El presidente Donald Trump fue elegido en parte porque prometió reducir los precios y no arrastrar al país a guerras en el extranjero. Lamentablemente, el presidente Trump ha adoptado una política arancelaria que aumentará los precios, y ha abandonado su política exterior de “Estados Unidos primero”, para volver al neoconservadurismo de la era Bush.
A pesar de criticar al presidente Biden por bombardear Yemen, el presidente Trump ha autorizado el bombardeo de ese país bajo el falso pretexto de que los Houthi yemeníes amenazan el transporte marítimo internacional. El presidente Trump también ha amenazado con bombardear Irán. Una falsa justificación para esta amenaza es que Irán controla a los Houthi. Si el presidente Trump cumple con esta amenaza contra Irán, podría conducir a otra “guerra eterna”. Además, ha continuado el apoyo de Estados Unidos a las guerras de Israel y Ucrania.
El presidente Trump inició una guerra comercial al imponer un arancel universal de 10% sobre los productos importados y otras expansiones arancelarias. Las importaciones chinas enfrentarán un arancel de 54%, mientras que los bienes importados de la Unión Europea “sólo” pagarán un arancel de 20%.
Al día siguiente del anuncio de los aranceles del presidente Trump, las acciones estadounidenses perdieron U$S 3,1 billones, mientras que el dólar cayó a su nivel más bajo desde Octubre.
China respondió a los aranceles imponiendo un arancel de 34% sobre las importaciones estadounidenses, junto con otras medidas que incrementaron el costo de los productos estadounidenses en China. Canadá impuso un arancel de 25% a los automóviles importados desde Estados Unidos. El presidente francés, Emmanuel Macron, instó a las empresas europeas a abstenerse de invertir en empresas estadounidenses, afirmando que tiene poco sentido invertir en Estados Unidos cuando Estados Unidos castiga a Europa.
Las acciones del presidente Trump están desencadenando una guerra comercial global que significa que los consumidores estadounidenses sufrirán el aumento de precios de muchos productos, tanto extranjeros como nacionales. Las empresas manufactureras y otras empresas estadounidenses que dependen de materias primas importadas y otros insumos del extranjero, tendrán que pagar más por estos insumos, suponiendo que puedan obtenerlos. Los exportadores estadounidenses sufrirán una menor demanda de productos estadounidenses en los mercados extranjeros.
Según estimaciones del Laboratorio de Presupuesto de la Universidad de Yale, los aranceles del presidente Trump costarán al hogar estadounidense promedio una pérdida de poder adquisitivo de U$S 3.800. La Tax Foundation estima que los aranceles reducirán el PBI estadounidense en al menos 0,7%, y disminuirán los ingresos netos del estadounidense promedio en aproximadamente 2%. Los estadounidenses de ingresos medios y bajos serán, obviamente, los más afectados. La disminución de los ingresos, sumada al aumento de los precios y la tasa de desempleo, aumentará la demanda de programas gubernamentales de asistencia social y, por lo tanto, presionará al Congreso para que rechace los intentos de recortar el gasto.
Hasta ahora, la respuesta de Trump al caos económico que ha desatado ha sido afirmar que todo saldrá bien, ya que otros países negociarán acuerdos comerciales “favorables” con Estados Unidos. El mismo día que anunció los nuevos aranceles, el presidente Trump instó a la Reserva Federal a recortar los tipos de interés, afirmando que era el “momento perfecto” para hacerlo. Sin embargo, el recorte de los tipos de interés sólo devaluaría aún más el dólar, y agobiaría aún más a los estadounidenses con el aumento de los precios.
El presidente Trump llamó “Día de la Liberación” al día en que anunció su plan arancelario. Éste podría ser el nombre más engañoso desde la Ley de Atención Médica Asequible. Neil Dutta, director de investigación económica estadounidense de Renaissance Macro Research, lo denominó más apropiadamente “Día de la Obliteración”. Los aranceles del presidente Trump, junto con su apoyo a la guerra, podrían arrasar con lo que queda de la paz y la prosperidad de Estados Unidos.
Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko