El crimen del Gran Reemplazo

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    La cuestión más importante del siglo XXI

    I. Introducción

    El Gran Reemplazo es el fenómeno claramente observable de países anteriormente blancos, que se vuelven mucho menos blancos. En cada país, este proceso es –hasta donde puede verse, interminable, por lo que inevitablemente resultará en que la población blanca sea absorbida por otros y, por lo tanto, “reemplazada”. En esta serie de ensayos, pretendo demostrar que este proceso es real (no una mera “teoría de la conspiración”) e intencionado (no un mero “fenómeno emergente”), y luego contrastarlo con diversas definiciones de genocidio.

    Escuela Primaria Montem, Londres, 1906 y 2023

    Dado que este es un asunto extremadamente polémico, deberíamos comenzar con las definiciones.

    Por “blanco” me refiero a “genéticamente europeo”, independientemente de dónde nació o creció la persona. Ésto es similar a cómo, con el término “negro”, me refiero a “genéticamente subsahariano”. Estos términos han generado controversia en el ámbito académico en las últimas décadas, pero son completamente comprensibles para la gente común y honesta (cuando una académica marxista cultural, ciega y negacionista ante la raza, es asaltada por un hombre negro, así es como describirá a su agresor ante la policía).

    Por “países anteriormente blancos” me refiero a todos los países de Europa, así como a aquéllos fundados por europeos en tierras que conquistaron y colonizaron. Estos últimos (Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda) no eran originariamente blancos, sino que sus tierras se transformaron en países poblados y dominados durante siglos por europeos blancos. Por eso se les conocía como “países blancos”. La clasificación de cualquier país europeo como “blanco” no debería ser controvertida. Que los europeos se describieran a sí mismos como “blancos” en siglos anteriores es irrelevante.

    El Gran Reemplazo es la transformación de estos países blancos en países multirraciales y multiculturales. Esta transformación está ocurriendo a una escala y velocidad sin precedentes. Su resultado no será una dispersión de diversidad benigna, sino la reducción de la mayoría blanca a una minoría en cada uno de estos países.

    Sólo podemos especular sobre lo que sucederá después: la posible experiencia de la minoría blanca en su tierra natal. Como cualquier otra minoría presente, ahora tendrá que competir por recursos y favores políticos, pero a diferencia de cualquier otra minoría, será una antigua potencia defenestrada. Esta condición suele conllevar sufrir desprecio y venganza por parte de otros. Ambas cosas ya son evidentes hoy en día.

    Es absurdo pensar que las minorías serán tan amables con nosotros como nosotros lo hemos sido con ellas (excepcionalmente amables). Por eso los progresistas no entienden nada cuando preguntan con suficiencia: “¿Por qué les preocupa que los blancos se conviertan en minoría? ¿Se las trata mal o algo así …?”

    La respuesta es sí: dondequiera que gobierne un grupo no blanco, las minorías tienden a ser tratadas de forma abominable. Pero la vida para una minoría, una vez en el poder, será aún peor. Hoy en día, el desprecio por los blancos es fomentado sistemáticamente, como si se preparara a otras razas para brutalizarnos cuando dejemos de predominar.

    Sin embargo, aunque este posible futuro hace que el Gran Reemplazo sea aún más importante, sería importante de todos modos. Perder el predominio en la propia patria es claramente algo malo. La idea de que debamos explicar por qué lo consideramos objetable es indignante; la idea de que debamos considerarlo digno de elogio, aún más. Ningún otro grupo humano en toda la historia ha deseado jamás para sí mismo lo que el Gran Reemplazo nos está haciendo.

    Además, aunque este terrible futuro seguirá posiblemente al Gran Reemplazo, no necesitamos demostrar que ocurrirá para demostrar el Gran Reemplazo en sí. No puedo demostrar que hará un frío terrible el próximo invierno, pero sí puedo demostrar que mi casa se está cayendo a pedazos hoy, y eso es cierto incluso si el próximo invierno no hace un frío terrible.

    Desde el principio es importante responder a quienes afirman que el Gran Reemplazo no puede ser real, porque la raza no es real y, por lo tanto, no hay nada que pueda ser reemplazado. El argumento es que, si bien la raza puede parecer real, es solo una ilusión óptica (o conceptual), ya que las diversas “razas” son genéticamente muy similares, con mayor diversidad dentro de ellas que entre ellas, etc. Bueno, no necesito refutar estos argumentos absurdos. Sólo necesito señalar que las Naciones Unidas coinciden en que los grupos raciales son reales. En su famosa definición de genocidio, lo describen como un acto dirigido a la destrucción de:

    “un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.

    Ésto fue escrito en 1948, pero siguen refiriéndose a los grupos raciales hoy en día. De hecho, explican que la palabra “genocidio” es derivada de

    “el prefijo griego genos, que significa raza o tribu”.

    Ésto es interesante porque, si es cierto que la raza es una ficción, y que “sólo existe una raza, la raza humana”, entonces el crimen de genocidio racial sería, por definición, imposible, ya que no se podría atacar a “otra” raza ni aspirar a eliminarla –excepto erradicando a toda la especie humana. Claramente, Raphael Lemkin creía en los grupos raciales, y las Naciones Unidas lo hicieron en 1948 y siguen haciéndolo hoy, al igual que todos los que perpetraron, sufrieron o hablaron de genocidio racial.

    La única manera en que el genocidio racial puede ser un crimen real sin que la raza sea algo real, es algo como lo siguiente:

    Mientras que la raza es una ficción, el racismo es real. Quien comete genocidio cree en la raza, y por eso quiere eliminar a un grupo particular de individuos que (erróneamente) cree que son racialmente distintos de él y afines entre sí.

    Creer lo anterior requiere abandonar el sentido común. Pero supongamos que es cierto. Pues bien, si la raza es una ficción lo suficientemente poderosa como para motivar la matanza masiva, posiblemente sea lo suficientemente poderosa como para motivar el Gran Reemplazo. Y si debemos lamentar los resultados (no sólo el proceso) de la matanza masiva, entonces lo mismo debe ser cierto respecto del Gran Reemplazo. Intentamos prevenir el genocidio. Deberíamos intentar prevenir también ésto.

    Se podría argumentar que, incluso si el Gran Reemplazo está ocurriendo, no es importante, ya que el cambio es “pacífico”. En este sentido, las Naciones Unidas pueden ayudar de nuevo. En su definición de genocidio de 1946, afirman:

    [El genocidio] resulta en grandes pérdidas para la humanidad en forma de contribuciones culturales y de otro tipo representadas por estos grupos humanos.

    Si este resultado es negativo cuando es logrado mediante el genocidio como tal, ¿por qué no lo es cuando es logrado mediante un reemplazo “pacífico”? El resultado es el mismo en ambos casos.

    Cada grupo humano encarna y produce características únicas y, por lo tanto, cuando se pierde, esas características (o la capacidad o tendencia a producirlas) también se pierden. Ésto es así tanto si el grupo es sometido a genocidio, como si es perdido por otras causas. Si la pérdida cultural es trágica cuando la causa es el genocidio, ¿por qué no lo es igualmente cuando la causa es la absorción?

    Cabe señalar que, al lamentar la pérdida cultural causada por el genocidio, las Naciones Unidas insinúan que sólo ciertos grupos pueden producir ciertas culturas. Reconocen que la identidad racial importa y tiene consecuencias tangibles. No se puede simplemente imponer un “orden genérico basado en reglas”, y esperar que todos funcionen de forma idéntica. Los grupos raciales tienen características inherentes y un valor único. No tienen que hacer nada para lograr o demostrar su valor; es inherente a su propia existencia.

    La cuestión de la “superioridad” no entra en juego. La diversidad humana debe ser preservada por sí misma, por las mismas razones por las que deseamos preservar las especies vegetales y animales. Puede que algunas nos parezcan más atractivas o admirables que otras, pero independientemente de ello, queremos preservarlas todas. Es incoherente que demos tanta importancia a la tarea de la preservación, mientras afirmamos que los subconjuntos humanos no merecen ser preservados en absoluto, especialmente cuando simultáneamente afirmamos que la “diversidad” es maravillosa.

    Siendo todo ésto así, por supuesto que debemos luchar por preservar las culturas únicas de los países blancos y de los grupos étnicos que las encarnan y producen.

    A lo largo de esta serie, utilizaré el término genérico “Nordia” como sinónimo de cualquier país europeo, con su grupo étnico nativo, “los Nordianos”. También utilizaré el término genérico “Bomalianos”, que se refiere a inmigrantes del Tercer Mundo, ya sean subsaharianos, norafricanos, árabes o del sur de Asia. Los inmigrantes del noreste asiático (japoneses, etc.) no están incluidos; son tan diferentes de estos otros grupos y tan similares a los europeos, que nuestra experiencia de ellos como inmigrantes es drásticamente diferente (y mejor).

    II. Definiendo el Gran Reemplazo como crimen

    Qué es el Gran Reemplazo

    Población blanca en varias ciudades inglesas, en porcentajes

    Al definir el Gran Reemplazo, lo primero que hay que decir es que el nombre no es del todo preciso, ya que el proceso no consiste tanto en el reemplazo por otros grupos, como en su absorción. Sin embargo, el resultado final será la sustitución de un grupo (“Nordianos”) por otros, o posiblemente una nueva fusión de todos ellos. En cualquier caso, el grupo étnico Nordiano dejará de existir.

    Históricamente, la absorción es una vía conocida de extinción. Cuando hablamos de un grupo humano “extinto”, rara vez nos referimos a que todos sus miembros fueron asesinados. Nos referimos a que el grupo fue absorbido por otros grupos. Ese proceso de absorción no es una ampliación benigna del grupo original, sino su desaparición definitiva de la historia.

    Cómo funciona el proceso en el caso del Gran Reemplazo:

    • Añade una cantidad enorme (ilimitada) de Bomalianos a Nordia.
    • Reduce la tasa de natalidad Nordiana (debido al stress por la diversidad y otros factores).
    • Incita, facilita, tienta, incentiva y avergüenza a los Nordianos a mestizarse con Bomalianos.

    Todo ésto es logrado mediante un programa muy elaborado de condiciones artificiales, que abarcan las esferas legal, cultural, social y económica. En mi opinión, estas condiciones artificiales se dividen en cuatro categorías:

    1. Traer Bomalianos en Nordia –inmigración masiva.
    2. Reducción de la tasa de natalidad Nordiana.
    3. Incentivar el mestizaje de Nordianos (mezcla racial) con Bomalianos.
    4. Represión de las protesta de Nordianos contra todo ésto.

    Curiosamente, estas condiciones artificiales han surgido en todos los países blancos, y aproximadamente al mismo tiempo (en las décadas posteriores a 1945). Cada condición no es idéntica en todos los países, pero las diferencias son insignificantes.

    Las cuatro categorías serán abordadas por separado.

    Trayendo bomalianos a Nordia

    La inmigración actual no tiene precedentes históricos.

    ChatGPT estima que, en el siglo XIX, alrededor de 50.000 personas no blancas emigraron a Gran Bretaña. En el año que finalizó en junio de 2024, esa cifra fue de 845.000. En un solo año, Gran Bretaña experimentó una inmigración racial 17 veces mayor que en todo el siglo XIX.

    Éste es sólo un ejemplo, y por supuesto ChatGPT no es la fuente más fiable, pero ilustra la cobardía de sugerir que la inmigración actual sea remotamente similar a la de cualquier otro momento de la historia británica. Estamos viviendo un cambio que habría sido inimaginable para nuestros bisabuelos. La inmigración de posguerra representa una ruptura radical con el pasado de Gran Bretaña.

    Ésto se repite en todos los países de Europa Occidental y el Nuevo Mundo. Nuestro ejemplo ficticio de Nordia servirá de ejemplo para todos esos países.

    ¿Cómo se produce esta inmigración masiva de personas?

    Una serie sincronizada de portadas de periódico, “construyendo un caso” para el ingreso masivo de Bomalianos a Nordia, con base en la muerte de un niño (los numerosos Nordios asesinados por Bomalianos carecen de importancia).

    Hay muchas maneras, cada una basada en condiciones artificiales impuestas por el gobierno, las ONG, el mundo académico, los medios de comunicación o las organizaciones de presión.

    • La creación de una red masiva de ONG y organizaciones benéficas para canalizar a los Bomalianos hacia Nordia.
    • Muchas iniciativas corporativas y estatales ayudan a los Bomalianos a migrar a Nordia y traer a sus familiares, mientras las leyes lo permitan.
    • La cultura gubernamental desincentiva la deportación de Bomalianos, incluso cuando ésto fuere legalmente viable (por ejemplo, si están aquí ilegalmente, han cometido delitos, etc.), en parte mediante la dotación de personal en las oficinas encargadas de los Bomalianos.
    • Cuando los tribunales se enfrentan a un caso evidente de deportación, la excusa más endeble es utilizada para permitirle quedarse.
    • Se reparten como confites visas de estudiante a los Bomalianos, a pesar de que el gobierno sabe perfectamente que no se irán una vez que expire su visa. Se incentiva a las universidades a dar más plazas a los Bomalianos, y menos a los Nordianos. Una vez que un estudiante está aquí, tiene derecho legal a traer a sus dependientes. Al igual que él, posiblemente nunca se irán.
    • Cuando los “refugiados” Bomalianos van de vacaciones a su país de origen, “peligroso y devastado por la guerra”, el gobierno Nordiano no los deporta. Los medios de comunicación intentan desmentir este escándalo, pero fracasan.
    • Corporaciones con ánimo de lucro reciben pagos del estado (con el dinero de los Nordianos pagadores netos de impuestos) para alojar a refugiados Bomalianos, incluso en inmuebles privados de su propiedad. También son alquilados hoteles enteros para este fin. Los propietarios y hoteleros se ven tentados por las garantías de ingresos de largo plazo (de nuevo con el dinero de los Nordianos pagadores netos de impuesto) y, para crear el espacio necesario, desalojarán a los inquilinos Nordianos (ésto aumenta los alquileres y, por lo tanto, impide que los Nordianos accedan a la propiedad, precarizando sus vidas y previniendo aún más que formen una familia).
    • La difícil situación de los refugiados Bomalianos es ampliamente difundida (mientras que la de los Nordianos asesinados por Bomalianos permanece en el olvido).

    Reducción de la tasa de natalidad de Nordia

    En la Nordia actual, casi no hay tendencia social ni causa de moda que no contribuya a la reducción de la tasa de natalidad.

    Se reduce principalmente por la propia inmigración masiva, ya que destruye la estabilidad cultural y aumenta el stress, factores que provocan que las personas con un coeficiente intelectual alto tengan menos hijos.

    A ésto se suman diversas condiciones artificiales que reducen aún más la tasa de natalidad Nordiana. Estas condiciones no son ostensiblemente dirigidas a los nordianos, por lo que en teoría deberían afectar a todos los grupos por igual. Pero en la práctica, su efecto se limita casi exclusivamente a los Nordianos. Ésto se debe a que los Bomalianos están protegidos de las m ismas, ya sea por una religión radical, o por un bajo coeficiente intelectual, o ambos. Las creencias contraintuitivas son basura indigesta para ellos, pero un veneno irresistible para los Nordianos mediocres.

    • La cultura y la identidad Nordianas son sistemáticamente negadas, mientras que la cultura y la identidad Bomalianas son celebradas (basta con ver este comentario de un lector de The Guardian de 2015, que decía: “La cultura inglesa no existe”. ¿De dónde sacó esa idea? Quizás de un artículo de The Guardian de 11 años antes, que decía: “¿Qué es la cultura inglesa? No sé qué es”. Pero podría provenir de diversas fuentes, ya que la idea ha estado muy de moda entre la “intelectualidad” durante varias décadas).
    • La cultura y la identidad Nordianas son sistemáticamente demonizadas, lo que deja a los hombres Nordianos inseguros de qué representan, qué deben defender, cómo deben verse a sí mismos, etc. Ésto, a su vez, reduce su confianza en sí mismos, especialmente con las mujeres, mientras que los hombres Bomalianos no se ven afectados.
    • Para financiar a los Bomalianos improductivos y a menudo dependientes de la asistencia social, son agravadas las cargas fiscales sobre los Nordianos pagadores netos de impuestos, lo que los deja con menos dinero para formar una familia.
    • La promoción de la diversidad implica que menos hombres Nordianos pueden acumular riqueza que los haría atractivos para las mujeres Nordianas, lo que reduce su tasa de natalidad, mientras que esa riqueza es destinada a los hombres Bomalianos, lo que aumenta su tasa de natalidad (ya sea con mujeres Bomalianas o Nordianas).
    • El feminismo implica que las mujeres Nordianas se dedican a una carrera profesional en lugar de a la maternidad, lo que reduce su tasa de natalidad, mientras que no reduce la de las mujeres Bomalianas, ya que éstas son en gran medida inmunes al feminismo.
    • La promoción de estilos no reproductivos de vida sexual (por ejemplo, gays, lesbianas, trans) afecta de manera similar a los Nordianos mucho más que a los Bomalianos, reduciendo así sus tasas de natalidad (al alejarlos del matrimonio heterosexual), pero no la de los Bomalianos.
    • La promoción de la anticoncepción y del aborto separa el sexo de la función reproductiva, reduciendo la tasa de natalidad (de nuevo, los Bomalianos no se ven afectados).
    • La demonización de la raza blanca (privilegio blanco, fragilidad blanca, supremacía blanca, etc.) desalienta a las mujeres Nordianas a querer tener hijos, y menos aún hijos Nordianos puros, los que prolongarían este “legado tóxico” de la “blancura”.
    • La creación de la amenaza del “cambio climático” y su difusión en los medios de comunicación, lugares de trabajo y escuelas, con la posible “redención” de que se puede ayudar a prevenir el cambio climático al no tener hijos. Como siempre, los Nordianos se dejan llevar por el miedo al “cambio climático”, mientras que los Bomalianos se muestran inmunes.
    • Es defendida la idea de “no tener hijos”, especialmente para la clase media Nordiana con estudios. De nuevo, los Bomalianos se muestran inmunes, ya que no leen The Guardian ni se gradúan en Estudios de la Mujer.

    Fomento del mestizaje entre los Nordianos

    Tras la incorporación de Bomalianos en su comunidad, en cantidades cada vez mayores, el siguiente paso es fomentar el mestizaje entre los Nordianos.

    Ésto se logra a través de las mujeres jóvenes del grupo Nordiano, ya que los hombres, aunque por naturaleza son más promiscuos sexualmente que las mujeres, se preocupan instintivamente por la identidad grupal, mientras que a las mujeres les preocupa específicamente la supervivencia de sus hijos, que depende de la fuerza paterna. Por lo tanto, la supervivencia de un grupo depende de la lealtad sexual de las mujeres, no de los hombres. Son las mujeres quienes, mediante sus decisiones de apareamiento, deciden qué grupo persistirá y cuál desaparecerá.

    Otra razón para enfocarse en las mujeres jóvenes con condicionamiento social, es que los hombres son menos susceptibles a aquél que las mujeres, especialmente las jóvenes, que son muy conformistas y se aferran fácilmente a las ideas “de moda”.

    A pesar de todo ésto, cabe destacar que las mujeres Nordianas mantienen una gran lealtad racial, incluso con toda la propaganda dirigida contra ellas, y todas las demás condiciones artificiales que fomentan su mestizaje.

    • La celebración del mestizaje anima a las mujeres Nordianas a mestizarse (de nuevo, las mujeres Bomalianas no se ven afectadas por este condicionamiento, por lo que continuarán reproduciéndose con sus propios hombres, por lo que la tasa de natalidad Bomaliana no se verá afectada).
    • Celebración de los bebés mestizos como más sanos, felices, inteligentes y atractivos.
    • Los mensajes feministas para disuadir a los hombres de acercarse a las mujeres son dirigidos casi exclusivamente a los hombres Nordios, lo que deja abierta la puerta a que los hombres Bomalianos se acerquen a las mujeres Nordias.
    • Se anima a los hombres Bomalianos a acercarse a las jóvenes Nordias, las que están condicionadas (por los medios de comunicación y la educación) a desear, alentar y aceptar estas insinuaciones.

    • Es sistemáticamente negada la existencia del grupo étnico Nordio o su ascendencia nativa. Por lo tanto, no hay nada que preservar. Sólo existe una ficción que genera racismo y, por lo tanto, debe ser erradicada. Ésto puede ser logrado mediante la abstención de reproducción por parte de las mujeres Nordias, o por la elección de hombres Bomalianos.

    • Crítica hacia los Nordianos, tachándolos de “racistas”, por no querer el cruce de razas.

    Represión de las protestas en Nordia

    Durante décadas, los Nordianos han sido conscientes de las condiciones mencionadas. Algunos reconocieron el programa en su totalidad, otros sólo sus aspectos más evidentes. Algunos se indignaron por los numerosos cambios en la vida cotidiana provocados por la presencia de Bomalianos y la pérdida gradual de familiaridad. Otros percibieron, desde el principio, la amenaza existencial de largo plazo que representaba para Nordia. Todas estas situaciones han sido motivo de protesta. El gobierno y los medios de comunicación han respondido con diversas condiciones artificiales para silenciar, castigar y socavar la protesta.

    • Cualquier Nordiano que exprese su preocupación por el futuro de su grupo étnico es avergonzado, denigrado, demonizado y castigado de todas las maneras posibles.
    • Las organizaciones financiadas por el gobierno existen exclusivamente para lograr lo anterior, y existen leyes que lo facilitan.
    • Conscientes de que la población Nordiana desea vehementemente que lleguen menos Bomalianos cada año, todos los partidos políticos hacen campaña electoral con la promesa de reducir el número de Bomalianos; sin embargo, una vez en el gobierno, nunca lo hacen y, por lo general, lo aumentan (podría realizarse un estudio para cada país europeo, comparando las promesas hechas por cada partido gobernante antes de ser elegido, con lo que hizo una vez en el poder; los ejemplos serían tan monótonos como numerosos).
    • Las leyes contra el “discurso de odio” impiden que los Nordianos se quejen de cualquier aspecto colectivo de los Bomalianos. En teoría, estas leyes son recíprocas, pero en la práctica casi nunca son utilizadas para castigar el odio o el resentimiento de los Bomalianos hacia los Nordianos.
    • Las leyes impiden que los Nordianos discriminen a los Bomalianos de cualquier manera. En teoría, estas leyes son recíprocas, pero en la práctica, los Bomalianos se salen con la suya discriminando abiertamente a los Nordianos. Los Nordianos cometen “crímenes de odio”, pero nunca contra ellos.
    • Mientras los hombres Bomalianos se acercan a las mujeres Nordianas, los hombres Nordianos son castigados de todas las maneras posibles por desalentar, y por querer desalentar, tales interacciones, a pesar de que a lo largo de la historia, esa habría sido la respuesta masculina natural al acercamiento de mujeres por parte de hombres extranjeros. Esa respuesta natural, por cierto, no es castigada en los hombres Bomalianos cuando protegen a sus propias mujeres. Sólo se espera que los hombres Nordianos acepten que sus mujeres se desvíen. La respuesta masculina natural es comprendida y aceptada en todos los grupos, excepto en Nordia.
    • Negar que los Nordios puedan ser víctimas de discriminación racial, debilita su posición social, a la vez que fortalece la de los Bomalianos.
    • La ruptura de las tradiciones y los vínculos sociales Nordios debilita aún más su posición social, a la vez que fortalece la de los Bomalianos.

    Para 2015, estas medidas habían creado tal atmósfera de opresión e intimidación, que los Nordianos de a pie ni siquiera se atrevían a quejarse de la enorme afluencia de Bomalianos a su país a través de la llamada “crisis migratoria”, a pesar de que fue de una magnitud sin precedentes y fue obviamente creada, facilitada y financiada por su propio gobierno, en connivencia con ONG e instituciones globalistas. Fueron una injusticia y un engaño muy claros, pero casi nadie se atrevió a decir nada. El establishment había pasado décadas asegurándose de ello con las medidas mencionadas, y muchas más.

    En resumen, el Gran Reemplazo abarca no sólo los niveles históricamente sin precedentes de inmigración Bomaliana, sino también las numerosas condiciones artificiales que transforman la sociedad Nordia, reducen la natalidad nativa, y fomentan el mestizaje. El Gran Reemplazo no se limita a la presencia de Bomalianos en Nordia, sino a todas esas otras condiciones que instrumentalizan dicha presencia para la destrucción del grupo étnico Nordio.

    Los Nordios comunes ven desaparecer su cultura, estilo de vida y grupo étnico. También ven que ésto no ocurre por casualidad, y que su gobierno les miente continuamente al respecto, sin hacer nada para detenerlo, y haciendo todo lo posible para acelerarlo. Cuando se atreven a pensarlo, los Nordios comunes sospechan que su especie ha sido el objetivo de una extinción planificada –lo que podríamos llamar genocidio.

    III. ¿Se trata de un crimen en grado de tentativa?

    Analizando si el Gran Reemplazo es un constructo de ingeniería

    El cambio es parte de la vida y es inevitable. Pero el Gran Reemplazo representa un cambio a una velocidad y escala inimaginables en la memoria reciente.

    Quienes defienden (o quienes niegan) el Gran Reemplazo, suelen afirmar que se trata de un fenómeno orgánico, que ocurre espontáneamente como un “regalo” de la naturaleza. Claro que la alternativa a la espontaneidad es que sea manipulado. Ésto nos lleva a “salas oscuras y llenas de humo donde hombres ricos, fumando puros, ríen con malicia mientras traman planes elaborados”. Esa caricatura absurda es la forma en que se ha educado al público para que considere cualquier tipo de pensamiento “conspirativo”, cualquier suposición de que los grandes acontecimientos o tendencias son manipulados. Se espera que el público crea que todo “simplemente sucede”, que las personas responden a incentivos, impuestos por otras personas que simplemente responden a incentivos, que fueron simplemente respuestas a eventos naturales imprevistos, y así sucesivamente, todo ocurriendo orgánicamente, sin previsión ni deliberación, hasta llegar a un núcleo profundo y absoluto de aleatoriedad total. Pero, para creer eso, hay que creer que las personas más poderosas y mejor conectadas del mundo sencillamente … no utilizan su poder ni sus conexiones. ¿Es eso plausible? ¿Por qué no lo harían?

    Además, cuando observamos que …

    • el Gran Reemplazo no habría ocurrido si no hubiera sido forzado por una amplia gama de condiciones artificiales implementadas por el gobierno, la academia y los medios de comunicación (véase el capítulo 2 para obtener listas exhaustivas, aunque no completas, de estas condiciones artificiales).
    • Las diversas condiciones son replicadas por muchos países.
    • Comenzaron aproximadamente al mismo tiempo en todos.
    • Inicialmente, los nativos se resistieron.
    • Cuando sus quejas fueron justificadas, el estado en todos los países reaccionó, no abordando los problemas con sensatez, sino suprimiendo las quejas.
    • Los argumentos utilizados para justificar el Gran Reemplazo no se sostienen (“La gente del Tercer Mundo es buena para la economía”, “Las culturas del Tercer Mundo tienen mucho que enseñarnos”, “Sólo los indios pueden cocinar bien la comida india”).
    • Ha sido inventada una historia falsa para justificarlo retrospectivamente (“Los necesitábamos para cubrir las carencias del mercado laboral”, “Los primeros europeos eran negros”, “Gran Bretaña siempre ha sido multicultural y multirracial”, “Gran Bretaña es una nación de inmigrantes”).
    • Para obstaculizar la reflexión y el debate honestos sobre todo ésto, los medios de comunicación, las escuelas, las universidades y otros organismos estatales y corporativos, inculcan en el público un conjunto de ideas contradictorias y falaces. Instituciones tan generalizadas, que mucha gente cree en ellas como si fueran una religión. Incluso donde no se alcanza la fe, se impone la aquiescencia.

    … parece que el Gran Reemplazo ha sido, en efecto, planificado. Fue creado para suceder, contra toda probabilidad y contra la voluntad de la gente de muchos pueblos.

    Debe prestarse especial atención a las ideas contradictorias y falaces mencionadas, promulgadas por las autoridades, y que obstaculizan el debate honesto. A continuación, una selección:

    • “Nadie nace prefiriendo su propia raza. El racismo se aprende”.
    • “La raza es una ficción, pero la diversidad racial es una fortaleza”.
    • “Todas las razas son funcionalmente idénticas, pero la diversidad racial es una fortaleza”.
    • “Todas las culturas son iguales, pero la diversidad cultural es una fortaleza”.
    • “Todas las culturas son igualmente valiosas, pero debemos ser respetuosos con las culturas muy diferentes”.
    • “Todas las culturas son igualmente valiosas, pero debemos rescatar a los pueblos del Tercer Mundo de sus culturas bárbaras, acogiéndolos en nuestras propias tierras”.
    • “Una regla para todos los demás, otra para los blancos”.

    • “El multiculturalismo beneficia a la gente blanca, pero es un castigo que merecen”.
    • “La inmigración masiva es una respuesta o consecuencia del imperialismo, aunque tu país nunca haya tenido un imperio”.
    • “Tu cultura es simplemente una mezcla de muchas otras culturas, porque compras productos extranjeros”.
    • “La sociedad (con razón) demoniza a los blancos, a pesar de que ostentan todo el poder”.
    • “Las minorías étnicas (que necesitan protección) son en realidad la mayoría global (que merece predominio).”
    • “Su país, especialmente, tiene que aceptar a los inmigrantes porque [tal razón]”.
    • “Los blancos no existen, pero son culpables”
    • “El Gran Reemplazo no está ocurriendo, pero es algo para celebrar”
    • “La gente de color construyó países blancos, pero no los suyos”
    • “Tu país siempre fue multirracial, pero tiene un pasado muy racista”
    • “El Gran Reemplazo es un mito, pero en el futuro todos serán mestizos”
    • “El Gran Reemplazo es un mito, a menos que lo apruebes como yo”
    • “Las personas de color necesitan verse representadas en los medios, pero las personas blancas no”.
    • “Es racista que actores blancos interpreten figuras históricas de color, pero está bien que actores de color interpreten figuras históricas blancas”.
    • “Los africanos pueden desempeñar trabajos de alto nivel aunque su coeficiente intelectual promedio sea de 75” / “El coeficiente intelectual es medido con standards eurocéntricos” / “El coeficiente intelectual no tiene validez predictiva”.

    ¿Cómo pudo un disparate tan obvio volverse tan común, si no es mediante presión intencionada?

    Eso puede ser logrado, sobre todo, con dinero. La gente “creerá” lo que se le paga para creer. La gente no verá lo que se le paga para no ver. Los estudios llegarán a las conclusiones deseadas por los financiadores.

    Más allá de los incentivos económicos, también son efectivas las amenazas de castigo, despido, daño a la reputación y encarcelamiento.

    Tras un período tan prolongado, ha sido impuesto un nuevo consenso social al que la gente se amoldará de forma natural, ya que la mayoría tiene una profunda necesidad de adherirse a las normas del grupo (sean cuales fueren). Si tienes influencia real y la utilizas con inteligencia, el resultado de tu trabajo no será influir constantemente en el público, sino que éste se influencie constantemente entre sí con las ideas que tú elijas; un nuevo consenso que se autoperpetúa y autoprolifera. Claro que eso no significa que sea invulnerable; siempre habrá descontentos y rebeldes que lo cuestionen y lo rechacen, pero puedes lidiar con ellos.

    En resumen: la inmigración masiva de los últimos cincuenta años ha venido acompañada de un programa implacable y exhaustivo de adoctrinamiento, el que acelerará claramente la sustitución demográfica de un grupo dócil por (muchos) grupos agresivos, y el debilitamiento máximo del grupo dócil en dicha contienda. La idea de que este programa de adoctrinamiento surgió por casualidad, sin intención consciente, es absurda.

    Alguna o todas las condiciones artificiales (véase el capítulo 2) podrían haber sido eliminadas en cualquier momento, pero nunca lo fueron, incluso después de que su resultado se hiciera evidente (ningún gobierno podría ignorar el cambio demográfico que se está produciendo en su país). Por lo tanto, debemos concluir que este resultado es considerado deseable o, como mínimo, aceptable. Pero, en cualquier caso, es conocido. Por lo tanto, el gobierno es ciertamente culpable de complicidad. Sin embargo, dado que ha fortalecido y reafirmado continuamente estas condiciones artificiales a lo largo del tiempo, debemos asumir que el efecto es activamente deseado y, por lo tanto, que existe intención.

    Argumentar lo contrario es argumentar que un hombre que envenena continuamente a otro, lo hace sin intención de matar. El argumento actual se basa en el hecho de que el otro hombre no ha muerto –aún. Ésto significa que el crimen aún no se ha consumado, no que no haya intención de cometerlo.

    La continua facilitación de la inmigración masiva, sumada al continuo fortalecimiento de las condiciones artificiales (véase el capítulo 2) y la difusión de las ideas falaces (mencionadas anteriormente), sugiere un plan de acción consciente y deliberado, con medidas que se refuerzan y amplifican mutuamente, y todo ello encaminado a aumentar la inmigración masiva de personas no blancas a los países blancos, fortalecer la posición de los no blancos dentro de los países blancos, debilitar la posición de los blancos dentro de sus propios países, negarles cualquier posibilidad de protestar y facilitar su desaparición, ya sea por reemplazo o por absorción por los no blancos. Todo lo que el gobierno ha hecho contribuye a ello, y nada de lo que ha hecho –nada– lo aleja de ello. Es inconcebible que ésto pueda suceder sin intención.

    Así que, sí, está siendo deliberadamente hecho. Aunque de alguna manera no haya sido previsto de antemano (!), el efecto del Gran Reemplazo ahora es claramente perceptible. Por lo tanto, preservar o potenciar todas las condiciones que provocan este efecto, es provocarlo deliberada y conscientemente.

    IV. ¿Es democrático?

    Examinando si el Gran Reemplazo cuenta con el consentimiento público

    Cuando no lo niegan, los partidarios del Gran Reemplazo lo celebran. Es evidente que, en cierto sentido, lo “desean”. Pero ¿qué pasa con el público en general? Al fin y al cabo, en nuestra supuesta era democrática, un indicador fundamental de cualquier política gubernamental es el consentimiento del público.

    En cuanto al Gran Reemplazo, el argumento es que el público lo consiente por defecto, porque elige gobiernos que luego aumentan la inmigración no blanca. ¿Acaso la responsabilidad recae en los votantes que eligieron a ese partido en las urnas?

    Hay tres puntos que pueden ser formulados como preguntas:

    • ¿Cuándo eligieron los votantes un gobierno que prometiera aumentar sustancialmente la inmigración (no blanca)?
    • ¿Cuándo se realizó un referendum oficial sobre este tema? Al fin y al cabo, es un tema muy importante, que fácilmente justifica un referendum.
    • En lugar de tales referendums, ¿qué revelan las encuestas de opinión pública?

    Utilizaré el caso práctico de Gran Bretaña. Examinaremos el período de 1964 a 2024, para el que se dispone de datos fiables.

    A continuación, la tendencia de la inmigración (real, no neta) al Reino Unido durante ese periodo:

    Fuente: Statista, cuya fuente es el gobierno británico.

    La tendencia general fue claramente ascendente. Las caídas a lo largo del camino fueron apenas sustanciales ni sostenidas como para generar falsas esperanzas. Cada una no sólo se vio rápidamente revertida, sino que solió ir seguida de un nuevo máximo histórico. Se esperaba que el pueblo británico tolerara ésto. Desafortunadamente para sus descendientes, lo hicieron.

    ¿Cómo puedo decir que los británicos se oponían a ésto? Podemos analizar lo que votaron en las elecciones generales durante este período.

    Examinaremos las promesas del manifiesto del partido ganador en cada elección general desde 1964. Ésto es oneroso y muy repetitivo, pero desmiente la afirmación de que los británicos alguna vez “votaron por la inmigración masiva”. Al contrario, nunca la quisieron y siempre votaron por partidos en el poder que prometían reducirla, controlarla o mantenerla en niveles manejables (ambas opciones serían interpretadas por el público como “reducirla”).

    De hecho, desde el principio se comprendió, incluso en el Partido Laborista, que para ser elegidos, debían hacer esta falsa promesa de reducir la inmigración, tan ferviente era la opinión pública. Se convirtió en un mantra para los aspirantes a primer ministro repetir en las conferencias que la inmigración debía ser “controlada” y reducida a “cifras razonables”.

    Al principio, también enfatizaron la importancia de integrar a los recién llegados a la cultura británica, pero pronto fue abandonado por inútil. Sin embargo, incluso cuando el gobierno comprendió que el esfuerzo de integración era inútil, siguió permitiendo la entrada de más recién llegados, y en cantidades cada vez mayores (y hoy, esperar que se integren es considerado por el gobierno una postura de “extrema derecha” y “terrorista”).

    A continuación repasaremos cada elección, mostrando lo que prometió el partido ganador y qué sucedió con la inmigración hasta las siguientes elecciones. En cada gráfico, el año será marcado en rojo si tuvo una inmigración mayor que todos los años anteriores.

    1964 (Partido Laborista)

    La inmigración … requiere al mismo tiempo medidas para abordar los problemas que genera en las localidades principalmente afectadas. Un gobierno laborista … garantizará que los inmigrantes se integren en la comunidad sin … generar tensiones sociales.

    En Smethwick, el candidato laborista fue derrotado por un conservador que se negó a condenar el lema: “Si quieres un negro como vecino, vota laborista”. Ésto indica la firme oposición de la ciudadanía a la inmigración en 1964. Pero el reconocimiento de este hecho por parte de los partidos políticos también les permitió utilizarlo para atraer votantes; simplemente prometiendo reducir la inmigración.

    Un año record

    1966 (Partido Laborista)

    Para que la integración tenga éxito, es necesario limitar el número de inmigrantes que llegan a Gran Bretaña. El Gobierno Laborista ya ha tomado medidas para ello.

    ¿Resultado? Nuevos máximos históricos:

    De los siguientes cuatro años, en tres la inmigración fue mayor que nunca.

    1970 (Partido Conservador)

    Para entonces, la ciudadanía estaba mucho más concientizada sobre la inmigración, que se estaba convirtiendo en un tema electoral importante. El manifiesto conservador se centró en reducirla mediante el endurecimiento de los controles, especialmente en lo que respecta a la inmigración desde el Commonwealth (es decir, de personas no blancas). Se comprometieron a limitarla a niveles manejables, y a controlar estrictamente quién podía establecerse en Gran Bretaña.

    Tras los máximos históricos de finales de la década de 1960, se produjo una pausa a lo largo de la década de 1970:

    1974 (Partido Laborista) × 2

    En 1974 fueron celebradas dos elecciones generales, ambas ganadas por el Partido Laborista, y en ambas campañas reconocieron la necesidad de un control migratorio firme.

    Hubo una pausa hasta llegar a casi 150.000, y luego un retorno a casi 200.000.

    1979 (Partido Conservador)

    Incluso durante la “pausa” de la década de 1970, la inmigración seguía representando alrededor de 200.000 personas por año, lo que provocó un cambio social suficiente como para que, para 1979, se convirtiera en un tema crucial para los votantes. El Frente Nacional amenazaba con convertirse en una fuerza electoral importante, por lo que el Partido Conservador de Thatcher se comprometió a abordar la inmigración.

    Prometieron controlar la inmigración de forma más estricta y reducirla a un nivel manejable, especialmente la inmigración no perteneciente a la UE (no blanca).

    También reconocieron la inmigración ilegal, y prometieron abordar los abusos del sistema de inmigración y asilo.

    Hubo una pausa momentánea hasta alcanzar un mínimo histórico (en nuestro período de estudio), y luego un retorno inmediato a las 200.000 personas por año:

    Esta calma momentánea posiblemente contribuyó a cimentar la reputación de “duro” del gobierno de Thatcher, sentando así las bases para que traicionara a la opinión pública en cada año posterior de su mandato.

    1983 (Partido Conservador)

    Aseguraron a los votantes que mantendrían estrictos controles fronterizos y aplicarían las leyes de inmigración para prevenir el abuso del sistema, reduciendo así la inmigración ilegal.

    Ahora vemos lo que el supuesto gobierno de “extrema derecha” de Thatcher hizo realmente para proteger al electorado del cambio demográfico. La inmigración rompió la barrera de los 250.000.

    De los siguientes cuatro años, dos fueron años record

    1987 (Partido Conservador)

    Se comprometieron a controlar el número de inmigrantes. Reconocieron que la inmigración amenazaba la armonía social y hablaron de la necesidad de garantizar la integración.

    La inmigración rompió la barrera de los 300.000:

    Cuatro años record

    1992 (Partido Conservador)

    Prometieron reducir la inmigración, reconociendo las preocupaciones sobre los servicios públicos, el empleo y la cohesión social. Aseguraron a los votantes que adoptarían un enfoque estricto (pero justo) para el control de la inmigración.

    Después de tan sólo un año (1993), las cifras volvieron a su máximo histórico:

    1997 (Partido Laborista)

    Todo país debe tener un control firme sobre la inmigración, y Gran Bretaña no es la excepción. Garantizaremos decisiones rápidas y justas sobre si una persona puede permanecer en Gran Bretaña. Agilizaremos la tramitación de las solicitudes de asilo, expulsaremos a quienes no tengan derecho a quedarse, y brindaremos el apoyo adecuado a quienes sí lo tengan.

    Este fue el famoso “Nuevo Laborismo”, que barrió con el racismo áspero del gobierno conservador (con sus muchos años record de inmigración), y marcó el comienzo de una nueva era de apertura a la diversidad pero, al más puro estilo de Tony Blair, hablando de normas y equidad.

    Inmediatamente, la inmigración rompió la barrera de los 400.000, con cuatro años record:

    Cuatro años record para comenzar la era del Nuevo Laborismo.

    Hacia el final de su primer mandato, el Nuevo Laborismo se preparó en secreto para aumentar aún más la inmigración. Lo que ocurría a puertas cerradas en ese momento fue revelado sólo años después por uno de los redactores de discursos del Nuevo Laborismo, Andrew Neather:

    El gran informe sobre inmigración del PIU [el grupo de expertos de la Oficina del Gabinete de Tony Blair] estaba rodeado de un inusual aire de anticipación y secretismo. Los borradores fueron distribuidos en el verano de 2000 con extrema reticencia: existía cierta paranoia sobre su llegada a los medios de comunicación.

    [La versión publicada finalmente en Enero de 2001] estuvo principalmente centrada en el mercado laboral. Pero los borradores anteriores que vi también incluían un propósito político fundamental: que la inmigración masiva era la forma en que el gobierno iba a lograr un Reino Unido verdaderamente multicultural.

    Recuerdo haber salido de algunas discusiones con la clara sensación de que la política pretendía aunque este no fuera su principal objetivo restregarle la diversidad a la derecha en las narices, y dejar obsoletos sus argumentos.

    Los ministros estaban muy nerviosos con todo el asunto. A pesar del entusiasmo de [Barbara] Roche por pronunciar su gran discurso y ser directa, en otras instancias del gobierno existía cierta reticencia a debatir las implicancias del aumento de la inmigración, sobre todo para el electorado laborista de clase trabajadora blanca. Ésto se hizo evidente incluso en el informe publicado: los “resultados sociales” que menciona se refieren únicamente a los inmigrantes.

    Neather subrayó:

    No fue algo que simplemente ocurrió: la política deliberada de los ministros desde finales de 2000 hasta al menos Febrero [de 2008] … fue abrir el Reino Unido a la inmigración masiva.

    […]

    Los resultados fueron drásticos. En 1995 les fue concedido el derecho a establecerse en el Reino Unido a 55.000 extranjeros. Para 2005, esa cifra había ascendido a 179.000.

    […]

    El gobierno había creado el ansiado auge de la inmigración. Pero los ministros no querían hablar de ello [públicamente]. En parte, posiblemente se dieron cuenta del conservadorismo de su electorado: si bien los ministros podían estar fervientemente a favor de una sociedad más diversa, no era necesariamente un debate que quisieran tener en los clubes obreros de Sheffield o Sunderland.

    No podía ser más claro. El Nuevo Laborismo se propuso deliberadamente aumentar enormemente la inmigración y engañar a la opinión pública al respecto. Ya habían pasado cuatro años record, y habría otros seis para cuando Neather revelara la verdad.

    2001 (Partido Laborista)

    Al mismo tiempo que el Partido Laborista hacía todo ésto en secreto, entre mediados de 2000 y principios de 2001, preparaba un manifiesto para las elecciones de ayo de 2001 para engañar a la opinión pública. Contaba con una sección dedicada a “Asilo e inmigración: un sistema en el que la ciudadanía puede confiar”. Su énfasis estaba en mantener y mejorar el sistema para combatir los abusos y cumplir las normas.

    Inmediatamente la inmigración rompió la barrera de los 500.000, y en dos años casi superó los 600.000:

    Cuatro años más de records

    2005 (Partido Laborista)

    El Partido Laborista siempre ha apoyado la inmigración controlada y un sistema de asilo justo. Creemos que … la inmigración debe ser eficazmente gestionada y de forma que se mantenga la confianza pública.

    Como sabemos, todo eso eran pura palabrería. Rompieron la barrera de los 600.000:

    Cuatro años más de records

    2010 (Partido Conservador)

    Prometieron introducir un límite a la inmigración extracomunitaria, y convertir al Reino Unido en un “entorno hostil” para los inmigrantes ilegales. Aumentarían los recursos para la seguridad fronteriza, y mejorarían la eficiencia del sistema de asilo para agilizar la toma de decisiones y la deportación de los solicitantes rechazados. Impondrían normas más estrictas sobre el acceso a las prestaciones para inmigrantes, y pondrían fin a la práctica del anterior gobierno laborista de inmigración ilimitada desde la UE.

    El resultado, tras una breve pausa, fueron otros dos años record:

    Una reducción durante dos años (¡apenas a los niveles de principios de la década de 2000!) y luego un salto hacia números record.

    2015 (Partido Conservador)

    Prometieron reducir la inmigración neta (nota: no la inmigración real, sólo la inmigración neta) a menos de 100.000 personas al año. Reconocieron el deseo de la ciudadanía de reducir la inmigración, tanto dentro como fuera de la UE. Compromisos específicos:

    • Expulsar a los inmigrantes de la UE que dependen de prestaciones sociales.
    • Reducir el número de inmigrantes extracomunitarios mediante el endurecimiento de las normas de visado.
    • Introducir una política de “deportar primero, apelar después” para ciertos inmigrantes.
    • Garantizar que los inmigrantes no puedan obtener ciertas prestaciones hasta que hayan permanecido en el Reino Unido durante un tiempo.

    Todos estos compromisos quedaron completamente obsoletos por la llamada “crisis migratoria” de finales de 2015, que marcó el comienzo de la era de la inmigración industrial. El gobierno conservador firmó contratos con grandes corporaciones como Serco para facilitar la importación de un gran número de refugiados, alojándolos a expensas del pagador neto de impuestos en pequeños pueblos y aldeas de todo el país.

    Eso tardó algunos años en hacerse efectivo. Mientras tanto, a pesar de todas las promesas, la inmigración aumentó ligeramente:

    2017 (Partido Conservador)

    Su manifiesto prometía acabar con la libre circulación de personas desde la UE, sustituyéndola por un nuevo sistema de inmigración que trataría por igual a los inmigrantes de la UE y de fuera de la misma. Se centraron en combatir la inmigración ilegal y los abusos del sistema de asilo.

    Compromisos específicos:

    • Poner fin a la libre circulación desde la UE e introducir un nuevo sistema de inmigración basado en puntos.
    • Reducir las cifras generales de inmigración.
    • Vincular la inmigración con el Brexit, la seguridad nacional y las prioridades económicas.
    • Enfocarse en atraer inmigrantes calificados y reducir la inmigración poco calificada.
    • Combatir la inmigración ilegal y los abusos del sistema.

    Este gobierno duró poco, por lo que tenemos sólo dos años para recordar su record, pero ambos registraron una inmigración sin precedentes, superando no sólo la barrera de los 700.000, sino también la de los 750.000.

    Dos años más de records

    2019 (Partido Conservador)

    Un nuevo sistema de puntos, al estilo australiano, evaluaría a los migrantes según sus habilidades, salarios y dominio del idioma. Prometieron reforzar la seguridad fronteriza y combatir la inmigración ilegal.

    En cambio, tuvimos la “ola Boris” con inmigración sin precedentes, casi el doble del record histórico anterior. Ésto no sólo rompió la barrera del millón, sino incluso la de 1,25 millones.

    Cuatro años record

    ¿Cómo se produjo este asombroso aumento justo después de la introducción de un nuevo y estricto sistema de puntos? Según Dominic Cummings, asesor principal de Boris Johnson:

    Porque Boris dijo: “Cambien el sistema de puntos para abrir las compuertas, porque quiero hacerme amigo del Financial Times”. CITA LITERAL

    El “FT” es el periódico proinmigración Financial Times, muy querido por la City londinense, el corazón de las altas finanzas. Johnson valoraba su popularidad personal entre ese público más que su deber constitucional con el pueblo británico o los compromisos que había asumido con el mismo.

    Tras esta interminable traición del Partido Conservador, cabe recordar la promesa electoral de su líder, David Cameron, en 2015 de reducir la inmigración a 100.000 al año. Considerando los nueve años de gobierno conservador posteriores, éste es el factor por el que incumplieron esa promesa (y, por lo tanto, desafiaron los deseos del electorado) cada año:

    La línea verde indica 100.000 inmigrantes

    2024 (Partido Laborista)

    Tras la locura de la ola Boris, la estrategia electoral del Partido Laborista era obvia. Se comprometieron a reducir la inmigración neta mediante (una vez más) la reforma del sistema de inmigración, especialmente el asilo, y (una vez más) la mejora de la seguridad fronteriza. Queda por ver si las cifras son reducidas con alguna de estas medidas. De ser así, preveo que será simplemente a los niveles previos a la ola Boris, tan altos que eran impensables en la década del 2000.

    Podría argumentarse que la gente eligió a estos partidos por otras razones, no por sus promesas de reducir la inmigración. Ésto forma parte de la farsa de la democracia de partidos: permite ocultar los deseos del electorado. Una política específica es incorporada al paquete de políticas del partido, y luego afirman:

    Obviamente, el electorado eligió ese paquete por otras razones, no por esa en particular. Es más, incluso si esa política en particular fuera importante para ellos, no podemos saber cuánto en comparación con las demás. Así que posiblemente pueda ser olvidada, sobre todo si obstruye las demás políticas.

    Esa afirmación puede ser hipócrita, pero no hay forma de refutarla.

    Aquí es donde entran en juego los referendums monotemáticos. Pero, por supuesto, no fueron celebrados. Incluso con un tema tan crucial como la inmigración, que alterará al país de forma permanente y radical, nunca fue celebrado un referendum. Un país genuinamente democrático sí lo habría hecho.

    A cualquiera que afirme que la inmigración masiva fue “consentida” democráticamente, se le debería preguntar por qué nunca fue sometida a referendum. Posiblemente dirá algo como:

    ¡Bueno, no se puede esperar un referendum sobre cada tema! Y, de todas formas, el electorado no necesariamente sabe qué es lo mejor para él. Por eso existen los expertos y los políticos, para estudiar temas complejos y elaborar las mejores políticas.

    Todo ésto puede ser deconstruido. No quiero un referendum sobre todos los asuntos, sólo sobre los cruciales, como el cambio demográfico radical. Este asunto no es lo suficientemente complejo como para requerir un estudio por parte del electorado; éste puede ver la realidad sobre el terreno y conoce sus sentimientos instintivamente. Por último, es evidente que los expertos y los políticos no llegan a las mejores políticas, porque nuestro país se encuentra ahora en una situación desesperada debido a la inmigración que defendieron.

    Pero todo ésto no es más que una contestación a una respuesta fatua. La verdadera respuesta es que un referendum habría hecho que la postura del pueblo británico sobre la inmigración fuera imposible de ser negada para los políticos y los comentaristas de los medios.

    Esta postura se ve confirmada por las encuestas de opinión pública del período (1964-2024). Estas muestran que la inmigración era, sin duda, una gran preocupación para el pueblo británico. Fueron realizadas numerosas encuestas, y la gran mayoría muestra oposición mayoritaria.

    Dos preguntas efectuadas por Gallup durante las décadas de 1960 y 1970 muestran que una parte sustancial del público británico (con una sola pregunta, siempre más de 50%) estaba muy preocupada por la inmigración no blanca y los cambios que estaba provocando:

    “La inmigración y las personas de color son un problema social muy grave en Gran Bretaña hoy en día” [fuente]

     

    Gran Bretaña se ha visto perjudicada por la llegada de inmigrantes del Commonwealth a establecerse. [fuente]

    En un país genuinamente democrático, estas encuestas por sí solas habrían dado como resultado la detención total de la inmigración no blanca, o al menos la celebración de un referendum oficial para confirmarlo. Ninguna de las dos cosas ocurrió.

    Otras encuestas efectuadas entre las décadas de 1960 y 1980:

    ¿Cree que se ha permitido la entrada de demasiados inmigrantes a este país o no?

    1964: 85%

    1966: 86%

    1979: 86%

    ¿Debería ser detenida por completo la inmigración de personas no blancas?

    1968: 74%

    ¿Apoya la sugerencia de Enoch Powell de repatriar a los inmigrantes no blancos?

    1968: 60%

    ¿Cree que la inmigración ha ido demasiado lejos?

    1983: 77%

    1987: 76%

    Década de 1990:

    ¿Hay demasiados inmigrantes?

    1999: 55%

    Década de 2000:

    ¿Hay demasiados inmigrantes?

    2000: 66%

    Hubo una pausa en el sentimiento antiinmigratorio en la década de 2000, quizás debido a la prosperidad económica de esa década, o a la optimista propaganda del Nuevo Laborismo sobre la “diversidad”, en aquel entonces una palabra de moda.

    En la década de 2010 hubo otra pausa tras el Brexit, posiblemente porque la falsa esperanza de que el Brexit reduciría la inmigración, disipó las preocupaciones de la gente. Pero incluso entonces, algunas encuestas registraron una clara mayoría en contra de la inmigración:

    ¿Cree que se ha permitido la entrada de demasiados inmigrantes a este país o no?

    2015: 71 %

    2017: 66 %

    2019: 52 %

    Década de 2020:

    Debería ser reducido el número de inmigrantes que llegan al Reino Unido.

    2023: 52%

    Apoyo una suspensión por cinco años de toda inmigración futura al Reino Unido.

    2023: 53%

    El número total de personas que ingresan al Reino Unido es demasiado alto.

    2025: 67%

    Es importante enfatizar que, hasta la década de 1990, la oposición pública se centraba en las cifras de inmigración de la época: menos de 250.000 al año. No se oponían a las asombrosas cifras de la “ola Boris” que conocemos hoy, sino a una inmigración a una mera fracción de esa escala. En la década de 1990 se oponían a una inmigración de entre 250.000 y 500.000 personas. En la década de 2000, a una inmigración de entre 450.000 y 600.000 personas. En la década de 2010 a una inmigración de entre 600.000 y 800.000 personas. Y, sin embargo, de alguna manera, en la década de 2020 hemos visto una inmigración de entre 900.000 y 1.400.000 personas. ¿Cómo podría haber ocurrido ésto si hubiese sido respetada la voluntad democrática del pueblo británico?

    Si su voluntad hubiera sido sistemáticamente respetada, la inmigración no blanca se habría reducido poco después de 1964 a muy por debajo de 70.000 personas, manteniéndose en ese nivel hasta la fecha. ¿Por qué digo 70.000?

    Sunday Express, 8 de Marzo de 1964

    En 1964, la llegada de 70.000 inmigrantes del Commonwealth (es decir, no blancos) al año era considerada por el público británico como una “inundación”. Claro que esa palabra fue utilizada por el Sunday Express, no por el público en general, pero a muchos les preocupaba la inmigración, lo que hacía que los políticos estuvieran “cada vez más ansiosos” –o al menos fingieran estarlo. Al fin y al cabo, permitieron que el problema se agravara considerablemente. Este es el múltiplo, cada año, de la cantidad que el público británico objetó en 1964:

    La línea naranja indica 70.000 inmigrantes.

    Podrían ser citadas otras encuestas, de las décadas de 2000 y 2010, para presentar un panorama diferente: un apoyo mayoritario a la inmigración. Con base en ésto, podría afirmarse que la inmigración masiva fue consentida por el público en esa época. Pero eso sería ignorar el hecho de que, durante décadas, no fue consentida. Es como si un violador dijera: “Bueno, finalmente mi víctima dejó de resistirse”.

    Además, cuando alguien en las décadas de 2000, 2010 o 2020 responde a una encuesta sobre inmigración, no habla con la misma libertad de expresión que sus abuelos en 1964. Lo que están dispuestos a decir está influenciado por el amplio condicionamiento pro-diversidad en los medios de comunicación y la educación, y la creciente humillación social que genera oponerse a la “diversidad”, con las consiguientes sanciones de la posible pérdida del empleo, etc.

    También debemos tener en cuenta que, cada vez más, las personas encuestadas son de ascendencia inmigrante. Ésto significa que, en efecto, ya no están siendo encuestada la misma gente, la misma “biomasa”, en 2024 que en 1964. Ésto en sí mismo es indignante; la propia demostración ha sido alterada. Una vez más, el pueblo británico nunca dio su consentimiento a tal cambio en la década de 1960, cuando en cambio se opuso y resistió vehementemente. Sin embargo, los políticos les mintieron y los adormecieron, primero en la complacencia, luego en la aquiescencia y la obediencia servil, luego los ignoraron, los intimidaron, los demonizaron por quejarse, etc.

    En resumen: si pudiera ser mostrada la Gran Bretaña de hoy a los británicos de 1964, posiblemente saquearían las Cámaras del Parlamento para evitarlo. La idea de que consentirían democráticamente el cambio que ha sido provocado –impuesto por el gobierno mediante la inacción y, con frecuencia, mediante la acción– es completamente absurda.

    Esta es la historia en Gran Bretaña, y es la historia en la práctica en todos los países blancos. (Ejemplos: Estados Unidos y Australia). Dondequiera que mire, encontrará encuestas similares, objeciones similares, similar “ansiedad” gubernamental y palabras comprensivas dirigidas al electorado, seguidas de engaños similares hacia dicho electorado.

    Pero “el Gran Reemplazo” no se refiere sólo a la inmigración masiva, sino a su (inevitable) resultado.

    En este asunto, los políticos también han engañado continuamente al público. Han pretendido una y otra vez que la inmigración masiva nunca conducirá realmente a un “reemplazo” de la población blanca, ya sea por cifras absolutas de inmigrantes, o por mezcla racial y absorción.

    Al principio, incluso negaron que la inmigración masiva cambiaría la faz de nuestros países. Un ejemplo famoso lo dio Ted Kennedy cuando afirmó que la Ley Hart-Celler no cambiaría “la mezcla étnica” de Estados Unidos. Disparates similares provinieron del principal promotor de la Ley, en su promesa contradictoria de que “con el fin de la discriminación por lugar de nacimiento, no habrá un cambio significativo en los orígenes de los futuros inmigrantes”.

    Los políticos efectuaban habitualmente similares declaraciones respecto de otros países blancos. A medida que surgen las proyecciones demográficas para el futuro de estos países, ya no se tiene la capacidad ni el derecho moral de engañarse.

    Es muy discutible que el público haya votado alguna vez a favor de la inmigración masiva. Es más probable que, en ocasiones, simplemente hayan votado por partidos que no prometían reducirla. Pero incluso entonces, lo hicieron bajo la suposición de que la inmigración masiva no conduciría a la extinción de su grupo étnico, porque se les había asegurado (falsamente) que así sería.

    Por lo tanto, podemos afirmar con seguridad que el Gran Reemplazo no sólo es antidemocrático, sino contrademocrático, porque ha sido implementado mediante engaño constante y frente a la clara objeción pública contra el mismo y contra la inmigración masiva que lo posibilita, especialmente cuando tenían mayor “capacidad” para oponerse.

    Reducir esa capacidad –mediante restricciones sociales, culturales y legales– ha sido, de hecho, fundamental para el proceso del Gran Reemplazo, y ha sido activamente promovido por los políticos desde 1945. Si el público de hoy fuera tan libre de hablar como lo era entonces, nadie podría engañarse pensando que el Gran Reemplazo es, o alguna vez fue, elegido democráticamente.

    V. ¿Es genocidio?

    Examinando si el Gran Reemplazo es genocidio

    Uno de mis primeros videos analizaba si los identitarios blancos deberían usar el término “genocidio blanco”. En ese caso, me preocupaba el pragmatismo[[1]], no la verdad. Pero aquí quisiera examinar ésta última. ¿Se ajusta el Gran Reemplazo a la definición de genocidio?

    La respuesta corta es “Sí”. Para la respuesta larga, continúe leyendo.

    Lo primero que hay que abordar es que el Gran Reemplazo no elimina a la raza blanca, sino que la altera hasta hacerla irreconocible, de modo que ya no es ella misma: literalmente ya no es blanca. No se trata de la destrucción inmediata ‒ni siquiera de largo plazo‒ de A, sino de su transformación gradual de A en B. Ésto puede ser ilustrado de forma bastante literal:

    Un grupo racial no es definido por sus rasgos físicos, pero puede ser visualmente reconocido por aquéllos. Los rasgos físicos de la raza blanca son la pigmentación clara de la piel, los ojos azules, los ojos verdes, y una gama de colores de cabello, pero singularmente rubio y pelirrojo. El mestizaje masivo, facilitado por la inmigración masiva y fomentado por la propaganda multicultural, destruirá todos los rasgos de la raza blanca, tanto físicos como de otro tipo.

    Es importante enfatizar ésto último, ya que no hablamos sólo de apariencias. Sin embargo, no necesitamos explicar nada de ésto, porque las Naciones Unidas ya han afirmado que la raza es real, que los grupos raciales pueden ser objeto de genocidio, que su pérdida tiene ramificaciones culturales, y que orquestar su pérdida es un ultraje moral.

    En resumen, el Gran Reemplazo alterará a la raza blanca hasta hacerla irreconocible. Al final del proceso, simplemente no habrá una raza blanca, y mucho menos una que sea una continuación visible de la que existía antes del proceso. Nadie habrá sido asesinado, pero un grupo racial habrá sido destruido.

    No existe una única definición de genocidio (¡Wikipedia tiene una página con no menos de 40 definiciones!)[[2]]. Pero ésto no supone un gran problema, ya que las definiciones suelen ser muy similares. Para ilustrarlo, comparemos la más antigua (Lemkin, 1944) con la más reciente (Porter, 2024):

    Por “genocidio” nos referimos a la destrucción de una nación o de un grupo étnico … En general, el genocidio no implica necesariamente la destrucción inmediata de una nación, excepto cuando es llevado a cabo mediante asesinatos masivos de todos sus miembros. Se entiende más bien un plan coordinado de diferentes acciones que busca la destrucción de los fundamentos esenciales de la vida de los grupos nacionales, con el objetivo de aniquilarlos.

    El genocidio es el intento deliberado de destruir a cualquier grupo humano, tal como lo definen los genocidas. Es un esfuerzo por perturbar la cohesión social de ese grupo, impidiendo así su capacidad de mantener su identidad cultural y, por ende, su propia existencia como grupo.

    (Hoy en día, Inglaterra ‒al igual que muchos países europeos‒ está repleta de esfuerzos para perturbar la cohesión social del grupo inglés y negar explícitamente su identidad cultural. Ésto por sí sólo constituiría genocidio, según la definición de Porter en 2024).

    También debemos reconocer la definición de 1948 de las Naciones Unidas, la que es citada con mayor frecuencia, y es la definición “oficial” utilizada en casos jurídicos internacionales:

    En la presente Convención, se entiende por genocidio cualquiera de los siguientes actos, perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal:

    1. Matar a miembros del grupo;

    2. Causar lesiones graves a la integridad física o mental de los miembros del grupo;

    3. Someter deliberadamente al grupo a condiciones de vida que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial;

    4. Imponer medidas destinadas a impedir los nacimientos en el grupo;
    5. Trasladar por la fuerza a niños del grupo a otro grupo.

    Como curiosidad histórica, también podríamos considerar la primera definición de la ONU, de 1946:

    El genocidio es la negación del derecho a la existencia de grupos humanos enteros, así como el homicidio es la negación del derecho a la vida de seres humanos individuales. Esta negación del derecho a la existencia conmociona la conciencia de la humanidad, ocasiona grandes pérdidas para la humanidad en forma de contribuciones culturales y de otro tipo representadas por estos grupos humanos, y es contraria a la ley moral y al espíritu y los objetivos de las Naciones Unidas.

    Muchos casos de estos crímenes de genocidio han ocurrido cuando grupos raciales, religiosos, políticos y de otro tipo, han sido destruidos, total o parcialmente.

    Cabe destacar que la ONU menciona grupos “raciales”. Para ellos, la raza es real. Ésto es importante en la actualidad, cuando el primer obstáculo que se erige contra la idea del Gran Reemplazo es que la raza blanca no existe realmente, siendo simplemente una “construcción social” o “ficción” y, por lo tanto, imposible de ser reemplazada.

    Tenga en cuenta también que la ONU considera un acto como genocidio incluso si elimina sólo parcialmente al grupo objetivo, e independientemente de si dicho grupo es definido a nivel nacional, étnico, racial o religioso. En su definición de 1946, el genocidio también es posible contra un grupo político.

    Crucialmente, en su definición de 1948 la ONU considera un acto como genocidio incluso si no es cometido un asesinato.

    En teoría, entonces, si alguien esterilizara deliberadamente (no matara) a una fracción (no a todos) de los metodistas ingleses, sería considerado culpable de genocidio. Quizás dependería de la magnitud de la fracción del total esterilizado: 20% podría ser considerado genocidio, 2% no; aunque, en términos de culpabilidad, su intención podría eclipsar su logro. En ese sentido, esterilizar a 10% de sus mujeres jóvenes sería peor que asesinar a 100% de sus mujeres mayores.

    La intención es parte necesaria del delito. La intención no debe ser simplemente dañar o afligir al grupo, sino destruirlo, aunque sólo sea parcialmente. Debe tener la intención activa de, si no erradicar por completo al grupo, reducirlo.

    En definitiva, hablamos de un acto que reduce deliberadamente el tamaño de un grupo (no necesariamente de forma inmediata), de una forma que será, si no permanente, difícil de superar para el grupo, y que puede amenazar su supervivencia de largo plazo. Si el acto ciertamente imposibilita la supervivencia de largo plazo del grupo, entonces es indudablemente genocidio. Pero no se requiere la certeza de una erradicación de largo plazo.

    Hay tres componentes que deben ser verificados:

    1. ¿Es realizado deliberadamente (es decir, es intencional)?
    2. ¿Reduce el tamaño del grupo, ya sea de forma inmediata o con el tiempo?
    3. ¿Es esta reducción de tamaño suficiente como para amenazar la supervivencia de largo plazo del grupo?

    Creo que estos tres componentes son observados en el Gran Reemplazo.

    Para abreviar, volveremos a nuestra analogía entre Nordios y Bomalianos.

    #1 ¿Es intencional?

    Ésto fue abordado en un capítulo anterior. Claramente hay intención. Podría argumentarse que la intención no es destruir a la raza Nordia, sino simplemente aumentar inofensivamente sus territorios con ilimitados millones de Bomalianos pero, dado lo que sabemos, esa afirmación es despreciable. Además, considere que, al complementar a Nordios con Bomalianos fértiles, el gobierno no ha hecho nada para aumentar las tasas de natalidad Nordias, sino que ‒de hecho‒ ha tomado varias medidas para reducirlas aún más. En este punto, si no cree que existe intención consciente a alto nivel de destruir a la raza Nordia, está dormido.

    #2 ¿Reduce el tamaño del grupo étnico Nordio?

    Ilustrar este componente es el más complejo.

    ¿Acaso la inmigración masiva de Bomalianos en Nordia reduce el tamaño del grupo étnico Nordio, constituyendo así un genocidio?

    Primero, debemos considerar un rasgo de los Nordios. Al ser seleccionados por la evolución, evitan reproducirse en tiempos de incertidumbre o stress, ambos causados ​​por la presencia de un gran número de extranjeros, ya que ésto perturba la cultura Nordia y destruye la cohesión social que se disfrutaba en la homogénea Nordia. Por lo tanto, promover la inmigración masiva en Nordia, incluso sin otros factores, reducirá las tasas de natalidad Nordias. Por supuesto, no doy por sentado que los políticos y funcionarios tuvieran idea en 1945 de la teoría de selección r/K, pero desde hace mucho tiempo es ampliamente entendido que “los africanos se reproducen como conejos”.

    Ahora debemos considerar dos rasgos de los Bomalianos:

    • Se sabe que son seleccionados por la evolución, y que tienen una tasa de fertilidad más alta que los Nordios. Este hecho por sí sólo significa que fomentar la inmigración masiva de Bomalianos en Nordia, constituye un intento de genocidio. Añadir (en grandes cantidades) un grupo más fértil a uno menos fértil, pone en peligro la supervivencia de este último.
    • Se sabe que los hombres de Bomalianos son más agresivos sexualmente y menos inseguros (debido a su menor inteligencia) que los de Nordia. Ésto les otorga una ventaja automática en el mercado sexual, donde la confianza masculina es crucial. Este hecho por sí solo significa que fomentar la inmigración masiva de Bomalianos a Nordia constituye un intento de genocidio. Añadir (en grandes cantidades) un grupo sexualmente agresivo a uno sexualmente dócil, pone en peligro la supervivencia de este último.

    Si fueran reconocidas las respectivas naturalezas de Bomalianos y Nordios, entonces fomentar la inmigración masiva de bomalianos en Nordia debería se considerado un acto genocida.

    Ahora bien, debemos recordar que el Gran Reemplazo no se limita a la inmigración masiva en sí, sino también a un gran número de condiciones artificiales que han sido implementadas en todos los países europeos. Éstas se enumeraron aquí. La presencia de estas condiciones artificiales, que sirven para debilitar a los Nordios y fomentar su absorción por los Bomalianos, indica que la extinción de los Nordios no es “un defecto propio, sino una característica” de lo que se les está provocando.

    Creo que también es relevante que todas estas condiciones artificiales fueron implementadas después del inicio de la inmigración masiva, pero mucho antes de que alcanzara niveles industriales alrededor de 2015. Parece, entonces, haber una secuencia de eventos:

    1. Nordia homogénea
    2. Inmigra un reducido número de Bomalianos (1948-1960).
    3. Los Nordios se resisten. Sus sentimientos son primero consentidos por el gobierno y los medios de comunicación; luego ignorados; luego avergonzados, y finalmente criminalizados.
    4. Aumento de la inmigración Bomaliana (1960-1995).
    5. Utilizando la presencia de Bomalianos como justificación, fueron implementadas las condiciones para debilitar la resistencia Nordia y permitir un aumento de la inmigración (1965-1995).
    6. Inmigración masiva Bomaliana (1995-2015).
    7. Utilizando la masiva presencia Bomaliana como justificación, fueron implementadas más condiciones para criminalizar la resistencia Nordia y permitir el considerable aumento de la inmigración (2000-2015).
    8. Inmigración industrial Bomaliana (2015-2025).

    En cada etapa, la presencia Bomaliana fue utilizada para justificar medidas que, a su vez, la incrementarían aún más. En ningún momento fueron tomados en serio los sentimientos de los Nordios, salvo por algunos políticos solitarios que fueron severamente castigados por ello: reputaciones destrozadas, carreras arruinadas, familiares acosados, cuentas bancarias cerradas y, en algunos casos, incluso encarcelados.

    #3 ¿Es la reducción del tamaño del grupo Nordio suficiente para amenazar su supervivencia?

    Es fácil abordar este componente del genocidio. El resultado es, sin duda, especulativo por ahora, pero cuanta más inmigración haya, más seguro se vuelve. Dado que, en las décadas de 2000 y 2010, nuestros gobiernos y ONG parecían querer la máxima inmigración, debemos asumir que querían maximizar este resultado que sabían que la inmigración tendría (reducir el tamaño de los grupos étnicos europeos). Este efecto es observable en varios países, e incluso es ocasionalmente reconocido. En Inglaterra, si las tendencias actuales continúan, menos de 50% de los niños serán nativos para 2060. Sin remigración, cada década posterior verá disminuir aún más el porcentaje. ¿En qué momento declaramos que el porcentaje es tan bajo que amenaza la supervivencia misma del grupo étnico inglés? ¿Habría sido aceptable incluso 50% para nuestros antepasados ​​hace un siglo, o se habrían horrorizado ante la perspectiva?

    Podría argumentarse que las poblaciones europeas nativas ya estaban disminuyendo antes de la inmigración masiva, por lo que no se les puede culpar. Es indudable que el ateísmo, el consumismo, el feminismo y la simple riqueza material reducen la fertilidad de un grupo. Sin embargo…

    • Ésta se reduce aún más por todas las condiciones artificiales que mencioné anteriormente. Si a nuestros gobiernos les preocupa la disminución de la población, como afirman (de ahí que favorezcan la inmigración masiva), ¿por qué mantienen las diversas condiciones que la provocan? Promover la fertilidad nativa puede no ser sencillo, pero podría hacerse; sin embargo, se hace todo lo posible para reducirla aún más.
    • La disminución de la tasa de fertilidad de un grupo no amenaza, en sí misma, su supervivencia. Sin embargo, si hay otros grupos presentes que, en el período de “barbecho” de un grupo, lo superarán en número, lo absorberán y lo reemplazarán, entonces su supervivencia está claramente amenazada. En otras palabras, la inmigración masiva responde a un problema inexistente, convirtiéndolo en un problema sumamente grave.

    En resumen, que los europeos tengan menos hijos no sería un problema existencial en absoluto, salvo por la inmigración masiva que intensifica y explota ese fenómeno.

    Lo que he hecho aquí es analizar esta cuestión a fondo para ser un “hombre de acero” y no dejar lugar a dudas. Para terminar, reafirmaré: independientemente de las advertencias, y aunque el Gran Reemplazo es una forma novedosa e insidiosa de genocidio … es absolutamente genocidio. Se ajusta a la mayoría de las definiciones, incluida la “oficial” de la ONU. Si no fuera así, sólo significaría que la definición debería ser actualizada.

    Douglas Murray habla de “la extraña muerte de Europa”. Sería más acertado decir “el extraño asesinato de Europa”. Pero, aunque es extraño, es un genocidio.

    VI. Lemkin y genocidio

    La primera definición de genocidio

    He examinado si el Gran Reemplazo coincide con las definiciones comunes de genocidio, especialmente con la “oficial” de las Naciones Unidas. Sin embargo, podría ser interesante contrastarlo con la primera definición, escrita por Raphael Lemkin en 1944. Lemkin, abogado judío polaco, acuñó el término “genocidio” en las décadas de 1940 y 1950, y presionó a la convención de las Naciones Unidas contra aquél.

    Citaré su definición completa, dividiéndola en partes y comentando cada una.

    Por “genocidio” nos referimos a la destrucción de una nación o de un grupo étnico. Este nuevo término, acuñado por el autor para designar una práctica antigua en su desarrollo moderno, proviene del griego antiguo genos (raza, tribu) y del latín cide (asesinato), correspondiendo así en su formación a palabras como tiranicidio, homicidio, infanticidio, etc.

    Nótese el uso inmediato de la palabra “grupo”. El genocidio sólo es posible porque los grupos son algo real. Si no lo fueran, el genocidio sería inconcebible y sólo tendríamos “asesinato en masa”, lo que podría captar el acto físico (por ejemplo, matar a muchas personas), pero pasaría por alto su significado e intención.

    Además, si el genocidio no implica un asesinato real (y Lemkin afirma que generalmente no es así), sólo puede ser percibido si se comprende que un grupo está siendo atacado. De lo contrario, las acciones no homicidas contra un grupo de individuos parecen carentes de propósito, aleatorias e incluso posiblemente (como en el caso del Gran Reemplazo) benignas.

    En resumen: el concepto de genocidio se basa en el concepto de grupos humanos (raciales), y el genocidio sólo puede ser real si los grupos humanos (raciales) son reales.

    Es necesario señalar todo ésto porque uno de los baluartes intelectuales que posibilitan el Gran Reemplazo, es la idea de que no existe una raza blanca que deba ser reemplazada, ni ningún grupo étnico inglés, ni sueco, ni alemán, etc. También es necesario porque la tendencia del centro y la centroderecha desde 1945 ha sido negar cualquier afiliación grupal o preocuparse por tales cosas. Esta (per)versión del liberalismo clásico los incapacita para combatir, o incluso reconocer, al Gran Reemplazo (véanse, por ejemplo, las diversas negaciones de la realidad por parte del locutor de radio de derecha Mike Graham).

    En general, el genocidio no implica necesariamente la destrucción inmediata de una nación, excepto cuando es llevado a cabo mediante asesinatos masivos de todos sus miembros.

    Ésto es muy importante. Lemkin afirma que el genocidio, tal como él lo entiende, no suele ser lo que la gente piensa hoy en día cuando lo oye (asesinato masivo). Esa versión tan violenta e inmediata es, en su opinión, un subtipo poco común de genocidio, que define de forma muy amplia:

    Se pretende, más bien, significar un plan coordinado de diferentes acciones que apuntan a la destrucción de los fundamentos esenciales de la vida de los grupos nacionales, con el objetivo de aniquilar a esos grupos.

    Establece que el genocidio debe tener como objetivo la “aniquilación” del grupo. Sería imposible argumentar con certeza que el Gran Reemplazo aniquilará por completo a los europeos (aunque ese sea su posible resultado de largo plazo) o que ese sea su objetivo. Sin embargo, esta estipulación no fue trasladada a la definición de la ONU de 1948  la que, por lo tanto, es incluso más amplia que la original de Lemkin, y fácilmente alcanzable por el Gran Reemplazo.

    Los objetivos de dicho plan serían la desintegración de las instituciones políticas y sociales, de la cultura, la lengua, los sentimientos nacionales, la religión y la existencia económica de los grupos nacionales.

    Como se muestra aquí, la mayoría de estos objetivos están siendo logrados en todos los países europeos mediante la combinación de la inmigración masiva con las diversas condiciones artificiales que han sido establecidas. Lo único que se podría decir que no se está desintegrando es la lengua, aunque incluso ésta se está degradando por la erosión de los standards culturales y educativos, y también por el “enriquecimiento”.

    Nuestras “instituciones políticas y sociales” no se han desintegrado, porque en nuestros países de origen no somos una población minoritaria cuyos activos puedan desintegrarse, sino una población mayoritaria cuyos activos deben ser reutilizados. En otras palabras, dado que somos tan numerosos, nuestras instituciones son demasiado prominentes como para ser destruidas, pero pueden ser subvertidas en nuestra contra. Y eso es exactamente lo que ha sucedido. Cada una de nuestras instituciones, aparentemente un baluarte de nuestra existencia, ahora trabaja en contra de ella.

    En cuanto a la desintegración de nuestra cultura, sentimientos nacionales y religión, el propósito mismo de nuestras instituciones hoy en día es precisamente eso. No se llama “desintegración”, por supuesto, sino “descolonización” o “diversificación”, etc., pero el resultado final son múltiples generaciones de europeos que desconocen su propia historia o la desprecian y renuncian activamente.

    En cuanto a la “existencia económica” de los grupos europeos, ésta se ve amenazada de muchas maneras. Una sería el desvío de su riqueza (a través de impuestos) a las arcas públicas y, de ahí, a corporaciones privadas. Otra serían los numerosos planes para ayudar a los extranjeros a enriquecerse en nuestras sociedades, y especialmente a poseer propiedades y negocios. Desde hace varios años, los indios poseen más propiedades en Londres que los ingleses. Con la riqueza económica viene el poder cultural, social y político, todo lo cual debería ser nuestro en nuestra sociedad, pero en cambio está yendo a parar a los extranjeros, aumentando su capacidad de acción y reduciendo la nuestra.

    [Los objetivos de un plan de genocidio también podrían incluir] la destrucción de la seguridad personal, la libertad, la salud, la dignidad e incluso la vida de las personas pertenecientes a dichos grupos.

    Esta es la versión de “genocidio” que existe en la mente de la mayoría de la gente y que es utilizada para negar el Genocidio Blanco. Pero, como dice Lemkin, el asesinato directo del grupo étnico es sólo una de las muchas maneras de poner en peligro su existencia de largo plazo. Y, de hecho, como implica su siguiente frase, no deberíamos detenernos demasiado en el destino de los individuos, ya que eso puede oscurecer la realidad de lo que le sucede a su grupo.

    El genocidio es dirigido contra el grupo nacional como entidad, y las acciones implicadas son dirigidas contra los individuos, no en su capacidad individual, sino como miembros del grupo nacional.

    Por eso es tan absurdo que alguien niegue el Gran Reemplazo diciendo cosas como “¿A quién están reemplazando? Yo sigo aquí. Tú sigues aquí. ¡Nadie está siendo reemplazado!” Para percibir el reemplazo, es necesario percibir al grupo; entonces se verá que este está siendo reemplazado, lenta pero constantemente, por otros grupos. Si sólo se percibe a los individuos, se ignora lo que realmente está sucediendo (y en este caso la ceguera no es ni una ventaja ni una virtud. En la vida, sin duda es mejor ignorar algunas cosas, pero ¿puede la evitable extinción de un grupo étnico estar realmente entre ellas?)

    El genocidio tiene dos fases: una, la destrucción del patrón nacional del grupo oprimido;

    Con “patrón nacional”, creo que Lemkin se refiere a lo que dijo antes: “las instituciones políticas y sociales … la cultura, el idioma, los sentimientos nacionales, la religión y la existencia económica [de un grupo]”. Es todo el aparato que mantiene a un grupo humano sano, fuerte y consciente de sí mismo. Como fue anteriormente señalado, el patrón nacional de cada nación europea ha sido destruido, y su reparación se ha vuelto extremadamente difícil.

    En cada país, se ha hecho así:

    1. El patrón nacional ha sido disuelto con el multiculturalismo, el igualitarismo y el nihilismo, y el vaciamiento de la tradición a través del consumismo desmesurado.
    2. El deseo de preservar/restaurar el patrón ha sido demonizado como antiliberal, racista, temeroso, irracional, inmoral y, en cualquier caso, antitético al multiculturalismo, y por lo tanto imposible y escandaloso.
    3. Ha sido socavada la idea de que alguna vez el país tuvo un patrón nacional (“¡Gran Bretaña siempre ha sido multicultural!”).
    4. Ha sido socavada la idea de que el principal grupo étnico del país existe (y, por lo tanto, podría tener un patrón). (“¡Gran Bretaña es una nación de inmigrantes!”).
    5. Se ha socavado la existencia misma de la raza blanca (“¡Todos venimos de África!”).

    La otra [fase del genocidio] es la imposición del patrón nacional del opresor. Esta imposición, a su vez, puede ser aplicada a la población oprimida, a la que se le permite permanecer, o sólo al territorio, tras la expulsión de la población y la colonización de la zona por parte de los propios ciudadanos del opresor.

    Ahora nos topamos con una discrepancia entre la definición de Lemkin y el Gran Reemplazo. Ésto, junto con la ausencia de asesinatos reales, constituye el mayor obstáculo para categorizar el Gran Reemplazo como genocidio (también impide argumentar que ocurre intencionalmente).

    En un genocidio “clásico”, como el que conocía Lemkin, un “opresor” impone su “patrón nacional” a un grupo conquistado y, por lo tanto, lo destruye o lo deja como material humano atomizado que absorberá. El Gran Reemplazo es un poco más complejo. No hay dos bandos que conquistan al otro, sino dos bandos que conquistan al otro mediante la intervención de muchos “terceros”. Hay un opresor; su “patrón” es el globalismo, y nos lo impone, pero no con la intención de absorbernos en su nación, sino de que nos absorban en muchas otras. El opresor lo hace todo menos el acto final de absorción, que ha delegado en otros y ha convertido en un proceso natural, inevitable e incluso muy deseable.

    Por eso, los ingenuos pueden asumir que la raza blanca no está siendo destruida: no hay un opresor visible que lo esté haciendo. Nuestro opresor permanece oculto, tras bambalinas, mientras sus hordas favoritas hacen públicamente lo que él, en privado, ha procurado que fuera inevitable. Dicho sin rodeos: nuestro opresor ha traído a un grupo de poblaciones extranjeras a nuestro territorio, ha destruido nuestro patrón nacional, y nos ha animado a reproducirnos con los extranjeros o a no reproducirnos en absoluto. El resultado final será el genocidio, pero de una forma insidiosa como nunca antes se ha producido en la historia de la humanidad.

    VII. Las diez etapas del genocidio

    ¿En qué medida se alinean con el plan de Stanton?

    El académico Gregory Stanton ideó diez etapas para la racionalización, la señalización, la preparación y la ejecución de un genocidio. Ésto constituye una especie de modelo que se adapta a diversos genocidios de la historia. Stanton y otros también han recomendado medidas para detener un genocidio en cada etapa.

    Para nuestros propósitos, lo interesante es cómo el modelo de Stanton se ajusta o no al Gran Reemplazo, y cómo algunas de las medidas contra el genocidio “clásico” tienen, de hecho, el efecto contrario. Incluso las formas de pensamiento que promueve el modelo de Stanton nos predisponen a ser incapaces de combatir el Gran Reemplazo.

    Muchos de los procesos que lo provocan están ausentes en el modelo de Stanton y no son considerados en absoluto, ya que se trata de una forma radicalmente diferente de ataque contra un grupo, mucho más sutil e insidiosa que el genocidio, aunque tenga el mismo resultado final.

    Como fue mencionado, algunas de las medidas preventivas ‒en nuestro caso‒ aceleran los procesos. Ésto se debe a que el modelo de Stanton requiere que una mayoría ataque a una minoría. Los preventivos, entonces, funcionan limitando a la mayoría. Sin embargo, en el Occidente del siglo XXI, limitar a la mayoría blanca en cada país tiene el efecto de neutralizarla, paralizarla, debilitarla … e incapacitarla para resistir su destrucción.

    Ésta es una demostración escalofriante de cómo el siglo XX es una guía inadecuada para el siglo XXI. Nos encontramos en circunstancias demográficas drásticamente diferentes de las de hace cien años, pero también en otros aspectos importantes: económico, cultural, político, moral, espiritual y tecnológico. El resultado es que las herramientas diseñadas para prevenir el desastre en el siglo XX terminan facilitándolo en el siglo XXI.

    Recomiendo leer primero el resumen de las diez etapas para evitar confusiones ya que, en cada etapa, adaptaremos los factores a un nuevo fenómeno. El Gran Reemplazo simplemente no encaja en el modelo de Stanton; o cuando lo hace, lo hace de forma perversa, “inversa”.

    En algunas de las diez etapas, tanto el método como la prevención son llevados a cabo y facilitan el reemplazo de la mayoría blanca.

    Ésto subraya una vez más que, si bien el Gran Reemplazo podría ser caracterizado como genocidio, no se corresponde con ningún ejemplo histórico. Volveremos a este punto en capítulos posteriores.

    Por ahora, repasemos las diez etapas de Stanton y veamos cómo, en cada caso, el método facilita el reemplazo blanco, la prevención lo hace, o ambos lo hacen.

    1. Clasificación

    MÉTODO: Las personas se dividen en “ellos” y “nosotros”.

    PREVENTIVO: Desarrollar instituciones universalistas que trasciendan las divisiones.

    Hoy en día, ambas etapas son llevadas a cabo y ambas facilitan el Gran Reemplazo.

    Simultáneamente, las personas blancas son demonizadas y se les niega su existencia mediante nociones universalistas que afirman que las categorías raciales son ilusorias. Todas nuestras instituciones están comprometidas simultáneamente con la antiblancura y la ceguera racial. Lejos de prevenir la extinción blanca, la presencia de instituciones universalistas la facilita. Lejos de prevenir la extinción blanca, la superación de las divisiones la justifica.

    Ésto significa que las personas blancas no pueden defenderse ni defender su existencia. Existen y no existen simultáneamente [estado de ambigüedad], pero con una enorme culpa, lo que significa que probablemente deberían dejar de existir, o al menos, no sería una pena si no existieran.

    Sin embargo, mientras las personas blancas son sometidas a esta negación/demonización, ocurre lo contrario con todas las demás razas. Existen (a veces esta contradicción es disimulada diciendo que “existen” sólo porque las personas blancas las han categorizado racialmente) y no son malas (porque son víctimas de las personas blancas). Cabe destacar que ambas sirven para justificar el Gran Reemplazo, ya que ambas demonizan a la raza blanca.

    1. Simbolización

    MÉTODO: Pueden ser impuestos símbolos (negativos o con intenciones negativas) a los miembros del grupo objetivo.

    PREVENTIVO: Prohibir legalmente los símbolos y el “discurso de odio”.

    No hay necesidad de símbolos. El color de piel de las personas blancas es la marca de su culpa. Al ser blancas, demuestran que cargan con el legado de sus malvados ancestros, se benefician del mismo en el presente, y controlan la posibilidad de que se manifieste de nuevo en el futuro.

    Además, las leyes contra el “discurso de odio” debilitan a las personas blancas frente a otras razas, e impiden que protesten al verse superadas en número por éstas, ya que hacerlo constituye “discurso de odio” (“¿por qué te importaría ser superado en número por otras razas, a menos que fueras racista …?”). Las minorías lo entienden y nos incitan a hablar del Gran Reemplazo, y nuestra incapacidad para responder con honestidad simplemente nos desmoraliza y las envalentona.

    1. Discriminación

    MÉTODO: La ley o el poder cultural excluye a grupos de los plenos derechos civiles: leyes de segregación o apartheid, negación del derecho al voto.

    PREVENTIVO: Aprobar y aplicar leyes que prohíban la discriminación. Ciudadanía plena y derecho al voto para todos los grupos.

    El grupo objetivo es la mayoría blanca, y el método es precisamente el opuesto a la segregación/apartheid: se trata de animarnos a integrarnos con las minorías, y a que estas se muden a nuestras zonas (o incluso a que las alberguen allí mediante medidas estatales).

    A nadie se le niega el derecho al voto, porque votar no importa. Sin embargo, a las minorías se les permite votar tan pronto como puedan tras su llegada, porque votarán por la llegada de aún más minorías (ésto es resultado de la medida preventiva de “plena ciudadanía y derecho al voto” para todos los grupos: la mayoría ancestral es gradualmente superada en votos por los recién llegados, creando el “consenso” democrático que el régimen desea).

    La otra medida preventiva son las “leyes contra la discriminación”. Éstas son promulgadas casi exclusivamente contra la mayoría blanca para que no podamos tener espacios propios, protestar por nuestro desplazamiento ni proteger a nuestras hijas del mestizaje.

    1. Deshumanización

    MÉTODO: Negar la humanidad del grupo objetivo. Equiparar a esas personas con animales, alimañas, insectos, excrementos o enfermedades.

    PREVENTIVA: Los líderes deberían condenar el uso del “discurso de odio” y declararlo culturalmente inaceptable. A los líderes que incitan al genocidio se les debería prohibir viajar al extranjero y congelar sus finanzas en el extranjero.

    Las personas blancas han sido deshumanizadas “por la puerta trasera” utilizando el vehículo de la “blancura”. Como concepto abstracto, la “blancura” puede ser demonizada libremente, y ésto lo hacen a diario académicos, activistas y grupos de presión. Sin embargo, una vez hecho ésto, las personas blancas, tanto individualmente como en grupo, son inevitablemente vistas como encarnaciones de la “blancura” y, por lo tanto, merecedoras de ataques.

    Otros vehículos con el mismo efecto incluyen el “privilegio blanco”, la “fragilidad blanca”, las “lágrimas de la mujer blanca” y (ya que sólo perjudica a los hombres blancos) la “masculinidad tóxica”. Todo ésto sirve para deshumanizar y degradar a la gente blanca, y para deslegitimar su control sobre sus países.

    La gente saca conclusiones de lo que ve a su alrededor. Cuando las minorías ven cómo la gente blanca es degradada, naturalmente asumen que deben ser malos, y en cualquier caso, que son débiles y despreciables. Cuando los departamentos académicos se jactan de la “descolonización”, eso implícitamente coloca a la gente blanca en el papel de “colonizadores”, como de hecho nos llaman a menudo las minorías. Se nos presenta como los villanos de la historia, singularmente malvados y destructivos, merecedores de ser aniquilados no sólo por una mezquina venganza (subjetiva), sino incluso por el deseo altruista (objetivo) de un mundo justo. La “justicia social” empieza a significar “sin gente blanca”.

    En cuanto a las medidas preventivas, los líderes condenan constantemente el “discurso de odio”, pero ésto incluye a las personas blancas que exigen la supervivencia de su raza. Sin duda, cualquier organización formada para promover ese objetivo es reprimida por el gobierno, el poder judicial, los medios de comunicación e incluso las organizaciones benéficas. Una vez más, la prevención del genocidio agrava el Gran Reemplazo.

    1. Organización

    MÉTODO: El genocidio siempre es organizado. Las unidades especiales del ejército o milicias suelen estar entrenadas y armadas.

    MEDIO PREVENTIVO: La ONU debería imponer embargos de armas a los gobiernos y ciudadanos de los países involucrados en masacres genocidas, y crear comisiones para investigar las violaciones.

    Esta etapa no es necesaria para el Gran Reemplazo. La solidaridad étnica entre las minorías significa que ya están organizadas, al menos en el sentido más básico, pero también en el más duradero.

    En cuanto a formas de organización más complejas, algunos creen que en ciertas mezquitas están siendo almacenadas armas como medida de preparación.

    1. Polarización

    MÉTODO: Los extremistas aíslan al grupo objetivo. Sus líderes son arrestados o asesinados. Las leyes contra sus miembros erosionan sus derechos y libertades civiles fundamentales.

    PREVENTIVO: Protección de la seguridad para líderes moderados o asistencia a grupos de derechos humanos. Los golpes de estado perpetrados por extremistas deben ser combatidos con sanciones internacionales.

    El Gran Reemplazo invierte ésto por completo. No se puede prevenir arrestando a “extremistas”, ya que no lo promueven los “extremistas”, sino los políticos tradicionales. Es el propio estado y sus instituciones, no una minoría marginal, quienes facilitan el proceso.

    Es más, son los líderes “moderados” quienes lo promueven, porque la opción “moderada” siempre es dejar que esta catástrofe continúe desarrollándose lentamente. La concepción del genocidio como algo perpetrado por extremistas significa que, hoy en día, el Gran Reemplazo puede ser llevado a cabo libremente por moderados. No existe una medida de seguridad para esta contingencia, que fue completamente ignorada por los estudiosos del genocidio en el siglo XX.

    En cuanto a la polarización que se está produciendo, no se trata de que un grupo minoritario sea atacado y aislado, sino de que el grupo mayoritario sea desarmado y neutralizado, y sea lentamente convertido en una minoría que puede ser absorbida (o masacrada) sin ninguna de las protecciones que se les otorgan a las minorías y, de hecho en cierto sentido, gracias a dichas protecciones.

    Sin embargo, un paralelismo cierto aquí es el arresto de los líderes del grupo objetivo. Las personas blancas que protestan contra el Gran Reemplazo con frecuencia son arrestadas, interrogadas, allanadas por la policía, desbancarizadas, encarceladas, etc. Las palizas por parte de antifa son comunes, y suelen no ser castigadas con justicia por la ley. Cuando la antifa alemana utilizó martillos para destrozar a personas de derecha, el juez del juicio declaró que sus motivos eran “valiosos”. Cuando un profesor universitario de extrema izquierda llevó un pesado candado de bicicleta a una protesta y golpeó a la gente en la cabeza con aquél, obtuvo libertad condicional, mientras que sus oponentes de derecha fueron perseguidos durante años en los tribunales. Lo que todas estas medidas logran es atemorizar a otras personas blancas para que guarden silencio y se mantengan al margen de cualquier activismo en defensa de su grupo. Ésto tiene exactamente el mismo efecto que arrestar a los líderes de un grupo minoritario como preparación para un genocidio convencional: desintegra la capacidad del grupo para defenderse.

    1. Preparación

    MÉTODO: La matanza es planificada. Las víctimas son identificadas y separadas por su identidad étnica o religiosa.

    PREVENTIVA: En esta etapa, debe ser declarada una Emergencia de Genocidio. Debe ser invocada la presión diplomática total de las organizaciones regionales, incluyendo la preparación para intervenir y prevenir el genocidio.

    Esta etapa no es necesaria para el Gran Reemplazo. Sin embargo, podría ocurrir fácilmente una vez que cada país blanco esté suficientemente dominado por un grupo extranjero que decida exterminarlos.

    1. Persecución

    MÉTODO: Expropiación, desplazamiento forzado, ghettos, campos de concentración.

    PREVENTIVO: Asistencia directa a grupos de víctimas, sanciones específicas contra perseguidores, movilización de asistencia o intervención humanitaria, protección de refugiados.

    Esta etapa no es técnicamente necesaria para el Gran Reemplazo, ya que la absorción puede ocurrir sin violencia ni asesinato. Sin embargo, podría ocurrir fácilmente una vez que cada país blanco esté suficientemente dominado por un grupo extranjero que decida exterminar a los blancos. Ya vemos esto en microescala con el escándalo nacional de acoso sexual, entre otros delitos: una mayoría blanca asediada, es abusada por una minoría no blanca que, extraoficialmente, goza de un status legal elevado (por ejemplo, indemnización legal por ser víctimas de “racismo”), lo que les permite salirse con la suya con un racismo atroz.

    También observamos una extraña inversión del preventivo, la “protección de refugiados”. A los afrikaaners que viven bajo amenaza de muerte en Sudáfrica y buscan refugio en el extranjero, éste les es negado, incluso en sus países de origen (Gran Bretaña y Países Bajos). Incluso el hecho de estar tan amenazados es obsesivamente negado por los principales medios de comunicación de Occidente, y por solicitar refugio son demonizados como ventajeros, mentirosos y racistas. Cuando un presidente decide concederles asilo, es demonizado por ello aunque, en todas las demás circunstancias, se supone que debemos celebrar la aceptación de refugiados. Pero no cuando son blancos (es racista que los blancos ayuden a otros blancos). El simple hecho de que esta escandalosa crueldad hacia los afrikaaneres pueda ocurrir, es una señal de cuánto han sido ya deshumanizados los blancos, y ha sido socavado su derecho a la dignidad.

    En cuanto a los métodos clásicos de persecución (expropiación, desplazamiento forzoso, etc.), cabe destacar que están siendo sentandas las bases para que ésto ocurra, por si nuestros sucesores desean alguna vez perseguirnos.

    Por ejemplo, existe la creencia generalizada de que las personas blancas no pueden ser víctimas del racismo. Esta idea era desconocida en la década de 1990, pero ahora es una creencia popular. Se basa en la idea de que el racismo es “prejuicio más poder”, y que sólo las personas blancas tienen poder (incluso cuando sus propias sociedades las desempoderan sistemáticamente). Por lo tanto, la niña blanca de 12 años violada en grupo por pakistaníes que la llaman “zorra blanca”, no es víctima de racismo. Su familia, aterrorizada y silenciada por esos mismos pakistaníes, no es víctima de racismo. Su comunidad, humillada y dominada por la comunidad pakistaní, no es víctima de racismo. Sólo las personas blancas pueden tener poder, incluso cuando otras razas claramente lo ejercen sobre ellas y lo utilizan para abusar de ellas, aterrorizarlas y brutalizarlas.

    Es más, la debilidad es una provocación. Cuando un grupo se debilita (como ha sucedido con las personas blancas), eso invita a grupos poco empáticos a verlo como patético y merecedor de desprecio. Así pues, el escenario está preparado: la comunidad blanca, obligada por su estado a permitir que sus hijas sean violadas en grupo hoy, será vista como susceptible de ser masacrada mañana.

    1. Asesinato en masa

    PREVENTIVO: En esta etapa, sólo una rápida y contundente intervención armada puede detener el genocidio. Deben ser establecidas zonas seguras reales o corredores de escape para refugiados, con protección internacional fuertemente armada.

    Reiteramos que el Gran Reemplazo no requiere asesinatos en masa, pero estos podrían ocurrir como consecuencia y en su fomento, una vez que nuestras sociedades se vuelvan tan ingobernables que los grupos no blancos sientan que pueden actuar con impunidad.

    También cabe mencionar que las “zonas seguras reales o corredores de escape para refugiados” son precisamente lo que está siendo eliminado por la inmigración masiva. No habrá ningún lugar al que la gente blanca pueda ir, ninguna zona segura, ningún lugar que pueda llamar suyo, ningún lugar donde no se encuentren con minorías y, eventualmente, sean superados en número por ellas. De hecho, los defensores de la inmigración masiva suelen afirmar explícitamente que este es un objetivo, ya que lo consideran la única manera de evitar que la gente blanca sea racista (pero, si eso significa que la gente blanca se extingue, ¿no es la solución peor que el “problema”?)

    1. Negación

    MÉTODO: Los perpetradores … niegan haber cometido delito.

    PREVENCIÓN: La respuesta a la negación es el castigo por parte de un tribunal internacional o nacional.

    Sorprendentemente, la versión del Gran Reemplazo de esta negación está siendo ejecutada con antelación. A los niños se les inculca en las escuelas la idea de que no existe ningún grupo étnico (suecos, irlandeses, holandeses, etc.). Por lo tanto, no puede ocurrir ninguna extinción y, desde la perspectiva del futuro, no ocurrió ninguna. Cada grupo es una amalgama de grupos anteriores; por lo tanto, siempre hemos sido “mestizos” y, por lo tanto, es imposible que seamos exterminados. Ésto es como decir que una sopa hecha de ingredientes no puede ser arruinada, y de hecho ni siquiera alterada, añadiendo otro ingrediente. Porque la sopa fue hecha con ingredientes, ¿no existe? Eso es absurdamente deshonesto.

    Además, la propiedad de cada grupo blanco sobre sus tierras ancestrales también se ve socavada, una vez más sistemáticamente. A nosotros ‒y a las minorías que han sido traídas aquí para reemplazarnos y absorbernos‒ se nos dice que los habitantes originales de nuestras tierras no eran blancos y que, de todos modos, todos venimos de África. Por lo tanto, no hay nada que proteger, nada que lamentar, nada con lo que empatizar, nada de lo que sentirse culpable por destruir.

    Todo ésto es una prueba más de la deshumanización mencionada anteriormente, un elemento clave del genocidio clásico. Al grupo objetivo le debe ser negado el derecho a la existencia. En nuestro caso, no se nos niega nuestro derecho a la existencia, sino que se nos niega nuestra existencia real. No existimos. Por lo tanto, no podemos ser destruidos. Pero todo ésto son absurdas mentiras.

    Conclusión

    Estos diversos puntos ilustran cuán similar es el Gran Reemplazo al genocidio propiamente dicho, pero también cuán diferente. Es un fenómeno sin precedentes. No hay un patrón, nada con qué compararlo. Un genocidio, como solemos pensarlo, consiste en que una mayoría utiliza sus recursos (incluido el estado) contra una minoría desfavorecida que tiene menos control sobre el estado y, por lo tanto, es especialmente vulnerable a los caprichos de la mayoría. En cambio, en el Occidente moderno tenemos una mayoría desfavorecida que es víctima de “su propio” estado, “su propia” sociedad y “su propia” cultura. Utilizo comillas para recalcar la obviedad de que, si bien estas cosas son teóricamente nuestras, al estar orientadas contra nosotros, demuestran que en realidad ya no lo son, y que no lo han sido durante muchas décadas. La gente blanca ha estado esencialmente en una incubadora de muerte desde 1945.

    Lo que estamos viendo, entonces, es una sociedad que se ha vuelto contra su grupo étnico principal; de hecho, muchas sociedades que se han vuelto simultáneamente contra sus grupos étnicos principales, ya sean éstos italianos, franceses, alemanes, escoceses, canadienses, estadounidenses.

    Ésto es algo tan extraño, que requiere tanta coordinación y tanto poder, que a la gente le ha costado creer que sea real. Pero, a medida que la población no blanca crece en nuestros países, que nuestros pueblos y calles se transforman hasta quedar irreconocibles, que nos sentimos desposeídos por nuestros propios gobiernos y traicionados por nuestra policía y poder judicial, que la vida que conocieron nuestros abuelos se vuelve imposible, que la vida que conocíamos se distorsiona terriblemente o se ve completamente reemplazada por lo ajeno … cada vez es más fácil para la gente blanca común aceptar la realidad.

    Es tan extraño que, aunque logra el mismo resultado que el genocidio y utiliza algunos de los mismos métodos (si son inviertidos), simplemente no existe una categoría para este fenómeno, para este crimen, en toda la historia de la humanidad. Hasta ahora, ningún gobernante fue lo suficientemente poderoso como para hacerle ésto a su propio pueblo.

    VIII. Actualización de la ley

    Leyes y mejores definiciones

    Colegio secundario para niñas Levenshulme, Manchester, 1943 y 2023

    El Gran Reemplazo conduce al mismo resultado que el genocidio y, técnicamente, se ajusta a la mayoría de las definiciones, pero hemos aislado cuatro razones por las que no parece serlo:

    1. No es un proceso de matanza masiva, sino de reemplazo y absorción masiva.
    2. El proceso (cuando no se lo niega como teoría conspirativa) es intensamente promovido y fomentado, pero nunca le es aplicado (que es lo que la gente asocia con el “genocidio”). En teoría, los europeos siempre podrían “simplemente” tener más hijos para evitar su absorción en otros grupos.
    3. El proceso suele ser celebrado por los propios europeos, especialmente por las jóvenes que han sido así condicionadas. Frases como “la diversidad es nuestra fuerza” son omnipresentes hoy en día, así como la creencia de que los niños mestizos son “mejores”. Ésto contrasta fuertemente con la imagen que la gente tiene del genocidio, como algo que ningún miembro del grupo objetivo podría disfrutar, celebrar o desear.
    4. No hay un conquistador visible. Dicho de otro modo, el proceso no parece destinado a beneficiar (en el futuro) a ningún grupo en particular que lo esté orquestando (en el presente).

    Sin embargo, estos cuatro factores sólo niegan la apariencia de genocidio, no su realidad. La definición de genocidio podría ser ampliada[[3]] para abarcar estas contingencias. La definición revisada de la ONU podría ser:

    Por genocidio se entiende cualquiera de los siguientes actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal:

    1. Matar a miembros del grupo.
    2. Causar lesiones graves a la integridad física o mental de los miembros del grupo.
    3. Someter deliberadamente al grupo a condiciones de vida que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial.
    4. Imponer medidas destinadas a impedir los nacimientos dentro del grupo.
    5. Trasladar por la fuerza a niños del grupo a otro grupo.
    6. Imponer medidas que hagan que el grupo, dentro de su territorio, sea superado en número o absorbido por otro grupo.
    7. Reducir la capacidad del grupo para resistir la absorción por otros grupos.
    8. Alentar al grupo a aceptar la absorción por otros grupos.

    Persistir o no detener un proceso en curso después de que su efecto (1-8) se haya hecho evidente, puede ser interpretado como intencionalidad y complicidad en genocidio.

    Según esta definición, el Gran Reemplazo sería claramente un genocidio, y todos los gobiernos de Occidente serían claramente culpables. El punto 6 criminalizaría a todo político que fomentara o permitiera la inmigración masiva de personas no blancas. El punto 7 criminalizaría a todo político y lobbista que alguna vez haya trabajado para impulsar leyes contra el “discurso de odio”. El punto 8 criminalizaría a todo conferenciante, autor y celebridad que adoctrinara a la gente para celebrar su propia desposesión.

    Cabe destacar que el punto 6 introduce el reconocimiento de que un grupo puede ser destruido mediante la absorción y el aniquilamiento (sin que haya matanzas). Ésto cierra la brecha entre el Gran Reemplazo y la concepción actual del genocidio.

    Obsérvese también la cláusula añadida al final. Reconoce que un efecto puede ser logrado no sólo mediante un acto singular, sino mediante un proceso de largo plazo. De este modo, elimina las defensas de “no fue deliberado” y “yo no lo inicié, simplemente no lo detuve”.

    Una alternativa sería la creación de un nuevo delito específicamente diseñado para el Gran Reemplazo. Es históricamente único, pero eso no significa que no pueda volver a ocurrir en el futuro. En cualquier caso, necesitamos una ley que castigue a todos los responsables de esta repetición.

    Sin embargo, creo que sería mejor consagrar en la ley un amplio deber del gobierno de mantener, dentro de su país, el bienestar y la primacía (tanto demográfica como cultural) del grupo étnico mayoritario. Dicho grupo étnico podría genéticamente definido, o utilizando el sentido común de la historia y la ascendencia, que es lo que otros grupos en todo el mundo utilizan cuando se les pregunta si un individuo es uno de ellos o no.

    Una vez definido el grupo étnico, y establecido por ley su derecho absoluto y exclusivo a su patria, todas las leyes, incluidas las futuras, deberían ser examinadas para determinar si violan o ponen en peligro estos aspectos.

    También creo que debería existir un nuevo delito de “traición étnica”. Éste se referiría a dañar o poner en peligro al propio grupo étnico, al igual que la ley de traición se refiere a dañar o poner en peligro al propio estado nacional (cabe destacar que no se refiere a criticar o burlarse del propio grupo étnico). El castigo por traición étnica debería ser al menos tan severo como el de la traición al estado. Después de todo, un estado puede ser reconstruido. Un grupo étnico, no.

    Cada país debería ser visto principalmente como el hogar de su mayoría étnica histórica. Antes de mediados del siglo XX, nunca fue necesario consagrar tal cosa en la legislación de los países europeos, ya que era impensable que sus mayorías étnicas pudieran verse amenazadas. Sin esta codificación, cada país europeo era un etnoestado de facto. Hoy, en la era del transporte y de la comunicación masivos, estas cosas necesitan ser codificadas, y deben serlo.

    Debería ser considerado un delito de negligencia que un gobierno haga algo (o permita que otras entidades hagan algo) que pueda transformar demográficamente a su país. Mantener la identidad étnica de un país debería ser considerado tan importante como mantener su seguridad fronteriza. En este contexto, las entidades que perpetran algo como el Gran Reemplazo podrían no ser castigadas, pero el gobierno sí lo sería por permitirlo.

    El problema con esta idea, por supuesto, es que no se puede obligar a un gobierno a castigarse a sí mismo. Ahora mismo, por ejemplo, el gobierno británico está “investigando” su propia conducta durante la era del covid, y nadie serio espera que ésto sea otra cosa que un encubrimiento.

    Dado que la responsabilidad de algo como el Gran Reemplazo recae en el gobierno, y dado que éste puede reescribir e ignorar las leyes que le resultan incómodas, es posible que prevenir el Gran Reemplazo simplemente no pueda ser logrado mediante instrumentos legales.

    Disculpen mi cinismo, pero hablo desde una época en la que nadie en el gobierno parece rendir cuentas de nada. La corrupción es endémica, aparentemente sistémica. En última instancia, lo que permite el Gran Reemplazo es la complicidad y la traición de nuestros políticos y sistemas políticos.

    No obstante, una legislación como la que propongo al menos ayudaría a evitar que los políticos permitan que algo como el Gran Reemplazo se repita.

    IX. Soluciones

    Cómo detener y revertir el Gran Reemplazo

    Espero que a estas alturas sea evidente que el Gran Reemplazo es real y, por lo tanto, indeseable. La cuestión de si se trata de genocidio o de un crimen, puede ser dejada de lado y hablaré de posibles soluciones. No es algo que pueda ser ignorado, sino un problema muy complejo. Escribo ésto como colofón de la serie, precisamente por su complejidad; me sentiría culpable dejándolo en manos de otros sin aportar al menos algunas ideas.

    Volveremos a hablar del país ficticio “Nordia”, con su grupo étnico nativo, los Nordios, y una reciente (después de 1945) gran afluencia de Bomalianos. Se asume que un partido ha formado gobierno en Nordia, y desea detener y revertir el Gran Reemplazo. Serán ignorados los diversos obstáculos electorales y legales que se opondrían para impedir que dicho partido llegue al poder, ya que es una tarea independiente de abordar el Gran Reemplazo en sí.

    Las ideas, en el orden en que creo que deberían ser implementadas:

    1. Cerrar las fronteras. Despedir a los agentes fronterizos que no cumplan.
    2. Deportar a todos los Bomalianos que ingresaron ilegalmente en Nordia (ésto le dará al público una muestra inmediata del éxito).
    3. Repatriar la industria para aumentar la autosuficiencia de Nordia y, por lo tanto, su libertad de acción.
    4. Por la misma razón, aumentar la producción de alimentos y medicamentos.
    5. Por la misma razón, retirarse de la Corte Europea de Derechos Humanos y de cualquier otro organismo internacional problemático.
    6. Eliminar todo financiamiento para ONG, organizaciones benéficas, etc., que sean problemáticas.
    7. Retirar el financiamiento de los departamentos académicos conocidos por su traición étnica.
    8. Todos los generales deben jurar lealtad al pueblo nordio. Reemplazar a todos los generales del ejército que no cumplan con su juramento.
    9. Comenzar a expandir el ejército.
    10. Todos los jefes de policía deben jurar lealtad al pueblo Nordio. Reemplazar a todos los jefes de policía que no cumplan con su juramento.
    11. Comenzar a expandir la fuerza policial.
    12. Construir grandes instalaciones para en el futuro detener temporalmente a los Bomalianos que se rebelen contra la deportación.
    13. Cerrar los medios de comunicación conocidos por cometer traición étnica contra los Nordios.
    14. Investigar a todos los formadores de profesores. Deben jurar lealtad al pueblo Nordio para conservar sus puestos.
    15. Consagrar por ley que Nordia pertenece a los Nordios étnicos, y que todos los demás presentes en el país son huéspedes con derechos legales limitados, independientemente de su ciudadanía, nacionalidad del pasaporte y situación legal.
    16. Requisar una gran extensión de tierra en el norte de África y establecer allí un estado para albergar a los Bomalianos que se desea deportar, pero que Bomalia se niega a aceptar. Colaborar con otros países blancos en este proyecto.
    17. Acordar el pago a Bomalia por cada ciudadano suyo que acepte.
    18. Deportar a todos los Bomalianos que hayan cometido delitos, empezando por aquellos que hayan cometido delitos sexuales contra mujeres Nordias, y eventualmente a todos los demás delincuentes.
    19. Deportar a todos los solicitantes de asilo y refugiados Bomalianos que provengan de países “devastados por la guerra” donde ya no hay (o nunca hubo) guerra.
    20. Deportar a todos los Bomalianos que no hayan alcanzado la autosuficiencia económica desde su llegada (o crianza) a Nordia.
    21. Ofrecer dinero a los Bomalianos restantes para que regresen a su país de origen. Ésto debería ser dirigido a las personas fértiles y a quienes tienen hijos. Los mayores de 40 años sin hijos no representan una amenaza demográfica adicional (y, sobre todo, las mujeres). Si es improbable que causen problemas, se les debería permitir quedarse y vivir el resto de sus vidas en Nordia.
    22. Incentivar a los Bomalianos fértiles restantes a irse. Ésto podría ser hecho, por ejemplo, prohibiendo y gravando diversas cosas.
    23. Si queda algún bomaliano fértil, deportarlo al nuevo estado en el norte de África.
    24. Fomentar los nacimientos de Nordianos en Nordia, especialmente entre personas con un coeficiente intelectual alto. La cultura debería orientarse con delicadeza hacia este objetivo.
    25. Los productores y guionistas de películas y series de televisión deberían sentirse responsables del bienestar del pueblo Nordio. Quienes no lo sean, deberían ser excluidos. Ésto no exige adherir a una ideología compleja o estricta, sino a una cuestión bien sencilla: el bienestar de su grupo étnico. Si no se preocupan por ellos, ¿por qué deberían estar sujetos a su trabajo?

    Claro que estas ideas parecen descabelladas ahora, pero si nuestra situación actual hubiera sido descripta a la gente hace un siglo, la habrían encontrado absolutamente increíble. Se ha vuelto “normal” que 500 desconocidos lleguen en barco en un sólo día, y que se les llame “tan británicos como tú” en un mes. Eso nunca debería ser normal. Es una afrenta a la honestidad, la decencia, la estabilidad y la identidad.

    Si bien son el polo opuesto de lo que estamos acostumbrados, estas ideas que propongo serán necesarias de una u otra forma si queremos detener y revertir el Gran Reemplazo. Se trata de la supervivencia de valiosos grupos étnicos, cada uno fruto de incontables milenios de destilación genética. En cualquier otra especie que no sea la humana, parecería de sentido común preservar esta diversidad.

    Pero en el caso del Gran Reemplazo, debemos analizar exactamente qué está siendo destruido. No nos referimos a “grupos étnicos” anodinos y aleatorios. Hablamos de los holandeses, los franceses, los suecos, los alemanes, los escoceses, los ingleses … Cada uno tiene su propia historia única, valiosa para ellos, pero ajena, inescrutable e incluso ofensiva para los recién llegados, que ahora viven con ellos. Los extranjeros no preservarán nuestra historia, como tampoco nos preservarán a nosotros (ésto también aplica a muchas personas producto del mestizaje). Nuestra cultura es nuestra. Otros pueden amarla, pero sólo nosotros podemos preservarla. Lo mismo ocurre con nuestro perfil genético. El término “gente blanca” puede parecer muy clínico. Debemos recordar que hablamos de los progenitores de la civilización occidental, quienes crearon innumerables tradiciones filosóficas, campos científicos y formas de arte. Si no merecen ser preservados, no sé qué lo será. Que seres tan creativos, compasivos y capaces fueran considerados como objetivo de extinción, es un crimen que debería perdurar en la historia. Pero nosotros, en el presente, debemos hacer lo necesario para frustrar ese crimen.

    No sé qué precipitará estas cosas pero, ya sea después de un período de guerra, caos o paz, creo que ocurrirá. Cuando suceda, algunos no tendrán el valor para ello, incluyendo a algunos nacionalistas actuales. Otros lo aprobarán y participarán con alegría, incluyendo a algunos progresistas declarados. De hecho, creo que estarán entre los más insensibles. No será una tarea agradable y no será realizada sólo personas agradables. Los peores y los mejores de nosotros saldrán a la palestra para hacerlo. Pero debe ser hecha.

    Los blancos merecemos prosperar, merecemos existir y merecemos tener autodeterminación. Nos la arrebataron, nos arrebataron nuestro destino bajo un sinfín de falsas pretensiones, falsas promesas y falsas premisas. El regreso de la verdad al mundo será desagradable, agresivo e histórico, pero será justo.

     

     

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    [[1]] Sigo creyendo en lo que dije en aquel video de 2014. Aunque la expresión “genocidio blanco” es precisa, posiblemente no sea útil para su difusión entre la gente común. Ésto se debe a que la definición de genocidio que la mayoría de la gente tiene (masacre masiva violenta) simplemente no se corresponde con lo que ocurre “sobre el terreno” en Europa, por lo que el orador será percibido como alguien que exagera el sensacionalismo y, por lo tanto, se asumirá que no es digno de confianza (de no ser así, hubiese sido innecesario escribir esta serie de ensayos).

    [[2]] El hecho de que existan (al menos) 40 definiciones diferentes sugiere que no deberíamos preocuparnos mucho por si el Gran Reemplazo se ajusta a alguna definición en particular, ya que simplemente podemos añadir una nueva para cubrirla. Pero, por supuesto, no podemos, porque el mundo académico actual se opondría vehementemente a cualquier esfuerzo de ese tipo. Irónicamente, este hecho es, en sí mismo, una señal de que estamos siendo genocidas, ya que un componente clave del genocidio es privar a un grupo de la infraestructura institucional que necesita para proteger su existencia. ¿Por qué prácticamente ningún académico blanco condenará el Gran Reemplazo, que obviamente está ocurriendo? ¿Por qué prácticamente todos los académicos blancos negarán que exista una raza blanca que deba ser reemplazada, cuando obviamente la hay?

    [[3]] Me imagino el alarde de los izquierdistas mediocres: “¡No se pueden cambiar las definiciones para que se ajusten a sus propios intereses!” Aunque el término “genocidio” ni siquiera existía hasta hace 80 años. En fin, los izquierdistas cambian despreocupadamente las definiciones cuando les conviene, por ejemplo, anglosajón, inglés, europeo, indígena, nativo, etnicidad, etc. A estas alturas, hay académicos que dedican sus carreras enteras a redefinir palabras y conceptos para hacer ciertas cosas impensables, o al menos incomunicables.

     

     

     

    Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko

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    Millennial Woes
    O projeto Millennial Woes foi originalmente centrado em um canal do YouTube mas foi banido dessa plataforma em 22 de fevereiro de 2021 por "violações múltiplas ou graves" de sua política de discurso de ódio. Essa é uma boa introdução para o que MW era originalmente: o mundo está doente. Mas a doença é consciente, poderosa e autodefensiva, então, se você tentar falar sobre isso, ela o atacará. Quaisquer plataformas que você use para falar sobre isso, você será banido. Assim, no próprio ato de tentar alertar as pessoas de que o mundo está doente, inadvertidamente provei que está.

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