músicos por criticar a Israel.
Un error que cometemos constantemente en Occidente es pensar que los partidarios de Israel son personas normales, con valores morales normales, sólo porque los conocemos e interactuamos con ellos en nuestras comunidades. Se parecen a nosotros, hablan como nosotros, visten como nosotros y actúan como nosotros, así que asumimos que también deben pensar y sentir como nosotros.
Pero no es así. Para quien continúa apoyando a Israel en el año 2025, algo anda muy mal con esa persona. Carece del normal y sano sentido de empatía y moralidad.
Estamos en 2025. Soldados israelíes le dicen a la prensa israelí que se les ordena masacrar a civiles hambrientos que intentan obtener comida de los centros de ayuda. Innumerables médicos le han dicho al mundo que francotiradores israelíes disparan rutinaria y deliberadamente contra niños en la cabeza y el pecho por toda la Franja de Gaza. Amnistía Internacional, Human Rights Watch y todos los principales expertos en genocidio y autoridades de derechos humanos, afirman que está siendo perpetrado un genocidio en Gaza. El maldito New York Times acaba de publicar un artículo de opinión de un experto sionista en genocidio, que finalmente admite que se trata de genocidio.
Ya no hay forma de negar lo que es ésto. Quien aún apoya a Israel en el año 2025, no es porque no sepa que Israel esté cometiendo terribles atrocidades. Es porque cree que esas atrocidades son correctas y quiere ver más.
La mayoría de los partidarios de Israel negarán que ésto sea así, porque mienten. Mienten constantemente. No tienen ningún problema moral con mentir. No tienen ningún problema moral con quemar niños vivos; así que, por supuesto, no tienen ningún problema con mentir.
Ahí es donde la gente se equivoca. Asumen que los partidarios de Israel no pueden mentir sobre sus preocupaciones sobre el “antisemitismo” para promover los intereses informativos de Israel, porque nadie podría ser tan malvado. Pero los partidarios de Israel creen que está bien matar de hambre intencionalmente a bebés, bloqueando la entrada de leche de fórmula infantil a Gaza. Claro que son así de malvados.
La gente asume que quienes apoyan a Israel no fingirían deliberadamente incidentes antisemitas falsos, ni inflarían artificialmente las cifras de antisemitismo en sus propios países, para que sus propios gobiernos implementen medidas autoritarias y acallen las críticas hacia Israel, en nombre de la lucha contra el antisemitismo, porque asumen que nadie podría ser tan depravado. Pero esta gente cree que está bien que las Fuerzas de Defensa de Israel asesinen sistemáticamente a periodistas palestinos para impedirles decir la verdad. Claro que son así de depravados.
Claro que intentarían silenciar nuestra libertad de expresión. Claro que intentarían enviar a nuestros hijos a la guerra contra Irán. Claro que trabajarían para manipular a nuestro gobierno. Claro que contaminarían el ecosistema informativo con montañas de mentiras. Apoyan un genocidio transmitido en vivo. Son malas personas.
Apoyar a Israel y sus acciones no es una opinión política como la postura sobre los impuestos sobre el patrimonio. No se trata sólo de que algunas personas tengan un punto de vista que debamos respetar, y tratar como igual a nuestra propia opinión sobre el asunto. Están trabajando para posibilitar una campaña de exterminio de horror insondable. Es tan político como una violación en grupo, e igualmente digno de respeto.
En este momento, no hay nada que pueda ser ignorado por los partidarios de Israel. Mentirán. Manipularán. Fingirán creer en cosas que no creen. Fingirán sentir cosas que no sienten. Y harán todo ésto para facilitar algunas de las peores atrocidades que se pueda imaginar.
Éstos son los partidarios de Israel. Lo demuestran a diario.
Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko








