El Sr. Milei se considera a sí mismo un gran teórico monetario de tradición austriaca. Para ilustrar su brillantez inigualable, presentamos dos ejemplos reveladores.
El primer ejemplo se centra en las consecuencias del cierre del banco central, que Milei declaró ya antes de su elección, como una exigencia innegociable. Sin duda, se trata de una cuestión interesante que merece un análisis minucioso. Kristoffer Hansen, por ejemplo, ha presentado un análisis similar desde una perspectiva austriaca. Y aquí está la respuesta de Milei, presentada antes y de nuevo en una importante conferencia reciente en Madrid, sobre por qué no lo ha hecho ya: Si se cerrara el banco central y no se imprimieran más pesos, ¡el resultado sería hiperinflación! ¿Eh? Dejar de imprimir pesos conduce a la hiperinflación. ¿Cómo es posible? Gran mente la de Milei. Sin embargo, si dudas de esta conclusión, le llama “imbécil”.
El segundo ejemplo se centra en la situación de la moneda fiduciaria. Para Milei, el peso en papel emitido por el banco central representa deuda pública. Y, sin embargo, si Ud. presentara sus pesos en papel ante el banco central y le pidiera que reembolsara su deuda, ¿cuál sería su respuesta? Lo más probable es que el banco le declarara loco, y le ofreciera un nuevo billete de pesos por el antiguo. Y eso sería todo. Sin embargo, si no está de acuerdo con Milei en que el dinero fiduciario es deuda, le llama “idiota”.
Citando a Hansen, entonces: “Milei no es austriaco, y el hecho de que recurriera a insultos y teorías de charlatanería en respuesta a la serena crítica de Hoppe, sugiere que tampoco es un gran economista”.
Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko