No se deje engañar por el “Nuevo Orden Mundial”

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    El 15 de Abril de 2025, el documental australiano “Seguridad Fronteriza” presentó a Pete, un estadounidense que viajaba a Australia para visitar a Anna, su novia por diez años. Llamó la atención de la seguridad del aeropuerto porque viajaba solo y tenía U$S 6, lo que hizo saltar las alarmas sobre posible tráfico de drogas. Pete explicó que estaba muy emocionado de conocer finalmente a Anna, ya que nunca habían estado juntos en persona, nunca habían usado FaceTime ni Skype para comunicarse visualmente en tiempo real, y él le había enviado decenas de miles de dólares a lo largo de los años.

    En resumen, Anna no recogió a Pete en el aeropuerto, no respondió a sus numerosas llamadas, no lo visitó en su hotel, y le pidió a su amiga Natasha que contactara con Pete para decirle que ella se había ido de vacaciones con sus hijos hacía días.

    Pete resumió su situación diciendo: “Todos están en mi contra, [diciendo] ‘Oh, deja de enviar dinero, bla, bla, bla’. No puedo. Ahora es una inversión para mí, ¿sabes? Es mi familia. Hoy me voy a casa, vuelvo al trabajo para apoyar a Anna. Es lo más importante del mundo para mí”.

    Cualquier persona cuerda que vea ésto puede claramente advertir que a Pete lo estaban estafando. Su naturaleza amable e ingenua estaba siendo utilizada en su contra por alguien lo suficientemente malévolo como para querer hacer algo así, y lo suficientemente inteligente como para lograrlo.

    Este episodio es un micromundo de la situación que vive la humanidad en el ámbito político. Personas amables e ingenuas están siendo estafadas a gran escala por personas nefastas que tienen conocimientos esotéricos sobre cómo extraer recursos de la gente ingenua.

    La gente ingenua niega tanto la existencia del mal, que gasta decenas de miles de dólares y, en algunos casos, sacrifica su vida (en guerras) antes de reconocer la realidad que les salta a la vista.

    En el nuevo libro de James Corbett Reportage: Essays on the New World Order [Reportaje: Ensayos sobre el Nuevo Orden Mundial], son presentados dos ejemplos evidentes de las creencias contradictorias del votante promedio.

    Primero, en la página 133, en la sección titulada “Cómo derrotar realmente al globalismo”, Corbett pregunta: “Con razón encarcelamos a un asesino que le quita la vida a otro, pero alabamos como héroe a un asesino uniformado por derramar la sangre de los enemigos de nuestro ‘gobierno’. ¿Por qué?”

    Cuando se trata de las guerras de otros países, es más fácil detectar lo injustificable de perpetrar asesinatos en masa. Pero cuando alguien está tan comprometido financiera y emocionalmente con los impuestos pagados y el tiempo dedicado a adorar a miembros de su clase política nacional, se convierte en Pete en Australia: incapaz o reacio a analizar objetivamente su situación mediante un razonamiento motivado. Al igual que Pete, construirá una fábrica de excusas psicológicas que generará cualquier justificación que descarte la posibilidad de que le hayan mentido o estafado. En la página 185, Corbett se refiere a la disonancia cognitiva que experimentan muchos votantes estadounidenses en relación con la Guerra Global contra el Terror:

    El adicto promedio a las noticias del establishment, por ejemplo, puede pasar de aclamar a Osama Bin Laden y su banda de agentes de Al Qaeda como ‘guerreros por la paz’ ​​en Afghanistan en la década de 1990, a vilipendiarlos como la personificación del mal, responsables de los atentados terroristas del 11 de SSeptiembre de 2001, y luego aceptarlos como aliados necesarios en la guerra contra Bashar al-Assad en Siria en la década de 2010 –todo ello sin experimentar un latigazo cognitivo.

    El hecho de que las masas sean capaces de mantener estas posiciones rotundamente contrarias en diversos momentos, es en sí mismo un testimonio del poder de estas técnicas de persuasión no terroristas. Pero lo que es aún más notable, es que las personas moldeadas por estos maestros de la manipulación, ni siquiera perciben estas contradicciones como tales.

    Para colmo de males, la prensa corporativa tiene el descaro de denunciar a quienes cuestionan las narrativas oficiales como “teorías conspirativas”.

    En primer lugar, es bien sabido que la gente conspira frecuentemente para perpetrar fraude y homicido; en Estados Unidos miles están en prisión como resultado de dichas conspiraciones, o de una “acusación legal que implica la planificación o el acuerdo entre dos o más partes …”.

    En segundo lugar, la prensa corporativa y las masas de votantes participan constantemente en teorías conspirativas.

    Algunos ejemplos incluyen: los ricos buscan explotar a los pobres, los blancos buscan oprimir a los negros, los hombres buscan oprimir a las mujeres, Rusia intenta dominar el mundo, China intenta dominar Estados Unidos, Irán quiere bombardear Israel y Estados Unidos con armas nucleares, Al Qaeda tiene células durmientes en Estados Unidos, Muamar Gaddafi suministró Viagra a las tropas para fomentar las violaciones masivas, Saddam Hussein intentó dominar Oriente Medio, los soviéticos intentaron invadir Estados Unidos empezando por Vietnam, Adolf Hitler intentó dominar el mundo, el Kaiser Wilhelm II intentó dominar el mundo, y el Imperio español fue la raíz de todo mal.

    Todos coinciden en que hay personas malvadas que conspiran contra otras, lo que nos plantea la pregunta sobre cómo determinar quién está conspirando y qué podemos hacer al respecto –si es que podemos hacer algo.

    Reportaje es un libro excepcional que combina fuentes primarias con un análisis lógico de sus implicancias, lo que aumenta la posibilidad de que ambas preguntas encuentren respuesta. El libro no es una “píldora negra” pesimista, destinada a deprimir al lector sobre el mundo que le rodea, sino una exposición armoniosa de los conspiradores y un manual sobre cómo proceder con cordura en un mundo demente.

     

     

     

    Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko

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