Durante las primeras semanas nos enfurecieron, pero también nos alegraron las revelaciones sobre cómo USAID desperdició nuestro dinero (el que nos extraen a la fuerza) en diversas cosas abominables, y su posterior cierre. ¡Qué maravilla! Pero la euforia nos hizo olvidar nuestro dinero el que, por supuesto, nunca nos ha sido devuelto. ¿Qué le importa a un hombre asaltado cómo gasta el asaltante el dinero que le ha robado?
Ésta es la evasiva del DOGE, y funcionó durante un tiempo. La gente, especialmente quienes usan el sombrero rojo, se alegraron al pensar que Elon Musk, ese magnate de rentas y defensor de los impuestos al carbono, estaba haciendo al asaltante (el gobierno) más “eficiente”. Ésto coincide con “derogar y reemplazar” del Obamacare. No menos gobierno ni menos impuestos. Simplemente un gobierno más eficiente. Incluyendo un sistema de extracción de ingresos más eficiente (basado en inteligencia artificial). En lugar de un margen de maniobra para “salirse con la suya” pagando menos que “lo que le corresponde”, un sistema más eficiente que sepa exactamente cuánto ganó para asegurarse de que esté obligado a pagar precisamente lo que el gobierno dice que le “debe”.
¿No es asombroso? Ahora los herederos de 1776 generalmente aceptan que deben al estado gran parte de lo que ganaron con su trabajo. Y no se oponen, siempre que su dinero sea gastado eficientemente. ¿Cuánto tiempo pasará antes de que dejen de oponerse a la violación con penetración, siempre que el violador sea hábil y se asegure de que la víctima tenga un orgasmo?
Volviendo al DOGE. Es interesante notar que ninguna de sus atenciones se centró en los gastos más derrochadores y extravagantes de nuestro dinero: en lo que ridículamente se denomina gasto de “defensa”. Este país no ha tenido que defenderse desde el 7 de Diciembre de 1941.
Curiosamente, eso fue más o menos cuando el Departamento de Guerra se convirtió en el Departamento de Defensa y, desde entonces, se ha apropiado de alrededor de 15% del dinero que nos vemos obligados a pagar al gobierno. Ésto es destinado a financiar cosas como varios grupos de combate de portaaviones, y un arsenal estimado de 10.000 armas nucleares, tan necesarias para la “defensa” como los agentes de tráfico necesitan un equipo completo de Faluja para imponer multas por exceso de velocidad.
Si habláramos de defensa, en lugar de ofensiva, la cantidad de dinero que se desvía a Boeing, Raytheon y otros “contratistas de defensa” (parte del cual luego es desviado para comprar a los políticos que votan para continuar con el desvío), posiblemente podría reducirse en dos tercios y cada contribuyente estadounidense (un término detestable, ya que sugiere que el pago fue efectuado voluntariamente) podría recibir un reembolso mucho mayor que el pago de U$S 5.000 que se les ofreció brevemente y tentadoramente a los incautos, quienes ya lo han olvidado por completo. Del mismo modo que parecen haber olvidado por completo la lista de Epstein y los criminales del covid que no han pagado, y posiblemente nunca pagarán, por sus crímenes.
El DOGE no ha intentado hacer más eficiente el gasto en “defensa”. Posiblemente porque Musk está en pleno proceso de transición hacia su nueva estrategia, que consiste en conseguir que el gobierno subvencione cohetes, en lugar de vehículos eléctricos.
Será muy eficiente, por supuesto.
Pero no habrá menos. Excepto por lo poco que quede en nuestros bolsillos. Y por la libertad que nunca recuperaremos esperando que quienes nos la arrebataron nos la devuelvan.
Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko