La memeficación de Hans-Hermann Hoppe

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    Este sitio web existe como un humilde intento de promover y explicar el edificio misesiano-rothbardiano, en la medida en que lo entiendo y puedo comunicarlo de manera efectiva. Con la única excepción de estos dos gigantes intelectuales, el defensor más capaz y profundo de la tradición austrolibertaria es, sin duda, su discípulo y defensor de principios Hans-Hermann Hoppe. Notarás en todas partes de este sitio que está incluido como la tercera pata en el trípode de los padres intelectuales austrolibertarios.

    Una de las responsabilidades autoimpuestas que me tomo más en serio en la creación y promoción de todo el contenido de este sitio es la cuidadosa y precisa exposición de las ideas de estos tres. Por supuesto, trato de ser honesto y directo en todo lo que hago, en cada representación que realizo de las personas, pero dado que estos tres pilares de la tradición austrolibertaria son pilares en mi propia mente también, es por el profundamente arraigado respeto y reverencia por sus aportes que tengo como objetivo promover sus ideas con precisión y la máxima calidad.

    En nuestra época de izquierdismo cultural, político y económico desenfrenado en todo Occidente, Hans Hoppe es el receptor de numerosos ejemplos de tergiversación, injusta desestimación y rechazos de reacción visceral de todas sus contribuciones basados en tan solo una o dos cosas sobre las cuales sus críticos han quedado consternados. Esto es verdaderamente un ultraje. Los ensayos, los artículos, los libros, los discursos, las contribuciones producidas por Hoppe son más de lo que es conocido popularmente si apenas lees de él en Facebook.

    Esto me lleva al título del presente artículo. Hoppe ha sido memeficado, lo cual no es una palabra, pero es en cualquier caso un diagnóstico preciso de por qué la sola mención de Hoppe trae a colación la asombrosa tergiversación del hombre que hizo más que nadie para sintetizar, exponer y expandir el heroico trabajo de Mises y Rothbard en nombre de la libertad.

    Ahora, aquí viene el giro de la trama: voy a expresar mi insatisfacción por una memeficación que no proviene de sus oponentes, sino de sus supuestos seguidores, seguidores que han distorsionado el legado de Hoppe. Por supuesto, sus histéricos oponentes son típicos de la reacción izquierdista a sus diversos principios en general. Pero en mi opinión, la memeficación de Hoppe por parte de quienes enfatizan una representación barata y juvenil de sus ideas es más desastrosa cuando provienen de quienes lo llaman su propio héroe. Después de todo, ayudan a exacerbar a los oponentes.

    La mayoría de los escritos de Hoppe, que se han publicado en forma de libro, incluyen los siguientes volúmenes: A Theory of Socialism and Capitalism; The Economic and Ethics of Private Property; The Great Fiction; y Democracy: The God That Failed.

    Ha publicado ensayos independientes y relacionados como volúmenes independientes que incluyen: Economic Science and the Austrian Method; A Short History of Man; From Aristocracy to Monarchy to Democracy; Natural Elites, Intellectuals, and the State; What Must Be Done.

    Ahora, la mayoría de sus obras se centran tanto en la ética como en la economía de la libertad, de un orden de propiedad privada, frente a la ética y la economía del estatismo en todas sus formas. Al intentar extraer estos principios, ha contribuido al análisis histórico, la praxeología, la teoría legal, el dinero y la banca, el impacto social de los sistemas políticos y mucho más. No solo ha desarrollado sobre las contribuciones misesianas a la economía, sino que también ha extendido la teoría rothbardiana de los ideales libertarios. Aparte de reafirmar y aclarar de manera sucinta y precisa las ideas de sus maestros, también ha contribuido con nuevas ideas a nuestra amada doctrina; especialmente en epistemología, el dinero y la banca, y la justificación definitiva para un libertarismo radical basado en la propiedad privada.

    Además, ha allanado el camino para la aplicación de la praxeología a la sociología, utilizando los principios misesianos para comprender mejor la esencia de la comunidad, el surgimiento y la caída de las sociedades, y los pros y los contras de diversas configuraciones gubernamentales, especialmente relacionados con los cambios históricos de un gobierno de propiedad privada (monarquía) a uno de propiedad pública (democracia).

    Finalmente, ha sintetizado y destilado, a través de las grandes controversias interlibertarias e interaustriacas entre 1960 y 1990, la tradición de Rothbard y Mises en contribuciones originales que no solo aclararon nuestras doctrinas, sino que también las dejaron bajo nuevas luces. Una de las contribuciones más perdurables que Hoppe ha hecho en sus diversos ensayos y artículos de revistas es su énfasis en tener un sistema de pensamiento. Todo, desde la ética de la propiedad privada hasta los aspectos praxeológicos de la cooperación humana, encaja de una forma u otra; en una época de especialización y concentraciones limitadas de estudio, el legado de Hoppe estará en su capacidad para poner todo en términos de una narrativa amplia. De esta manera, ha intentado —con éxito en mi opinión— comunicar las interrelaciones entre varios campos de estudio.

    Esto ni siquiera raspa la superficie de la punta del iceberg.

    Sin embargo, un puñado de sus seguidores se ha concentrado específicamente en un simple párrafo en Democracy: The God That Failed en el que presenta una hipotética ordenación de propiedad privada —una comunidad de convenio— en la que esta comunidad enfrenta adversarios a la paz y el bienestar de la comunidad. La necesidad de que los perturbadores de la paz sean removidos, físicamente (ya que remover implica ausencia física), es un prerrequisito para la longevidad de esta comunidad de convenio. Esta idea, por supuesto, está en conflicto con la obsesión izquierdista de la inclusión y la discriminación cero.

    Pero lo que es relevante para el presente artículo es la triste exaltación de un simple párrafo en un libro a un estatus de «Hoppe en una lección» a los ojos y el comportamiento de cierto subconjunto de su base de seguidores de internet. Adoptando los gestos vulgares y antiintelectuales de lo peor del mundo de la Internet profunda, han creado una versión de Hoppe y sus contribuciones que hace más para distanciar a los posibles adherentes que para atraerlos. Esto es lo que quiero decir con su memeficación. Todo su conjunto de obras se ha dejado de lado en preferencia por un tema único y solamente mencionado una vez.

    Existe un tipo de antiizquierdismo dando vueltas en la Internet que, a pesar de su loable y correcta postura contra el igualitarismo cultural y político y el progresismo, actúa aun así de una manera completamente opuesta al hombre tradicional, intelectual, civilizado y occidental. Al preferir la controversia sobre la iluminación, el valor del asombro sobre la argumentación, y «desatar» (provocar) a las personas sobre comunicar racional y verbalmente (no confundir con oralmente), obstaculizan en lugar de alentar el retorno de la racionalidad en el diálogo y el pensamiento.

    No pretendo criticar aquí meramente la existencia de memes alegres y payasadas juguetonas (por ejemplo, Michael Malice entregando a Hoppe un helicóptero de juguete), sino más bien la memeficación sostenida de Hoppe por parte de ciertos agitadores en la Internet que, según todas las apariencias, nunca han leído mucho de las verdaderas contribuciones de Hoppe, como su crítica al socialismo del conservadurismo. (Sin embargo, estas mismas personas se babean por imágenes ridículas y piensan que es gracioso —cuando en realidad es infantil y contraproducente— usar un recodo sobre 1488 HH, reemplazándolo con 14888 HHH [como en Hans-Hermann Hoppe]).

    Estoy reflexionando sobre el hecho de que muchos «seguidores de Hoppe» en la Internet ni siquiera han leído su trabajo, pero les gusta simplemente porque pueden ser atrevidos con él. Esto es, para mí, una traición a los ideales hoppeanos. Necesitamos que más personas lean sus obras, no solo que creen ingeniosas imágenes de Hoppe y Pinochet.

    Lejos de ser una mera diatriba contra los memes, es más bien una diatriba contra la desvalorización de un gran hombre.

    No obstante, aunque Hoppe ha sido memeficado por esta parte de la antiizquierda en la Internet, él defiende lo contrario. Su precisión retórica y su nítida y penetrante lógica requieren que sus comentarios sobre el mundo sean largos y en forma de ensayo. Sus discursos se preparan de antemano y cada oración que pronuncia es significativa e intencionada. Él busca involucrarse en la argumentación por el bien de la verdad, no solo para molestar a la turba izquierdista reconocidamente desagradable. Su objetivo es mejorar las ideas sostenidas por los defensores de la libertad y hablar al «remanente» que anhela el conocimiento y el desarrollo intelectual relacionados con el ideal de la libertad.

    Hans Hoppe es muchísimo más que un párrafo, una frase. Es un tesoro internacional, un faro de luz en un mundo intelectualmente oscuro. Lo que el mundo necesita es razón, lógica, precisión retórica y racionalidad.

    Las contribuciones de Hans Hoppe son esenciales, imperativas, para una sólida teoría de la libertad. Comprender los defectos del estatismo desde el punto de vista económico, ético y sociológico es un prerrequisito para cualquier esperanza de un futuro de libertad. El Estado prospera en el caos social e intelectual y las características hoppeanas son el antídoto para esto. Si uno memefica y degrada su mensaje e imagen en pos de afanes juveniles, se perderá el impacto de sus contribuciones. La sal, por así decirlo, perderá su sabor.

     

     

    Traducción: Oscar Grau

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