Qualquiera que diga que Gaza tendrá paz si Hamas simplemente se rinde y libera a los rehenes, está sembrando desinformación a sabiendas o por ignorancia. Necesitamos asegurarnos de que todos tengan ésto en claro para que nadie pueda decir que no lo sabía después de que la historia lo resuelva.
Netanyahu ha dejado total e inequívocamente en claro que, incluso si Hamas se rindiera hoy y liberara a todos los rehenes, el plan de limpieza étnica de Trump seguirá siendo necesario para que finalice la masacre. Para ser absolutamente claro, el plan de Trump para Gaza es que “todos” los palestinos sean expulsados de forma “permanente”, y que no se les permita regresar jamás.
No hay forma de expulsar permanentemente a todos los palestinos de un territorio palestino sin coacción material, lo que implica más violencia a gran escala y guerra de asedio. Tampoco hay forma de argumentar que este desplazamiento masivo sería voluntario, incluso sin más violencia, ya que Israel ha estado deliberada y sistemáticamente haciendo inhabitable la Franja de Gaza mediante la destrucción de infraestructura civil. Obligarlos a elegir entre morir de hambre en un páramo inhabitable, o someterse a una limpieza étnica, es exactamente lo mismo que expulsarlos a punta de pistola.
Era obvio que este era el plan de Israel para Gaza en Octubre de 2023; los planes para expulsar a la población civil del enclave ya circulaban a los pocos días de la embestida. Pero esa no era la política oficial y abiertamente declarada de Israel hasta la administración Trump; ahora que Israel declara clara y explícitamente esta agenda en público, no hay excusa alguna para que nadie siga difundiendo la mentira de que el sufrimiento del pueblo de Gaza termina si Hamas se rinde. Lo que ocurre es que su patria les será arrebatada para siempre al ser enviada a un país extranjero, y Gaza dejará de existir como territorio palestino.
Eso no es paz. O si lo es, es la paz de una habitación vacía. La paz de una sala llena de cadáveres. Decir que la paz fue lograda expulsando a los palestinos de Palestina, es como decir que una discusión fue resuelta decapitando a uno de los que discutían.
Esa es la única “paz” que experimentará el pueblo palestino si Hamas depone las armas. Perdiendo para siempre todo lo que ha conocido, bajo pena de muerte.
Esa es la verdad incómoda que la gente intenta ocultar cuando dice: “Todo ésto termina cuando Hamas se rinda y libere a los rehenes”. Ese es el engaño que están sembrando.
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El Viernes Israel bombardeó la casa de un matrimonio de médicos en Gaza, asesinando a nueve de sus hijos e hiriendo gravemente a su único hijo sobreviviente. El padre de los niños también resultó gravemente herido en el ataque, mientras que su madre, que aún trabajaba en el hospital cercano, recibió los cuerpos carbonizados de sus hijos. Estaban tan quemados que era imposible reconocerlos.
Este incidente, por sí solo, es mucho más noticioso y merecedor de atención que el asesinato de dos empleados de la embajada israelí en Washington. Pero la cobertura mediática no lo ha reflejado, porque los palestinos no son considerados como seres humanos en la prensa occidental dominante.
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The Guardian publicó un artículo de opinión de Rhiannon Lucy Cosslett titulado “Mientras los niños de Gaza son bombardeados y mueren de hambre, nosotros observamos ‒impotentes. ¿Qué nos está haciendo como sociedad?” Cabe destacar que, por alguna razón, no menciona la palabra “Israel” ni “israelí” ni una sola vez en todo el artículo. Ni siquiera menciona a Netanyahu.
Este es un ejemplo particularmente claro de cómo la prensa occidental ha estado analizando el holocausto de Gaza como una especie de tragedia desafortunada, que simplemente le sucede al pueblo palestino, como si fuera un desastre natural. Es como si las bombas y el asedio fueran sólo el clima de allí. Algo así como “¡Oh, hoy hay un poco de bombardeo y hambruna en Gaza, y me entristece!”
Este genocidio está exponiendo a los medios de comunicación como ninguna otra cosa en mi vida.
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Los defensores de Israel tienen diferentes paquetes de apología para cada grupo ideológico, con diferentes narrativas que explican por qué los abusos de Israel están justificados ante todos los grupos, con un lenguaje diseñado para atraer a cada facción.
¿Es Ud. humanitario progresista? Los defensores de Israel tienen un paquete de narrativas diseñado a medida para apelar a su apoyo para al pueblo judío y la repulsión que siente por su persecución histórica.
¿Es Ud. conservador que teme a los musulmanes y al terrorismo? Los defensores de Israel tienen un paquete de narrativas completamente diferente, diseñado para apelar a sus miedos y explicar por qué el extremismo islámico debe ser derrotado para proteger a la civilización occidental.
¿Es Ud. cristiano fundamentalista? Hay todo un paquete de narrativas diseñado para explicar por qué el apoyo a Israel es, de hecho, un mandato divino en la Santa Biblia.
¿Es Ud. fascista que cree que los árabes deberían ser borrados de la faz de la tierra? ¡Vaya! Los apologetas de Israel tienen narrativas que contar.
Los apologetas de Israel entienden que las diferentes facciones políticas responden a distintos tipos de mensajes, por lo que cada facción política tiene su propio paquete de mensajes.
Los únicos a quienes no pueden atacar eficazmente con narrativas cuidadosamente construidas son los grupos que ya son firmemente pro-Palestina, predominantemente en el extremo más izquierdista del espectro político. Así que, en cambio, se dedican a silenciar, estigmatizar y marginar a esos grupos.
Se trata de controlar la narrativa. Los apologetas de Israel comprenden el poder del control de la narrativa mejor que quizás cualquier otra facción ideológica importante del mundo, y lo vemos en acción en cada faceta de nuestra sociedad. Esa es una de las muchas razones por las que tuvieron tanto éxito generando apoyo a Israel en Occidente, hasta que el primer genocidio de la historia transmitido en vivo les hizo finalmente perder el control de la historia.
Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko