Parece que cada vez más personas cuestionan la narrativa de las Naciones Unidas de que las emisiones de CO2 están causando un desastroso cambio climático. De hecho, hay indicios de que esta narrativa se está desmoronando. El libro Climate CO2 Hoax – How Bankers Hijacked the Environment Movement [El embuste del CO2 climático: cómo los banqueros secuestraron al movimiento ambiental] ofrece evidencias y testimonios de reconocidos científicos internacionales del clima que contradicen la afirmación de la ONU de que el cambio climático es causado por las emisiones de CO2 o el metano [la Cumbre de la Tierra de la ONU en Río de Janeiro de 1992 implicó el establecimiento del United Nations Framework Convention on Climate Change (UNFCCC) (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) como un tratado ambiental internacional para combatir la “peligrosa interferencia humana en el sistema climático”, firmado por 154 estados].
En el libro, me refiero a la conclusión de la Climate Intelligence Foundation (CLINTEL) [Fundación de Inteligencia Climática] de que el clima cambia de forma natural y lenta, siguiendo su propio ciclo, y que las emisiones de CO2 o de metano ‒como las del del ganado vacuno‒ no son los factores dominantes del cambio climático. El número de firmantes de la Declaración Mundial sobre el Clima de CLINTEL asciende ya a 2.000. Coincidentemente,
Las conclusiones de la Fundación Inteligencia Climática incluyen lo siguiente:
“No existe tal emergencia climática. Por lo tanto, no hay motivo para el pánico ni alarma. Factores tanto naturales como antropogénicos causan el calentamiento … El calentamiento es mucho más lento que lo previsto … La política climática ha sido basada sobre modelos inadecuados … El CO2 es el alimento de las plantas, la base de toda la vida en la Tierra: el CO2 no es un contaminante. Es esencial para toda la vida en la Tierra. La fotosíntesis es una bendición. Un mayor nivel de CO2 beneficia a la naturaleza, reverdeciendo la Tierra: el CO2 adicional en el aire ha promovido el crecimiento de la biomasa vegetal global. También es beneficioso para la agricultura, aumentando el rendimiento de los cultivos en todo el mundo”.
Patrick Moore, cofundador de Greenpeace y presidente de Greenpeace en Canadá durante siete años, afirma:
“Toda la crisis climática no sólo son noticias falsas, sino ciencia falsa … Por supuesto, el cambio climático es real, ha estado ocurriendo desde el principio de los tiempos, pero no es peligroso ni está causado por la gente … La mayoría de los científicos que afirman que es una crisis, reciben subvenciones gubernamentales perpetuas … No existe un plan para alimentar a 8.000l millones de personas sin combustibles fósiles, ni para llevar los alimentos a las ciudades …” – Patrick Moore, cofundador de Greenpeace.
También tengo experiencia en este campo, incluyendo en Naciones Unidas para el Medio Ambiente; en el Departamento de Energía y Cambio Climático del Gobierno del Reino Unido; y como investigador de doctorado en sostenibilidad. Ver también los libros Climate CO2 Hoax y Transcending the Climate Change Deception Toward Real Sustainability.
Las Naciones Unidas y el Foro Económico Mundial de Davos [WEF], foro globalista, declararon la necesidad de alcanzar el objetivo mundial de cero emisiones netas de carbono para 2050. Transformaciones masivas han estado siendo provocadas a nivel mundial, sentando las bases para la creación de lo que en la década de 1970 fue denomnado el Nuevo Orden Económico Internacional [NWO]. En realidad, se trata del modelo para un comunismo corporativo, tecnocrático y totalitario a nivel mundial. La UE, proyecto político globalista desde sus inicios, ha liderado esta agenda y planea convertirse en el primer continente “neutral en carbono” del mundo para 2050, y reducir sus emisiones de CO2 en al menos 55% para 2030.
Con un monopolio virtual de los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales, el grupo de presión que defiende que el cambio climático es ocasionado por el CO2 ha manipulado a gran parte del mundo para que crea que debemos eliminar los hidrocarburos, como el petróleo, el gas natural y el carbón. Esta falsa afirmación encubre una agenda ulterior. El CO2 no es carbono ni hollín, es un gas invisible e inodoro, esencial para la fotosíntesis de las plantas, y para todas las formas de vida en la Tierra, incluyéndonos a nosotros.
El mito del cambio climático provocado por el hombre [antropogénico] debido a las emisiones de CO2 ha sido tan normalizado entre todos los partidos políticos del mundo y entre la población en general, que a veces parece que vivimos en una sociedad completamente ciega a la verdad. Me vienen a la mente imágenes de la película y el libro apocalípticos “Day of the Triffids”. En este libro, casi toda la población de la Tierra ha perdido la vista. En 2023, parece que vivimos en una sociedad que, en gran medida, ha perdido la vista mental.
La triste realidad es que los ciegos guían a los ciegos; y los políticos y líderes, independientemente de su color político, verde o no, jamás cambiarán el rumbo de la “ortodoxia institucional” ni renunciarán a sus abultados salarios gubernamentales, independientemente de si conocen la verdad o no.
Las tecnologías de energía verde/renovables que promueven actualmente la ONU y el FEM no son una solución viable para el suministro energético mundial
La mayoría de las “políticas verdes” se basan en cálculos absurdos, y en los libros mencionados también describo que las tecnologías de energía verde/renovables que promueven la ONU y el FEM no son una solución viable para el suministro energético mundial. Si bien estas tecnologías tienen limitada viabilidad en ciertos lugares y escenarios, el rendimiento energético de la energía invertida es demasiado bajo. En esencia, todo el proceso presenta fallas matemáticas.
Ésto queda demostrado por el trabajo de científicos, entre ellos el profesor David MacKay, ex Regius Professor de Ingeniería en la Universidad de Cambridge, y ex asesor científico jefe del Departamento de Energía y Cambio Climático del Reino Unido, en su libro “Sustainable Energy without Hot Air”[[1]]. Su análisis demuestra el absurdo matemático de la energía eólica, y que un área dos veces mayor que Gales tendría que estar completamente cubierta con aerogeneradores para satisfacer la demanda energética del Reino Unido, según el consumo medio de energía per capita. La creación de infraestructura para la energía eólica supone, en la mayor parte del mundo, un desperdicio masivo de los recursos de combustibles fósiles existentes.
La política climática y la energía verde suponen el suicidio económico: el ejemplo de Alemania
Consideremos el ejemplo de Alemania, tal como es detallado en un artículo del consultor de riesgos estratégicos F. William Engdahl.[[2]] En Alemania, como parte de una estrategia gubernamental de 2001 para depender de la energía solar, eólica y otras energías renovables, Angela Merkel y el gobierno alemán buscaban convertir a Alemania en el primer país industrializado en ser neutral en carbono. F. William Engdahl describió:
- Esta estrategia ha sido una catástrofe económica. Alemania tenía una de las redes de generación eléctrica más estables, económicas y fiables del mundo industrializado, pero hoy se ha convertido en el generador eléctrico más caro del mundo.
- La ineficiencia energética de la energía eólica y solar cuesta hoy entre 7 y 9 veces más que el gas. Para alcanzar los objetivos para 2030, el Deutsche Bank incluso admitió que el estado necesitará crear una “ecodictadura”.[[3]]
- Se estima que para 2025, 25% de los aerogeneradores alemanes existentes necesitarán ser reemplazados, y la gestión de residuos representa un problema colosal.
Además, se requiere una inversión masiva de hormigón y aluminio para construir centrales solares o eólicas, lo cual requiere energía barata; pero la energía solar y eólica no es barata, sino muy cara. Consideremos también que la cantidad de electricidad adicional necesaria para una UE con cero emisiones de carbono para 2050 sería mucho mayor que la actual, ya que incontables millones de cargadores de baterías necesitarán una red eléctrica con energía fiable.
Mientras la población mundial sufre grandes aumentos en los precios de la energía, muchas empresas de energías renovables obtuvieron enormes ganancias inesperadas mediante subsidios y ganancias derivadas de las políticas climáticas impulsadas por el gobierno. En su transición forzada a las renovables, al tiempo que prohibía la energía nuclear, Alemania ha pagado un precio muy alto en esta ridícula cruzada climática de locura matemática. El autor y periodista Thomas Kolbe describió en un artículo reciente que un grupo de representantes sindicales de la industria alemana ha roto filas, y en una carta abierta al canciller Friedrich Merz, critican ferozmente la política climática de Berlín:
Un grupo de comités de empresa industriales insta al canciller Merz a detener la suicida carrera de la política climática. Desde los confinamientos con la excusa del covid, han desaparecido más de 300.000 empleos en el núcleo industrial de Alemania. La producción intensiva en energía se ha convertido en una fantasía, especialmente cuando competidores como EE.UU. pagan hasta 75% menos por la electricidad … Éstos no son casos aislados, son sobrevivientes de la fallida “transformación verde” de Alemania. ArcelorMittal abandonó recientemente sus planes de acero verde, a pesar de los miles de millones en subsidios ofrecidos. BASF está recortando 700 empleos en Ludwigshafen. La “reestructuración verde” de la economía alemana ahora parece un obituario industrial. Cada día, un nuevo proyecto subvencionado se derrumba en el olvido de la planificación centralizada …
Al emitir una carta pública, están desafiando abiertamente la ley. Apuntan directamente al “Pacto Verde”, la metástasis administrativa que ha paralizado el sustento económico de Europa… Tras 35 años subvencionando la energía eólica y solar, la estabilidad de la red no ha mejorado; sin embargo, los costos de la red ascienden a cientos de miles de millones. Los altos precios de la energía no sólo son socialmente injustos, sino que representan una amenaza existencial para la prosperidad y la paz civil … Esta protesta tiene fuerza de base: proviene de personas que viven la realidad de una economía climática fallida, no de think tanks ni voceros …
La llamada economía verde no es verde en absoluto
El mundo occidental ha visto encadenado por políticas absurdas que afirman ser respetuosas con el medio ambiente; sin embargo, la máscara verde está desvaneciéndose. En realidad, vemos que han sido deslocalizados vastos procesos industriales para crear la llamada infraestructura verde; y ha sido acelerada la industrialización verde para producir una gran cantidad de vehículos eléctricos, turbinas eólicas, paneles solares, etc., lo que provoca aún más contaminación real en los sistemas terrestres, aéreos e hídricos, debido a la minería industrial de tierras raras, etc. (véase este artículo). Además, tras décadas de subsidios, las energías eólica y solar sólo producen alrededor de 5% del suministro mundial de energía primaria. Las cuentas no cuadran, y el retorno energético de la inversión es demasiado bajo. La economía verde está plagada de un ejército de juguetes caros que no generan valor, como por ejemplo los vehículos eléctricos. Mientras tanto, el contribuyente se ve obligado a pagar la factura a través de impuestos y el aumento de los costos energéticos, mientras que las corporaciones de energías renovables obtienen enormes subsidios y ganancias impulsadas por las políticas.
La factura de crear una infraestructura mundial de energía verde enorme y absurda es tan alta, que nunca será pagada. La acumulación de deuda pública sobre la deuda existente empobrece a la población a través de impuestos que, en última instancia, terminan en las arcas del cartel bancario mundial. Véase también el libro Demonic Economics and the Tricks of the Bankers [Economía Demoníaca y los Trucos de los Banqueros].
Conducir un vehículo eléctrico es falso ecologismo ‒ Elon Musk desmentido
Los conductores de vehículos eléctricos (VE) son víctimas de la publicidad de las megacorporaciones, orgullosos, ignorantes, de los llamados vehículos ecológicos bajos en carbono. Aparentemente, desconocen que la fabricación de millones de baterías para VE requiere de enormes operaciones mineras para adquirir y refinar grandes cantidades de tierras raras, como el litio, el rodio y el cobalto [coltan]; que estos metales deben ser extraidos del suelo utilizando maquinaria impulsada por vehículos que emiten carbono y que funcionan con gasoil o nafta; y, lo que es más importante, que los procesos de minería y refinación pueden causar una contaminación significativa y extensa de los sistemas terrestres, aéreos e hídricos; por ejemplo, en las zonas rurales de China y Mongolia.[[4]] A diferencia de la falsa agenda climática, éstos son problemas ambientales reales.
¿Han considerado los ilusos políticos verdes las consecuencias ambientales de la transición de toda la población mundial a vehículos eléctricos? Por ejemplo, si una población de 8.000 millones de personas utilizara unos 2.000 millones de vehículos eléctricos, a razón de aproximadamente uno por familia, ¿la contaminación real de los sistemas terrestres e hídricos derivada de la extracción de tierras raras, como el litio, para baterías de vehículos eléctricos, sería enorme? Por ejemplo, véase una imagen de campos de lixiviación de litio tóxico en Chile en este artículo.
Además, la presión para eliminar el transporte de naftas o gasoil para 2035 en favor de los vehículos eléctricos se basa en una mentira, ya que los vehículos propulsados por baterías de iones de litio tienen una “huella de carbono” total, incluyendo los efectos de la extracción de litio y la producción de todas sus piezas, que es peor que la de los vehículos diesel. Engañados, los ecologistas intentan que todos conduzcamos vehículos eléctricos, pero estos vehículos aún funcionan con electricidad producida a partir de combustibles fósiles, y probablemente seguirán haciéndolo. Además, los vehículos eléctricos no constituyen en absoluto uso eficiente de la energía, ya que se estima que la eficiencia de este proceso de electrificación, desde el pozo hasta el tanque, es de tan sólo 37%.
Parece haber una creciente comprensión de que el transporte eléctrico es, en cierto modo, un “camino a ninguna parte”.
La política verde se preocupa por encajar en la engañosa narrativa de la ONU sobre el clima y el desarrollo sostenible
La mayoría de las políticas verdes, aparentemente a nivel mundial, se basan en la narrativa engañosa de que el CO2 causa el cambio climático. Una generación de jóvenes y activistas han sido engañados como ovejas. Este pensamiento colectivo y la necesidad de ser aceptado por el grupo social o político de iguales, ha convertido a muchas personas en animales ingenuos, como ovejas. Estas preocupaciones les impiden alcanzar el conocimiento, la verdad y un significado más profundo.
Las políticas de los megabancos e instituciones internacionales, como la ONU y el WEF, están impulsando una “globalización verde” destructiva para el medio ambiente. La política verde es falso ecologismo. Los partidos políticos verdes parecen haber sido manipulados por décadas de propaganda promovida por la ONU; y parecen ignorar que el verdadero movimiento ambientalista fue esencialmente “secuestrado” por la dinastía bancaria Rothschild en 1992, durante la Cumbre de la Tierra de la ONU. Ésto es detallado en el testimonio del denunciante George Hunt (véase este video).
Los partidos políticos verdes fundados en muchos países a principios de la década de 1980 se centraban a menudo en políticas de ecología, seguridad alimentaria, resiliencia local y gobernanza local. Los fundadores originales del movimiento verde a principios de la década de 1980 y los visionarios de la sostenibilidad de la década de 1970, se describen mejor como localistas que como globalistas; como por ejemplo, el conocido E. F. Schumacher, autor de los libros “Small is Beautifull” y “This I Believe”. Sin embargo, hoy en día este enfoque en la sostenibilidad local o regional parece haber sido reemplazado en gran medida por el alarmismo climático.
Cabe destacar que son los bancos centrales mundiales quienes están detrás de la decisión de reducir las emisiones de CO2 a nivel mundial, y quienes financian y controlan por completo el avance del proyecto mundial de lucha contra “el cambio climático antropogénico”. Este proyecto implica un intento de descarbonizar las actividades de toda la población mundial. En Diciembre de 2015, el Bank of international Settlementes (BIS) (Banco de Pagos Internacionales) creó el Grupo de Trabajo sobre Divulgación Financiera Relacionada con el Clima (TCFD), que representa U$ 118 billones en activos a nivel mundial.[[5]] En esencia, ésto significa que la financiarización de toda la economía mundial está basada en el cumplimiento de absurdos objetivos como las “cero emisiones netas de gases de efecto invernadero”.
Además, aparentemente la mayoría de los partidos políticos defienden los engañosos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Descifro estos engañosos ODS en el libro mencionado. Lo mismo ocurre en EE.UU. En mis viajes vi terrenos baldíos. Miles y miles de kilómetros de nada, y cada pueblo desolado. Todo el dinero había sido retirado. Miles de pequeños pueblos, antes iluminados por el amor y la caridad familiar, desaparecieron. No fue un accidente del destino. Lo habían decidido los tecnócratas malthusianos que querían amontonar a los cerdos parlantes en ciudades donde pudieran degradarse aún más a punks artísticos, pequeños delincuentes y trabajadores contratados para las megacorporaciones y el gobierno. Y, en el mejor de los casos, confundidos por su “sexualidad”. Peleando por las sobras, mientras el país estaba listo para ser conquistado.
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[[1]] El libro “Sustainable Energy without Hot Air” del Profesor David MacKay, Regius Professor de Ingeniería en la Cambridge University, y ex Asesor Científico Principal del Departamento de Energía y Cambio Climático del Reino Unido, está disponible de forma gratuita en: https://withouthotair.com/
[[2]] Fuente: https://www.globalresearch.ca/great-zero-carbon-criminal-conspiracy/5736707
[[3]] Fuente: https://www.dw.com/en/german-wind-energy-stalls-amid-public-resistance-and-regulatory-hurdles/a-50280676
[[4]] Fuente: https://www.theguardian.com/environment/2012/aug/07/china-rare-earth-village-pollution
[[5]] Fuente: https://data.parliament.uk/DepositedPapers/Files/DEP2019-0718/Green_Finance_Strategy.pdf
Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko








