La profética advertencia de Ahad Ha’Am sobre el sionismo político

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Asher Zvi Hirsch Ginsberg (1856-1927), nacido en Ucrania, con seudónimo Ahad Ha’Am (en hebreo, “un pueblo”), fue defensor del sionismo espiritual o cultural, lo que lo convirtió en rival de Theodor Herzl y del sionismo político, movimiento dedicado a crear un estado-nación para todo el pueblo judío en todo el mundo, en Palestina. Ahad Ha’Am continúa siendo relevante para comprender las raíces del conflicto en Palestina e Israel, el que ha costado tantas vidas inocentes. Hans Kohn, escritor estadounidense nacido en Bohemia, arrojó luz sobre el pensamiento de Ahad Ha’Am respecto del “problema árabe” para el movimiento de Herzl, en “Sion and the Jewish National Idea”, publicado en el Menorah Journal, otoño-invierno de 1958 (la revista dejó de ser publicada en 1962.) Aquí está parte de lo escrito por Kohn. Preste mucha atención a las citas de Ahad Ha’Am:

En 1891, Ahad Ha-‘Am señaló el problema que, tanto por razones prácticas como éticas, era el problema fundamental, aunque olvidado, del sionismo en Palestina: el problema árabe. A los ojos de la mayoría de los sionistas, la tierra de sus antepasados parecía vacía, esperando el regreso de los descendientes dispersos, como si la historia se hubiera detenido durante dos mil años. A partir de 1891, Ahad Ha-‘Am enfatizó que Palestina no sólo no era una tierra pequeña, sino tampoco vacía … Señaló que había poco suelo sin cultivar en Palestina, excepto colinas pedregosas y dunas de arena. Advirtió que bajo ninguna circunstancia los colonos judíos debían provocar la ira de los nativos con acciones desagradables; debemos afrontarlos más bien con un espíritu amistoso y de respeto. “Sin embargo, ¿qué hacen nuestros hermanos en Palestina? ¡Todo lo contrario! Siervos eran en las tierras de la Diáspora, y de repente se encuentran en libertad, y este cambio ha despertado en ellos su inclinación al despotismo. Tratan a los árabes con hostilidad y crueldad, e incluso se jactan de estos hechos; y nadie entre nosotros se opone a esta inclinación despreciable y peligrosa”. Eso fue escrito en 1891, cuando los colonos sionistas formaban una pequeña minoría en Palestina. Ahad Ha-‘Am advirtió: “Pensamos que los árabes son todos salvajes que viven como animales, y no entienden lo que sucede a su alrededor. Sin embargo, ésto es un gran error”.

Desafortunadamente, este error ha persistido desde entonces. Ahad Ha-‘Am no dejó de advertir contra ello, no sólo por el bien de los árabes, sino también por el del judaísmo y de Sión. Se mantuvo fiel a sus normas éticas hasta el final. Veinte años más tarde, el 9 de Julio de 1911, le escribió a un amigo en Jaffa: “En cuanto a la guerra contra los judíos en Palestina, soy un espectador lejano con el corazón dolorido, particularmente por la falta de perspicacia y comprensión mostradas de nuestro lado en un grado extremo. De hecho, hace veinte años era evidente que llegaría el día en que los árabes se levantarían contra nosotros”. Se quejó amargamente de que los sionistas no estaban dispuestos a comprender a la gente de la tierra a la que llegaron, y no habían aprendido ni su idioma ni su espíritu …

En una carta del 18 de Noviembre de 1913 a Moshe Smilansky, colono pionero en Palestina, Ahad Ha-‘Am había protestado contra otra forma de boicot nacionalista proclamado por el movimiento obrero sionista en Palestina contra el empleo de mano de obra árabe, un boicot racial: “Aparte del peligro político, no puedo soportar la idea de que nuestros hermanos sean moralmente capaces de comportarse de esa manera con hombres de otro pueblo; e involuntariamente me viene a la mente el pensamiento: Si es así ahora, ¿cuál será nuestra relación con los demás si en verdad alcanzáremos el poder “en el fin de los tiempos” en Eretz Israel? Si éste es el ‘Mesías’, no deseo verlo venir”.

Ahad Ha-‘Am estaba en la tradición profética no sólo porque sometió las acciones de su propio pueblo a standards éticos. También previó, cuando muy pocos se dieron cuenta, los peligros éticos que amenazaban a Sión.

Ahad Ha-‘Am volvió al problema árabe en otra carta a Smilansky en Febrero de 1914. Smilansky había sido duramente atacado por los sionistas palestinos porque había llamado la atención sobre el problema árabe. Ahad Ha-‘Am intentó consolarlo, señalándole que los sionistas aún no habían despertado a la realidad. “Por lo tanto, se enojan con aquellos que les recuerdan que todavía hay otro pueblo en Eretz Israel que ha estado viviendo allí, y no tiene intención de abandonar su lugar. En el futuro, cuando esta ilusión haya sido arrancada de sus corazones y miren con los ojos abiertos la realidad tal como es, seguramente comprenderán cuán importante es esta cuestión y cuán grande es nuestro deber de trabajar para su solución”.

… En 1920 (tres años antes de la Declaración Balfour) Ahad Ha-‘Am advirtió contra las esperanzas sionistas exageradas. “El pueblo árabe, considerado por nosotros como inexistente desde el comienzo de la colonización de Palestina, escuchó [sobre las expectativas y planes sionistas], y creyó que los judíos vendrían para expulsarlos de su suelo y hacer con ellos lo que les pluguiese”. Tal actitud por parte de su propio pueblo le pareció a Ahad Ha-am impensable. En su interpretación de la Declaración Balfour, subrayó que el derecho histórico de los judíos en Palestina “no afecta el derecho de los demás habitantes, los que tienen derecho a invocar el derecho de vivienda real y su propio trabajo en el país durante muchas generaciones. También para ellos el país es un hogar nacional, y tienen derecho a desarrollar fuerzas nacionales en la medida de sus posibilidades. Esta situación convierte a Palestina en la tierra común de varios pueblos, cada uno de los cuales desea construir allí su hogar nacional. En tales circunstancias, ya no es posible que el hogar nacional de uno de ellos pueda ser total … Si construyes tu casa en un espacio vacío, pero donde también hay otras casas y habitantes, eres dueño irrestricto sólo dentro de tu propia casa. Fuera de la puerta, todos los habitantes son socios, y la gestión del conjunto debe dirigirse de acuerdo con los intereses de todos ellos”.

Qué diferentes habrían sido las cosas si los sionistas políticos hubieran prestado atención a Ahad Ha’am.

 

 

 

 

Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko

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