“En mi opinión, los judíos son muy egoístas. No les importa cuántos estonios, letones, finlandeses, polacos, yugoslavos o griegos sean asesinados o maltratados … siempre y cuando los judíos reciban un trato especial. Sin embargo, cuando tienen poder físico, financiero o político, ni Hitler ni Stalin tienen nada que ver con la crueldad o el maltrato para con los desfavorecidos”. —Presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman, anotación en su diario, 21 deJjulio de 1947
Hace un año, el ministro de finanzas israelí de extrema derecha, Bezalel Smotrich, desató la indignación internacional al declarar públicamente que es “justificado” y “moral” dejar morir de hambre a dos millones de personas en Gaza para liberar a los rehenes capturados por Hamas el 7 de Octubre de 2023. En su intervención en la Conferencia de Katif para la Responsabilidad Nacional en la ciudad de Yad Binyamin, Smotrich lamentó: “Nadie en el mundo permitirá que dos millones de personas pasen hambre y sed, aunque sea justificado y moral para liberar a los rehenes”. Los comentarios del ministro de finanzas fueron rápidamente condenados por Francia, el Reino Unido y la Unión Europea, que emitió un comunicado recordando a Israel que dejar morir de hambre a los civiles es, de hecho, un crimen de guerra, y pidiendo al estado judío que se “tome inequívoca distancia” de las palabras de Smotrich.

El gobierno israelí no sólo no ha tomado distancia de las despreciables palabras de Smotrich, sino que las ha puesto en práctica. Y las duras palabras de la UE, del Reino Unido y de Francia han demostrado ser poco más que la típica palabrería de los políticos occidentales.
Los recientes acontecimientos en Gaza han demostrado que Smotrich se equivocó al suponer que “nadie en el mundo permitirá que matemos de hambre a dos millones de personas”. Un artículo de NPR del 29 de Julio cita un informe de la Clasificación Integrada de Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF), organización afiliada a las Naciones Unidas, que afirma que, efectivamente, se está gestando un “escenario de hambruna en el peor de los casos” en la Franja de Gaza:
“Los últimos datos indican que han sido alcanzados los umbrales de hambruna para el consumo de alimentos en la mayor parte de la Franja de Gaza, y para la desnutrición aguda en la ciudad de Gaza”, afirma el informe. El acceso humanitario inmediato y sin trabas a Gaza es la única manera de detener el rápido aumento de la hambruna y de la muerte.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, corroboró el informe del Comité de Protección de Niños (IPC), afirmando que confirma lo que temíamos: Gaza está al borde de la hambruna. El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró: “No sé cómo llamarlo, sino hambruna masiva. Y es causada por el hombre”. (Reuters informó el 3 de Agosto que seis palestinos más murieron de hambre ese día, lo que eleva el total a 175).
Los palestinos han estado trabajando bajo bloqueos israelíes intermitentes desde que comenzó el genocidio en Octubre de 2023, lo que ha resultado en casi dos años de condiciones similares a la hambruna, que han dejado a los niños palestinos, en particular, vulnerables al hambre y a las enfermedades. A principios de este año, el gobierno de Netanyahu impuso un bloqueo de 11 semanas a Gaza, por el que restringió severamente la entrada de ayuda humanitaria a la Franja, creando una situación que, según informes de la ONU, ha provocado que 71.000 niños menores de 5 años sufran desnutrición aguda en los próximos meses (14.100 de estos casos son clasificados como “graves”). Esta grave situación llevó al líder de la oposición israelí de izquierda, Yair Golan, a arremeter contra el gobierno de Netanyahu, acusando a los miembros del Likud de asesinar bebés como pasatiempo.

Ante el desplome de la opinión pública, Israel levantó el bloqueo el 19 de Mayo, y desde entonces ha permitido la entrada de una cantidad básica de alimentos a la Franja de Gaza. Sin embargo, se dice que este “suministro de ayuda por goteo” a los hambrientos gazatíes, es lamentablemente insuficiente para atender las necesidades de la población, e Israel ha sido condenado por 28 países, entre ellos Francia, Alemania, Canadá y Gran Bretaña, por hacer poco más que prolongar la agonía por hambruna. Sin inmutarse, el primer ministro Benjamin Netanyahu y sus correligionarios han negado repetidamente la existencia de tal escasez de alimentos. El 29 de Julio, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saar, desvió las preguntas sobre la hambruna de los gazatíes declarando a la prensa que “la realidad es la contraria”, mientras que unos días antes, el portavoz del gobierno, David Mencer, culpó directamente a Hamas de tal situación. En Estados Unidos, el corpulento congresista judío Randy Fine, cuyo respaldo de Donald Trump le aseguró la victoria en el sexto distrito de Florida, sugirió que los palestinos “se mueran de hambre”, antes de añadir: “De todas formas, todo ésto es mentira. Me asombra que los medios sigan regurgitando propaganda terrorista musulmana”.

Cuando la negación del holocausto por parte de los sionistas fracasó en convencer al mundo de su legitimidad debido a la abundancia de evidencia fotográfica e informes de médicos y trabajadores humanitarios en el terreno, simplemente recurrieron a su afirmación frecuentemente repetida, sugerida por Mencer, de que la razón por la que los habitantes de Gaza se mueren de hambre no se debe al asedio total de meses de duración por parte del gobierno israelí a la Franja de Gaza, sino más bien porque ¡Hamas se está robando toda la comida y vendiéndola a precios exorbitantes! Esta artimaña judía –es decir, culpar a otros por lo que ellos mismos perpetran y son culpables– fue expuesta en un artículo de The New York Times del 26 de Julio, escrito por Natan Odenheimer:
“Durante casi dos años Israel ha acusado a Hamas de robarse la ayuda proporcionada por las Naciones Unidas y por otras organizaciones internacionales. El gobierno ha utilizado esta acusación como principal justificación para restringir la entrada de alimentos a Gaza”.
“Sin embargo, el ejército israelí nunca encontró pruebas de que el grupo militante palestino hubiera robado sistemáticamente la ayuda de las Naciones Unidas, el mayor proveedor de asistencia de emergencia a Gaza durante la mayor parte de la guerra, según dos altos oficiales militares israelíes y otros dos israelíes involucrados en el asunto. De hecho, según los oficiales militares israelíes, el sistema de entrega de ayuda de la ONU, que Israel denostó y debilitó, fue en gran medida eficaz para proporcionar alimentos a la desesperada y hambrienta población de Gaza”.
El artículo continúa afirmando que un análisis interno del gobierno estadounidense, consultado por Reuters, “llegó a una conclusión similar … No encontró evidencia de robo sistemático por parte de Hamas de suministros humanitarios financiados por Estados Unidos …”.
Cuando llegan a la Franja alimentos y suministros médicos muy necesarios, los palestinos desnutridos que acuden a recibir la ayuda suelen ser atacados por francotiradores israelíes. Un informe periodístico del 23 de Julio afirma:
“Más de 1.000 palestinos han muerto a manos de las fuerzas israelíes desde mayo mientras intentaban conseguir alimentos en la Franja de Gaza, principalmente cerca de centros de ayuda gestionados por un contratista estadounidense, según declaró el Martes la oficina de derechos humanos de la ONU … La desesperación aumenta en el territorio palestino de más de dos millones de habitantes que, según los expertos, corre el riesgo de hambruna debido al bloqueo israelí y a su ofensiva de casi dos años. El deterioro del orden público ha provocado saqueos generalizados, y ha contribuido al caos y a la violencia en torno de las entregas de ayuda”.
El contratista estadounidense encargado de administrar los puntos de distribución de ayuda es la Fundación Humanitaria de Gaza (FGH), respaldada por Estados Unidos e Israel, la que colaboró estrechamente con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para establecer cuatro puntos de distribución donde pudieran ser entregados los suministros. La FGH fue creada en Mayo de 2025 para sustituir al Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS), organización que había distribuido ayuda con éxito durante gran parte de la guerra hasta que Israel, sin prueba alguna, la acusó de connivencia con Hamas. Tan sólo un mes después de asumir el control de la distribución de la ayuda, fue informado que la FGH fue descubierta entregando bolsas de harina con oxicodona a los palestinos hambrientos, en lo que la oficina de prensa del gobierno de Gaza describió en aquel momento como un “arma blanda en una guerra sucia contra la población civil” y “parte del genocidio israelí en curso contra los palestinos”. Desde entonces han intentado refutar la acusación, pero parece encajar con un patrón de comportamiento exhibido con tanta frecuencia por Israel y sus aliados, que tales negaciones resultan falsas.
De hecho, la ONU, los medios de comunicación y las organizaciones humanitarias, han descripto repetidamente los centros de distribución de GHF como “trampas mortales”, en las que cientos de personas han muerto mientras intentaban recibir alimentos. En un reciente incidente reportado por Associated Press (2 de Agosto de 2025):
“Las fuerzas israelíes abrieron fuego cerca de dos centros de distribución de ayuda gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Israel, mientras multitudes de palestinos hambrientos buscaban comida nuevamente, matando al menos a 10 personas … un día después de que funcionarios estadounidenses visitaran un centro de la Fundación Humanitaria de Gaza y el embajador estadounidense calificara el sistema en problemas como ‘una hazaña increíble’”.
Un día después, los hospitales de Gaza informaron que 27 palestinos que buscaban ayuda murieron por disparos israelíes, mientras que el controvertido ministro de seguridad de Netanyahu, Itamar Ben-Gvir, visitó con sarcasmo el Monte del Templo, donde se encuentra la mezquita de Al-Aqsa, y pidió a Israel que anexara la Franja de Gaza.
La seguridad en los sitios de distribución está supervisada por las FDI en conjunto con UG Solutions, organización asociada con GHF y compuesta en gran parte por oficiales de las fuerzas especiales de EE. UU. El teniente coronel retirado Anthony Aguilar, contratista de seguridad de UG Solutions, se reunió recientemente con políticos y periodistas estadounidenses para hablar sobre algunas de las atrocidades que presenció durante su estancia en Gaza, a partir de Mayo de 2025. Durante una entrevista con la BBC, Aguilar, ex boina verde del ejército estadounidense, declaró:
“Presencié cómo las Fuerzas de Defensa de Israel disparaban contra multitudes de palestinos. Vi cómo las Fuerzas de Defensa de Israel disparaban un proyectil del cañón principal de un tanque Merkava contra una multitud, destruyendo un coche lleno de civiles que simplemente se alejaban del lugar. Vi cómo disparaban morteros contra la multitud para mantenerla bajo control … En toda mi carrera, nunca había presenciado semejante brutalidad y uso indiscriminado de la fuerza contra la población civil. Una población desarmada y hambrienta. Nunca había presenciado algo así en ninguno de los lugares donde he estado desplegado en guerra, hasta que estuve en Gaza, a manos de las Fuerzas de Defensa de Israel y contratistas estadounidenses”.
El testimonio de Anthony Aguilar coincide con el del cirujano británico Dr. Nick Maynard, quien actualmente trabaja en el Hospital Nasser, el principal centro médico de la ciudad de Khan Younis, en el sur de Gaza, prácticamente destruida. Cuando no está salvando vidas en Gaza, el Dr. Maynard es cirujano gastrointestinal consultor en el Hospital Universitario de Oxford, Inglaterra, uno de los hospitales más grandes de Europa. En declaraciones a los medios sobre los sospechosos agrupamientos de disparos que ha presenciado recientemente en varios pacientes jóvenes, el Dr. Maynard declaró:
“Son particularmente comunes en adolescentes varones, generalmente de entre 11, 12, 13 y 14 años, que reciben disparos en los puntos de distribución de alimentos. Y lo hemos visto con mucha frecuencia durante las últimas semanas que he estado allí … Ésto no es casualidad … El agrupamiento de síntomas es lo que lo hace tan dramático. Y es algo que todos nosotros, en todos los niveles –médicos de urgencias, cirujanos generales, urólogos, neurocirujanos–, hemos reconocido … Creo que lo que estamos presenciando es un plan muy deliberado para erradicar a la población de Gaza de este territorio”.
