El Nobel (de Guerra es) de la Paz

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    Cuando se trata de destruir su marca, el Comité Noruego del Nobel es la mejor opción en premios de la paz. Después de todo, en 2009 otorgaron el Premio de la Paz al presidente Barack Obama, quien posteriormente bombardeó al menos siete países, incendió Oriente Medio, e incluso perpetró ataques con drones contra ciudadanos estadounidenses.

    Otros galardonados han tenido antecedentes igualmente sospechosos como promotores de la paz. Incluso otorgaron el Premio de la Paz a figuras como Henry Kissinger.

    Este año no ha sido la excepción. La semana pasada, el Comité Nobel anunció que el Premio de la Paz 2025 recaería en la política venezolana María Corina Machado. Machado tiene larga trayectoria en la oposición venezolana, incluyendo su apoyo y participación en el golpe de estado de 2002, respaldado por Estados Unidos, contra el entonces presidente Hugo Chávez.

    Asimismo, es una férrea opositora del actual presidente venezolano, Nicolás Maduro, y en 2018 incluso escribió una carta al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, solicitando la ayuda de Israel para derrocar al gobierno venezolano.

    ¿No deberíamos aplaudir a cualquiera que busque derrocar el socialismo autoritario de Maduro, que apenas beneficia a la población? Quizás, pero lo que Machado busca es muy diferente a trabajar por un cambio en el sistema de gobierno de su país. Ha trabajado durante mucho tiempo con el aparato de “cambio de régimen” del gobierno estadounidense, la Fundación Nacional para la Democracia (NED), y ha sido pagada por el mismol.

    La NED fue fundada durante la presidencia de Ronald Reagan para hacer abiertamente lo que la CIA ha sido famosa por hacer en secreto: derrocar gobiernos extranjeros que no le gustan a Washington. Basta con puntear cualquiera de las “revoluciones de color” de los últimos 30 años, para encontrar la participación de la NED.

    En ningún lugar estos golpes y revoluciones, promovidos y financiados por la NED (y la propia CIA), han tenido éxito ni remotamente. Sólo han producido estructuras rotas, devastadas y quemadas, como hemos visto en Libya y otros lugares. Produjeron el caos y lo llamaron libertad y democracia. ¡Incluso ayudaron a poner a Al Qaeda en el poder en Siria!

    No, no hace falta admirar a Maduro ni su estilo de gobierno para criticar los intentos externos de derrocarlo. Durante el primer mandato del presidente Trump, desató a sus neoconservadores en Venezuela, y el resultado fue el ascenso casi cómico del don nadie Juan Guaidó.

    Digo “casi cómico” porque los neoconservadores de Trump malgastaron incontables millones de dólares en esa farsa.

    ¿Es el Premio Nobel de la Paz simplemente otra herramienta de poder blando del estado profundo destinada a impulsar el imperio militar global estadounidense? El momento en que se otorga el premio a la relativamente desconocida Machado resulta sospechoso. El presidente Trump ha estacionado una armada de buques de guerra frente a las costas venezolanas, mientras sus asesores hablan abiertamente de ataques de “decapitación” contra el gobierno venezolano. Tras la ejecución extrajudicial de unos 20 civiles en sus ataques a al menos cuatro embarcaciones frente a las costas venezolanas, el presidente Trump se jacta abiertamente de que nadie se atreve a botar un barco en la zona.

    El “Premio de la Paz” dota a Machado de una nueva autoridad moral, y refuerza cualquier “luz verde” que vuelva a dar a militares extranjeros para atacar a su propio país.

    ¿Qué hay de malo en atender los llamados de Machado a “liberar” a su país? El presidente John Quincy Adams lo expresó mejor: Estados Unidos “no va al extranjero en busca de monstruos que destruir. Desea la libertad y la independencia de todos. Pero sólo es defensor y vindicador de los suyos”.

    Debiéramos dejar a Venezuela por su cuenta.

     

     

     

    Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko

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    Ron Paul
    é médico e ex-congressista republicano do Texas. Foi candidato à presidente dos Estados Unidos em 1988 pelo partido libertário e candidato à nomeação para as eleições presidenciais de 2008 e 2012 pelo partido republicano. É autor de diversos livros sobre a Escola Austríaca de economia e a filosofia política libertária como Mises e a Escola Austríaca: uma visão pessoal, Definindo a liberdade, O Fim do Fed – por que acabar com o Banco Central (2009), The Case for Gold (1982), The Revolution: A Manifesto (2008), Pillars of Prosperity (2008) e A Foreign Policy of Freedom (2007). O doutor Paul foi um dos fundadores do Ludwig von Mises Institute, em 1982, e no ano de 2013 fundou o Ron Paul Institute for Peace and Prosperity e o The Ron Paul Channel.

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