El supuesto fin del CEPO en Argentina es sin duda una flexibilización importante de los controles cambiarios y de capitales que existían, además de unificar los tipos de cambios oficiales en un espacio de dos límites. Pero los controles más significativos siguen existiendo, el intervencionismo del gobierno en el mercado cambiario sigue siendo notable. Si bien se incluyó alguna que otra restricción importante, como el acceso legal a los dólares en efectivo, algo todavía más trascendente es que el supuesto día de liberación argentino se hace a costa del endeudamiento con el FMI.
Para los que no saben, Macri también relajó muchos controles en la materia apenas asumió, y lo hizo un año y medio antes que Milei.
De cualquier manera, además de todo, con el supuesto fin del CEPO de Milei, el banco central seguirá proveyendo dólares y el valor del peso en términos de dólares seguirá controlado en cada límite fijando, cuyos números seguirán subiendo al 1% mensual, como lo venía haciendo el precio oficial desde febrero. Si recuerdan mi artículo sobre el espejismo financiero, todo esto significa que los inversores financieros tendrán aseguradas sus ganancias en un dólar al tope del rango fijado en pesos como mínimo. Aun así, es probable que las estrategias financieras disminuyan un poco a partir de ahora. Los dólares prestados por el FMI servirán apenas para asegurar el negocio financiero y otros compromisos del mandato de Milei. Mientras tanto, el préstamo se pagará mucho más adelante, pues Milei es un político democrático común en toda regla, pateando mayores problemas para el futuro como cualquier otro, mientras calma parcialmente la incertidumbre de parte del público, y en especial de los privilegiados espurios del gobierno en el presente.
El ministro de economía de Milei, Luis Caputo, había adelantado hace tiempo que este préstamo era para «capitalizar» el banco central, pagando la deuda del Tesoro con el banco central, ¿pueden creerlo? Sí, el banco que prometió eliminar Milei no ha dejado de recibir esfuerzos de su gobierno para fortalecerse, más allá de quemar reservas de dólares todo este tiempo de manera regular.
Al final, casi todo lo bueno que hace Milei lleva consigo algo malo también, ahora el endeudamiento externo. Así de malo es Milei. Por ejemplo, recordando las desregulaciones, mientras la recaudación de impuestos ha aumentado con Milei, a pesar de eso y de haber bajado el gasto, los impuestos en general nunca bajaron, sino que algunos subieron. Producir en Argentina sigue siendo muy difícil. Para colmo, la emisión de títulos de deuda, en lugar de haber sido frenada por el gobierno todo este tiempo, repuntó con el carry trade que expliqué en mi artículo financiero. En otras palabras, la emisión de deuda pública fue alentada por el gobierno de Milei.
Milei es claramente un estatista más competente en muchos aspectos. Lo cual es efectivamente malo, no bueno. Por otra parte, la administración tan «radical» de Milei sólo dejó de financiar al Tesoro imprimiendo dinero, cosa que ya hacen la mayoría de los gobiernos del mundo. Toda una hazaña, ¿no? Cuando menos un chiste si se tiene en cuenta toda la propaganda, siendo que la cantidad de pesos en realidad aumentó mucho más con Milei que con el presidente peronista anterior.
Sólo el tiempo bastará para que la mayoría de los libertarios vean lo malo que es realmente Milei en comparación con la propaganda. Un desastre como lo dijo Hans-Hermann Hoppe. Pero se supone que debemos llevarnos bien con los «austrolibertarios» que apoyan y promueven este fraude absoluto. ¡Pero por favor! Los Philipp Bagus, Jesús Huerta de Soto y compañía son traidores de la causa libertaria.
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