Al considerar los hechos, es evidente que Israel está perpetrando un genocidio a una escala que el mundo no ha presenciado en muchos años. Calificar lo que está sucediendo como “guerra”, como si existiera alguna apariencia de paridad entre las partes, es una despreciable broma. A diario aparecen en los medios historias de atrocidades bien documentadas, que demuestran la desesperación de la situación en Palestina, y el dinero de los estadounidenses pagadores de impuestos las financia. Las Fuerzas de Defensa de Israel no sólo han matado por hambre, disparado, ametrallado y bombardeado a esta gente hasta casi dejarla en el olvido, sino que también han destruido prácticamente toda la infraestructura hídrica de Gaza, atacando plantas desalinizadoras, asesinando a los trabajadores encargados de reparar los daños, y bloqueando la entrada de materiales relacionados con el agua a la ahora infernal franja de tierra llamada la Franja de Gaza. Durante una reciente entrevista radial, el excandidato presidencial Ralph Nader estimó en 500.000 el número de palestinos asesinados desde Octubre de 2023, cifra que extrapoló a partir de fuentes como The Lancet y declaraciones de funcionarios de la ONU. Nader dijo:
“No se puede tener un pequeño enclave, del tamaño geográfico de Filadelfia, con 2,3 millones de habitantes, con 170.000 toneladas de bombas, todo tipo de artillería, fuego de francotiradores, negación de alimentos, agua, medicamentos, atención médica, todo tipo de enfermedades infecciosas, destruyendo hogares, edificios de apartamentos, mercados, instituciones religiosas, instituciones educativas, todo lo que se mantiene en pie, todo lo que se mueve; 75% de Gaza está ahora completamente destruida … ¿E intentan convencernos de que todavía quedan 97 de cada 100 gazatíes vivos? ¿De qué están hechos? ¿De acero y amianto?
Incluso si la cifra del anciano Nader es reducida a la mitad (y dudo que sea así, después de ver fotos del devastado paisaje gazatí), siguen siendo 250.000 palestinos asesinados, aproximadamente el equivalente al número de judíos que murieron bajo la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial, según un análisis creíble de los datos disponibles. [Véase también: Rompiendo el hechizo: El Holocausto, Mito y Realidad, por el Dr. Nicholas Kollerstrom.] Y, sin embargo, canallas sionistas como Benjamin Netanyahu y Randy Fine nos dicen que no creamos lo que ven nuestros mentirosos ojos, cuando a diario aparecen videos en línea que muestran a gazatíes siendo destrozados y muriendo de hambre, según las declaraciones públicas de los propios políticos y líderes religiosos israelíes. Mientras tanto, es responsabilidad de todo el mundo occidental creer las demenciales fantasmagorías judías sobre cámaras de gas, pantallas de lámparas, humo de colores, fosas en llamas, cabezas reducidas, panes de jabón, manadas de lobos, osos y águilas, y cualquier otra porquería que sea presentada al ingenuo público crédulo en cualquier momento. Lo que ocurrió o no ocurrió hace 80 años en Europa, no debería afectar a los estadounidenses de hoy, muchos de los cuales están hartos de la música de violín y la extorsión emocional. Ante el continuo genocidio israelí de los palestinos, millones de personas comienzan a ver al judío como lo que es: el villano más brutal de la historia.
Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko








