En mi artículo anterior sobre Milei, publicado hace 18 días, argumenté que el gobierno de Milei está ejecutando un esquema Ponzi de deuda e inflación que está llegando a su fin, y que el único logro concreto de su administración hasta la fecha es haber destruido la moneda y creado un casino de criptomonedas desprovisto de valor, convirtiendo la especulación con bonos y divisas en la única vía hacia la seguridad financiera en Argentina. Desde que escribí ese artículo:
- El peso argentino cayó otro 10% frente al dólar estadounidense, y ya ha superado el límite superior de la banda en la que el gobierno afirmó que pretende mantener al peso.
- Esta caída del peso se produce a pesar del anuncio oficial del gobierno de Milei de que está interviniendo en el mercado cambiario comprando pesos con los pocos dólares prestados que tiene. Se estima que gastaron U$S 540 millones la semana pasada. Todo ésto para mantener el tipo de cambio relativamente estable en previsión de las elecciones de ayer.
- El Tesoro logró colocar todas sus subastas de bonos más recientes, pero ésto ocurrió sólo después de elevar las tasas de interés anuales a 88% e imponer nuevos encajes bancarios más altos –acreditables en parte con bonos–, lo que los obligó a los bancos a comprar más bonos. Como resultado, las acciones de los bancos argentinos en la Bolsa de New York cayeron.
- Las acciones y bonos argentinos también cayeron drásticamente.
- Milei y su hermana están implicadas en un escándalo de corrupción masivo, relacionado con sobornos en contratos de medicina para personas con discapacidad.
- El partido de Milei perdió las elecciones regionales ayer contra los peronistas.
Conclusión:
Durante dos años, este estafador duplicó o triplicó la mayoría de las métricas de oferta monetaria, enriqueció a los especuladores del mercado de bonos, y mantuvo la estafa piramidal de carry trade, drenando dinero al país, todo bajo el pretexto de que era necesario para evitar que los peronistas volvieran al poder. Aun así, perdió las elecciones y posiblemente también perderá las elecciones legislativas del próximo mes. Sus disparates no durarán mucho en el poder, pero todos los pesos adicionales que generó y la deuda en la que incurrió perseguirán a los argentinos durante años. Recuerden: en los primeros 20 meses desde que asumió el cargo, la oferta monetaria aumentó en:
M0: 344%
M1: 152%
M2: 114%
M3: 164%
Creo que es crucial en este punto comprender la anatomía de la estafa piramidal del mercado de bonos que Milei utilizó para destruir la moneda y su mercado de bonos. Así pues, dediquemos unos minutos a analizar cómo funciona el carry trade en Argentina, por qué es un desastre, cómo ha despojado a los argentinos de su preciada riqueza, y por qué es insostenible y probablemente esté al borde del colapso.
Desde que Milei asumió el cargo en Diciembre de 2023 e incumplió su promesa de cerrar el banco central, anunció que el tipo de cambio del peso podría depreciarse frente al dólar estadounidense a una tasa controlada de 2% mensual. En Febrero de 2025, esta tasa fue reducida a 1% mensual y, a finales de Abril de 2025, fue eliminada la paridad, y el gobierno anunció su intención de mantener el peso cotizando entre 1.000 y 1.400 $/U$S.
En el mercado de bonos, el gobierno argentino ofrecía sus bonos a tasas de interés absurdamente altas, que superaban la tasa de devaluación del peso frente al dólar. Ésto creó una enorme oportunidad de arbitraje. Cualquiera podía entonces comprar bonos y obtener una rentabilidad superior a la devaluación del peso. Ésto resulta especialmente tentador para quienes tienen ahorros en dólares. Si los bonos ofrecen 5% mensual y el peso es devaluado sólo 2% mensual, se obtiene una buena rentabilidad mensual real de 3%. Ésto es lo que se denomina carry trade o, en Argentina, “bicicleta financiera”. Un auténtico esquema piramidal, la bicicleta es actualmente la industria más importante de Argentina. Si montas en bicicleta en Argentina, tus hijos se acuestan bien alimentados todos los días. Si no andas en bicicleta, es muy probable que se acuesten con hambre.
La bicicleta es obviamente insostenible porque, como el gobierno estuvo ofreciendo altos rendimientos en sus bonos, necesita crear más pesos, lo que devalúa el peso. Es imposible que esta bicicleta funcione indefinidamente, porque es imposible que el gobierno siga ofreciendo rendimientos superiores a la devaluación de la moneda. Cuanto mayores sean los rendimientos, más moneda es creada y mayor será la presión a la baja sobre ésta. Inevitablemente, llega un punto en que el peso es significativamente devaluado, a un ritmo que supera el rendimiento del bono. En ese momento, la bicicleta se rompe y los ciclistas pierden dinero. Una vez que ésto sucede, es muy probable que la devaluación aumente, que los ciclistas se bajen de la bicicleta ,y que se produzca un éxodo masivo desde la estafa piramidal de las bicicletas. Los ciclistas se deshacen de los bonos del gobierno y los pesos y, en su lugar, buscan refugio en dólares o, si son inteligentes, en bitcoin. El peso se desploma, los bonos se desploman, y el gobierno se ve obligado a implorar un rescate del FMI. Este es un esquema piramidal por excelencia, ya que quienes se incorporen primero se beneficiarán enormemente, mientras que quienes lleguen tarde tendrán muchas más probabilidades de verse perjudicados. Pero lo más importante es que esta abominación es parasitismo completamente improductivo que no aporta nada de valor a la sociedad. Por el contrario, produce algo de valor negativo, porque permite al gobierno continuar imprimiendo dinero, refinanciando su deuda, y gastando en todas las tonterías en las que los gobiernos gastan nuestro dinero.
Actualmente, posiblemente haya entre U$S 40.000 y U$S 80.000 millones en deuda pública en pesos, la que está siendo refinanciando con vencimientos a menos de un año. Ésta es posiblemente una buena estimación de la magnitud del carry trade, y posiblemente la mejor explicación de por qué Argentina sigue sumida en la inflación y en interminables crisis fiscales y monetarias. Decenas de miles de millones de dólares no van a empresas productivas que mejoran la vida de las personas, sino que se canalizan hacia este absurdo esquema piramidal. En lugar de contratar trabajadores para producir bienes que la sociedad valora, gran parte del capital argentino es destinado a este juego de ruleta rusa financiera. Si logras evitar la bala devaluatoria cuando tu dinero está en bonos, te beneficiarás; pero cuando ocurra el inevitable colapso, estarás arruinado. Es un juego de azar a nivel nacional, que redistribuye la riqueza en toda la sociedad y recompensa a algunos jugadores a expensas de otros.
Pero este juego de ruleta rusa no es precisamente aleatorio, y no se trata sólo de redistribuir el dinero en toda Argentina. Los funcionarios gubernamentales que controlan el juego y emiten los bonos saben mejor cuándo jugar, cuándo entrar agresivamente, y cuándo salir. La persona promedio, en particular quienes intentan ser productivos mientras mantienen un trabajo real, siempre estarán en desventaja y serán mucho más propensos a recibir la bala. Los pobres, que no pueden especular con bonos y sólo pueden tener efectivo como ahorro, ven cómo el valor de su dinero disminuye constantemente. Gracias a la liberalización de los flujos de capital, ahora es posible que los extranjeros entren en el juego. De hecho, JP Morgan, cuyos antiguos miembros ocupan los puestos más importantes de la administración Milei, instó a sus clientes a participar en el juego en Abril y, a finales de Junio anunció su salida. Se estima que obtuvieron una ganancia anualizada de 64% durante esos tres meses.
Banqueros de todo el mundo lograron superar a la gran mayoría de las acciones y operadores a nivel mundial, simplemente jugando a esta ruleta rusa fraudulenta, y entrando y saliendo en el momento oportuno.
En total, los inversores extranjeros deben haber sacado miles de millones de dólares del país con esta operación, y se trata de una ganancia completamente parasitaria que no ofrece nada de valor al pueblo argentino. No hace falta ser un izquierdista empedernido para ver la estafa parasitaria que constituye. La inversión extranjera que proporciona capital a empresas productivas que producen bienes valiosos para el pueblo del país, es muy diferente de la “inversión” extranjera que ayuda al gobierno a mantener su esquema piramidal en funcionamiento durante unos meses más.
La naturaleza lucrativa del carry trade es la mejor explicación de por qué Milei lo mantuvo tras asumir el cargo. La cantidad de dólares que se gana con este amañado juego lo convierte posiblemente en la industria más rentable de Argentina. Quienes se benefician con el mismo pueden superar a prácticamente cualquier otra industria del país. Si Milei cierra el banco central y deja de imprimir el dinero que mantiene a la pirámide de bonos, el carry trade terminará y muchos ricos tendrán que empezar a hacer algo productivo. El carry trade también es rentable para el gobierno, porque le permite seguir imprimiendo dinero y refinanciar su deuda. Milei no ha sido diferente de sus predecesores, continuando con este juego de ganancias a corto plazo para unos pocos, a expensas del futuro de todo el país.
La salida de JP Morgan parece ser un punto de inflexión significativo en la pirámide, y posiblemente contribuyó a precipitar la subasta fallida de hace cuatro semanas, que ahora deja al gobierno ante un serio dilema. Ya sea por comprender la dinámica de la pirámide o por sus conexiones privilegiadas, JP Morgan ahora estima que el riesgo de un ciclo de recompra no se compensado. Con su dinero en el extranjero y otros inversores probablemente prestando atención, es muy posible que el juego haya terminado. En cualquier caso, es sólo cuestión de tiempo, porque es simplemente imposible seguir refinanciando deuda con estos exorbitantes tipos de interés. Ha habido algunas operaciones de carry trade en el pasado que fueron revertidas con pocos daños, pero todas ocurrieron cuando la oportunidad de arbitraje residía en activos que ofrecían rendimientos moderados, muy por debajo de 20%, como Brasil en 2016-19, la República Checa en 2013-17, y Chile en 2010-12. En todos los casos en que las operaciones de carry trade involucraron bonos gubernamentales de alto rendimiento, el resultado fue desastroso. En Rusia 1998, Argentina 2001-2, Ecuador 1999-2000, Ucrania 2014-2015 y Sri Lanka 2022, los gobiernos incumplieron sus obligaciones y las monedas perdieron más de 50% de su valor como consecuencia. Sencillamente no es posible continuar indefinidamente refinanciando deuda con altos intereses, sin destruir la moneda.
Cuando los economistas austriacos criticamos a Milei por no cerrar el banco central, no lo hacemos por ser puritanos dogmáticos, ni por no comprender las realidades políticas y económicas de la situación, como insisten muchos de sus aduladores. Al contrario, es precisamente cuando se comprende la depravación del golpe, que se comprende que la continuidad del banco central implica la continuación del carry trade, la continua sangría de capital del país, y la devastadora desviación del tiempo y el talento del país hacia un casino completamente improductivo, en lugar de una empresa productiva, maniobra insostenible y condenada a estallar con consecuencias devastadoras. Cuanto más dure, más dañino será. No es idealismo querer que cese el esquema piramidal; es una necesidad práctica y material. No es idealismo querer cerrar el banco central. Es un delirante idealismo esperar que el banco central opere de forma que beneficie a la sociedad, cuando sólo puede sobrevivir gestionando este esquema piramidal masivamente destructivo.
Dado el nivel de corrupción que Milei demostró en el escándalo de la moneda basura Libra y los contratos de medicamentos y suministros para discapacitados, ¿es tan descabellado imaginar que toda su acción libertaria fue sólo una conveniente estratagema para mantener el carry trade en beneficio de sus compinches?
Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko








