Cuarenta años combatiendo a la Fundación Nacional para la Democracia [NED]

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    El Domingo, Elon Musk publicó en X:

    Aquellos que lo sepan, por favor respondan a esta publicación enumerando todas las cosas malvadas que ha hecho la NED. Es una lista larga. https://t.co/8smJsP5Hji

    — Elon Musk (@elonmusk) February 2, 2025

    Después de esa despiadada presión, no tengo más opción que recapitular mis ataques a la National Endowment for Democracy desde poco después de su lanzamiento en 1983.

    En un artículo del 29 de Noviembre de 1985 en el Oakland Tribune, acusé a la NED por ser “uno de los despilfarros más nuevos y prestigiosos del Potomac”. Pero hubo muchos detractores desde el principio: “Se ha llamado a la NED de muchas maneras: Comité de Acción Política Internacional, Programa de Financiamiento de Elecciones Extranjeras por parte de los Contribuyentes, y fondo de sobornos para políticos piratas a quienes les gusta viajar a climas cálidos en época de clima frío. En menos de dos años, la NED ha estado a la altura de todos esos epítetos”. Mi artículo de opinión concluía: “Cuanto antes se derogue la NED, más limpia será nuestra política exterior”.

    Al año siguiente, después de nuevos escándalos en la NED, el senador Ernest Hollings (demócrata por Carolina del Sur) aulló: “Ésto no es la Fundación Nacional para la Democracia, sino la Fundación Nacional para la Vergüenza”. El representante John Conyers (demócrata por Michigan) se quejó: “Desde su creación, la Fundación Nacional para la Democracia ha estado plagada de escándalos e incorrecciones”.

    Pero era un programa de “empleo para los muchachos” que permitía a los políticos blanquear dinero de muchos de sus sponsors y donantes, por lo que sobrevivió a un fracaso tras otro.

    En 2006, en Defining Democracy Down (Definir la democracia hacia abajo) en The American Conservative, escribí:

    “En 2001, la NED cuadriplicó su ayuda a los opositores venezolanos del presidente electo Hugo Chávez, y financió fuertemente a algunas organizaciones involucradas en un sangriento golpe militar que sacó temporalmente a Chávez del poder en Abril de 2002. Después de que Chávez recuperara el control, la NED y el Departamento de Estado respondieron vertiendo aún más dinero en grupos que buscaban su derrocamiento”.

    El Instituto Republicano Internacional, uno de los mayores receptores de subvenciones de la NED, jugó un papel clave tanto en el golpe contra Chávez como en el derrocamiento del presidente electo de Haití, Jean-Bertrand Aristide. En Febrero de 2004, una serie de grupos e individuos ayudados por la NED impulsaron un levantamiento que dejó 100 personas muertas y derrocó a Aristide. Brian Dean Curran, embajador de Estados Unidos en Haití, advirtió a Washington que las acciones del Instituto Republicano Internacional “corrían el riesgo de que nos acusaran de intentar desestabilizar al gobierno”.

    Estados Unidos hizo todo lo posible para ayudar a nuestro candidato favorito a ganar una elección “libre y justa” en 2004 en Ucrania. En los dos años anteriores a la elección, Estados Unidos gastó más de U$S 65 millones “para ayudar a las organizaciones políticas en Ucrania, pagando para que el líder de la oposición Viktor Yushchenko se reuniera con los líderes estadounidenses, y ayudando a respaldar las encuestas de salida que indicaban que había ganado una reñida elección de segunda vuelta”, según Associated Press. El congresista Ron Paul (republicano por Texas) se quejó de que “gran parte de ese dinero fue destinado a ayudar a un candidato en particular, y … millones de dólares terminaron en apoyo del candidato presidencial, Viktor Yushchenko”. Sin embargo y con hipocresía sin límites, George W. Bush había proclamado que “todas las elecciones [ucranianas] … deben estar libres de cualquier influencia extranjera”.

    En un artículo de 2009 para Future of Freedom Foundation, escribí: “La NED se basa en la noción de que su intromisión en las elecciones extranjeras es automáticamente pro, democracia porque el gobierno de Estados Unidos sería la encarnación de la democracia. La NED siempre ha operado sobre el principio de que ‘lo que es bueno para el gobierno de EE.UU., es bueno para la democracia’”.

    En 2017, la primera administración de Donald Trump eliminó la “promoción de la democracia” de la lista de objetivos oficiales de la política exterior estadounidense. En un artículo de opinión en USA Today con el titular End Democracy Promotion Balderdash [“Acabemos con la tontería de la promoción de la democracia”], escribí que la reforma “podría reducir drásticamente la exportación de ´piedad´ desde Estados Unidos … Es hora de reconocer la carnicería que Estados Unidos ha sembrado en el extranjero en nombre de la democracia”. Advertí:

    “La promoción de la democracia da a los responsables políticos estadounidenses licencia para entrometerse prácticamente en cualquier lugar de la Tierra. El National Endowment for Democracy, creado en 1983, ha sido descubierto interfiriendo en elecciones en Francia, Panama, Costa Rica, Ucrania, Venezuela, Nicaragua, Rusia, Checoslovakia, Polonia, Haiti, y muchas otras naciones … En lugar de brindar salvación política, las intervenciones estadounidenses en el exterior más a menudo producen ´carnicería sin culpa´ (nadie en Washington es nunca considerado responsable)”.

    En un artículo de opinión de 2018 titulado Time for the US to end democracy promotion flim-flams [“Es hora de que Estados Unidos termine con las farsas de promoción de la democracia”] en The Hill, escribí:

    “La promoción de la democracia ha sido durante mucho tiempo una de las farsas extranjeras favoritas del gobierno estadounidense. La propuesta de la administración Trump de recortar el financiamiento para la evangelización democrática, está siendo denunciada como si fuera el amanecer de una nueva Edad Oscura. Pero éste es un paso muy bienvenido para drenar una nociva franja del pantano de Washington …

    Desafortunadamente, muchos habitantes de Washington están cegados por su santurronería egoísta. El presidente del Instituto Nacional Demócrata, Kenneth Wollack, afirma que equiparar las intervenciones de Estados Unidos y Rusia en elecciones extranjeras, es como “comparar a alguien que entrega medicamentos que salvan vidas, con alguien que trae veneno mortal”. Pero la crisis de los opiáceos ilustra con qué facilidad los brebajes terapéuticos pueden producir una gran carnicería …

    El soborno, las maniobras y los bombardeos, son formas siniestras de exportar la libertad. ¿Pueden los políticos y los expertos en políticas de Washington explicar por qué el gobierno de Estados Unidos merece poder de veto sobre las elecciones en cualquier otro lugar de la Tierra?”

    Desde ese artículo de opinión de 2018, la NED se convirtió en uno de los principales financiadores del Complejo Industrial de la Censura mundial. También ha seguido tratando de manipular las elecciones extranjeras. La NED se justifica tácitamente porque “Dios quiere que la democracia gane”. El gobierno de Estados Unidos simplemente está haciendo el trabajo de Dios, o haciendo lo que Dios haría si supiera tanto como las agencias del gobierno de Estados Unidos.

    En 1984, el congresista Hank Brown (republicano por Colorado) pronunció una sola frase que debería haber anulado el derecho a existir de la NED: “Es una contradicción tratar de promover elecciones libres, interfiriendo en ellas”. Pero las contradicciones nunca detuvieron el crecimiento de Leviathan. La existencia continua de la NED es un testimonio de la perfidia perpetua de la política exterior estadounidense. Con la presión de Musk y de la administración Trump, los estadounidenses pronto podrían enterarse de muchos más escándalos relacionados con la NED.

     

     

     

    Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko

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